jueves, 21 de junio de 2012

¡Desde Miami hasta New Orleans! Votojoven inicia sondeo para planificar movilización


Caracas, 19 de junio de 2012.- La organización VotoJoven está realizando un sondeo preliminar para planificar la movilización de los venezolanos inscritos en el RE que residen en la circunscripción electoral del cerrado Consulado de Miami, la cual abarca a los estados de Florida, Georgia, Carolina del Sur y Carolina del Norte.

Debido a una decisión reciente del Consejo Nacional Electoral, los 19.542 electores inscritos para ejercer su derecho al voto en la circunscripción de Miami, deberán trasladarse más de 1000km hasta el Consulado de New Orleans, Louisiana, para poder votar en los comicios presidenciales del 7 de octubre.

A pesar de su inconformidad con la decisión, la organización VotoJoven asumió el reto de movilizar hasta su nuevo destino al grupo de electores que deseen ejercer su derecho en la ciudad de New Orleans.

“Estamos realizando un sondeo vía internet con el objetivo de planificar nuestros próximos pasos en Miami y lograr nuestra meta como organización, que es aumentar la participación en los procesos electorales venezolanos tanto en nuestro país como alrededor del mundo y, mucho de esto, podremos lograrlo si podemos ayudar con la movilización de los electores”, dijo Emily Bello-Pardo Coordinadora Nacional de VotoJoven en Estados Unidos, quien es electora registrada en Miami.

Por su parte, Oriana Hernández, Coordinadora de Proyectos de la organización, comentó que “no es la primera vez que trabajamos organizando el traslado masivo de personas. El caso más relevante en el exterior fue el de Australia, en donde VotoJoven trasladó a los venezolanos en autobús hasta Canberra para se inscribieran en el Registro Electoral”.

Los interesados en participar en el sondeo denominado “¡Desde Miami Hasta New Orleans!” pueden hacerlo ingresando al siguiente link: http://www.surveymonkey.com/s/DesdeMiamiHastaNewOrleans

Movilización en Argentina

Miami no es el único lugar en el que la organización está planificando la movilización de personas hasta las sedes consulares. En Argentina el equipo de VotoJoven también realiza un sondeo para contribuir con la disminución de la abstención de los venezolanos en este país. Para rellenar la encuesta se puede accesar a través de https://www.surveymonkey.com/s/ActivateYVota

Fuente:

sábado, 16 de junio de 2012

Venezolanos en Colombia


Por Armando J. Pernía, 30/03/2012

Aunque las cifras no son, todavía, espectaculares, el fenómeno del éxodo de empresas venezolanas hacia Colombia va siendo notable.

Se puede decir que se trata de un proceso natural de expansión hacia un mercado que comparte muchas costumbres, historia, hábitos e idiosincrasia con Venezuela, pero, en los últimos años, también es evidente que la situación política del país ha servido de impulso adicional.

Claramente, empresas como Polar, Farmatodo, Locatel, Proseín, Ovejita y Dipromuro, por sólo citar algunos casos, fortalecen su presencia en Colombia como mecanismo de diversificación de riesgo, porque se encuentran en sectores considerados como “estratégicos” por el Gobierno Nacional y, en consecuencia, pueden ser víctimas de intervenciones y hasta de expropiación.

Algunas de estas empresas decidieron no hablar sobre este asunto y otras aducen sólidas razones de mercado para justificar abrirse espacio en el país vecino. Las autoridades de Colombia indican que ha habido una “aceleración” en la entrada de capitales a la nación neogranadina, pero, salvo en el sector petrolero, la presencia venezolana no es más marcada que la de otros países.

Sin embargo, el holding inmobiliario Casa Propia ha registrado más de 40 millones de dólares en inversiones inmobiliarias de venezolanos en Colombia entre 2010 y 2011. Unas 60 compañías y 12.000 profesionales nacionales han adquirido o arrendado inmuebles en el vecino país en poco más de un año, un síntoma concreto de la voluntad emigratoria.

Ahora bien, como se leerá más adelante en detalle, hacer negocios en Colombia no es para los capitales venezolanos una opción desesperada, o una huída alocada ante una catástrofe política y económica, sino una decisión lógica que hay que tomar frente a realidades objetivas que imponen una sana búsqueda de oportunidades.

La economía colombiana ha crecido sostenidamente en la última década y en 2011 lo hizo consistentemente sobre 4% del PIB, sin controles ni restricciones asfixiantes para el funcionamiento de sus empresas. La inflación del 2011 fue 3,5% anual y el Gobierno teme que el fuerte ingreso de capitales aprecie todavía más la moneda y genere presiones que lleven la inflación a 4% ó 5%.

Las perspectivas promedio para la economía colombiana marcan un crecimiento de 5,5% en 2012 y 5,7% en 2013, con incrementos del consumo privado de 7% este año y 6% en el que viene. Además, se prevé que la inflación promedio en este ejercicio sea 3,2% y 3,7% en el próximo, con un tipo de cambio estable en alrededor de 1.800 pesos por dólar.

Pero, más allá de estos datos, lo relevante son las diferencias fundamentales entre Venezuela y Colombia como polos de atracción de inversiones.

El ranking del Fraser Institute de países con menores barreras para invertir en petróleo, señaló, al cierre de 2011, que Venezuela ocupa el lugar 132, el último de la lista, mientras que Colombia se ubicó en el puesto 48. ¿Es esto posible, cuando Venezuela dice contar con el mayor volumen de reservas probadas de crudo de la tierra?

El célebre ranking “Doing Business”, preparado por la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial (IFC, por sus siglas en inglés), en su edición 2012, coloca a Venezuela en el puesto 177, de 183 economías analizadas, entre las naciones que ofrecen más facilidades para hacer negocios.

Colombia, por su parte, se ubica en el puesto 42, subiendo cinco peldaños en comparación con el ranking de 2011. Además, el vecino país aparece entre las 10 economías que hicieron las reformas más exitosas para incentivar nuevos negocios, por las políticas implantadas para agilizar pagos de impuestos, la apertura de empresas y resolver los conflictos por insolvencia.

El reporte del BM, apunta que Colombia es un caso exitoso de mejores prácticas en áreas como: el establecimiento de una taquilla única para facilitar el comercio transfronterizo y por sus políticas de protección de inversiones. De Venezuela, lo único que se debe resaltar es que bajó dos peldaños en el ranking general.

Por supuesto, los problemas de Venezuela, como mercado, no implican que no exista inversión privada y que no haya margen para obtener ganancias importantes. Por ello, un grupo grande de multinacionales, por ejemplo, insisten en permanecer en Venezuela, entre ellas varias colombianas, como Alpina, Carvajal, Mario Hernández, Adriana Hoyos y Colombina entre una lista de más de 600 compañías de diverso tamaño.

La relación binacional vive, en este momento, una situación de estabilidad, pero el mercado que saca mejor partido es Colombia. Por ejemplo, según la Cámara de Comercio Colombo-Venezolana, Farmatodo anunció un plan para invertir 48 millones de dólares en Colombia, entre 2011 y 2013, para abrir 8 tiendas por año, en una operación que facturó unos 60 millones de dólares, al cierre del año pasado.

La empresa cosmética Valmy llegó a Colombia en 2008 y ha incrementado en más de 30% sus ventas, con fabricación propia en la Zona Franca de Fontibón. Los accionistas de la petrolera Suelopetrol están entrando a Colombia con una filial llamada Zulia Aloe, para fabricar derivados de la sábila, en una curiosa diversificación.

La compañía de accionistas venezolanos, Coltefinanciera, se prepara para convertirse en banco, a partir de 2013, después de cerrar el año pasado con ganancias de 3.602 millones de pesos.

Y todo lo anterior sin contar la ola de franquicias y pequeños negocios que han pasado la frontera. Según la Cámara de Comercio Colombo-Venezolana, sólo el año pasado se abrieron 19 restaurantes de venezolanos en Bogotá. Un botón de muestra.

Otra muestra: según el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) de Colombia, casi 800.000 venezolanos han adelantado trámites para fijar residencia o trabajar en el vecino país, desde 2008.

El hecho de que una gerencia petrolera en la que Venezuela invirtió tiempo y recursos, durante muchos años, esté convirtiendo a Colombia en un productor competitivo de hidrocarburos, es la mayor evidencia de la oportunidad histórica que los venezolanos están dejando perder.

Ronald Pantin, petrolero experimentado, hombre clave de la Pdvsa de la Apertura Petrolera y el desarrollo de la Faja del Orinoco, es hoy el hombre de empresa, de origen venezolano, más destacado de Colombia y por ello sus reflexiones resultan claves para entender el proceso económico de expansión que viven los neogranadinos.

Lo único que cabe esperar es que Venezuela pueda recuperar, tan aceleradamente como sea posible, el tiempo y las oportunidades perdidas.

Fuente:
http://www.gerente.com/detarticulo.php?CodArticl=462

viernes, 15 de junio de 2012

Lo de Miami es miedo


Por Paciano Padrón, 15/06/2012

Es miedo y es atropello al derecho al voto de veinte mil electores, exactamente de 19.542 venezolanos, a quienes no se les abrirá su centro electoral en Miami sino que los pelotean para votar en New Orleans. ¿Cómo cambiarle a un elector su mesa electoral a 1.387 kilómetros de distancia? Por supuesto que para un régimen corrupto y violatorio de los derechos ciudadanos la razón es simple, más del 90 % de los votos en el exterior son contra Chávez, así ha sido en todas las elecciones. Quien respira en un país libre, no puede votar por el atraso y el primitivismo centralista y absolutista.

El miedo de Chávez que impuso al CNE la decisión de Miami, es el mismo miedo que obligó al TSJ prohibirles al PPT y a PODEMOS -sus antiguos aliados- inscribir la candidatura de Capriles. Es como para no creerlo, el TSJ con indignidad y descaro decadente que anuncia el fin del régimen, designó nuevas autoridades provisionales de ambos partidos y les ordenó no inscribir a Capriles. Pagarán los dóciles y genuflexos magistrados; el tiempo de Dios es perfecto. Ismael García respondió con enojo: "Usted, señor Presidente, puede tener el TSJ para darle órdenes y para resguardar delincuentes y narcotraficantes, pero no tiene la fuerza ni convocatoria del pueblo y recurre al robo. Disponga con sus tribunales como quiera, pero nunca expropiará la dignidad de este partido y la fuerza del pueblo. No va a detenernos. A este partido no hay manera de sacarlo del camino".

No me equivoqué. Cuando Chávez injustificadamente y sin lógica alguna ordenó a comienzos de año cerrar el Consulado de Venezuela en Miami, dije -y está escrito- que más que un error diplomático, era una agresión contra los doscientos mil venezolanos residenciados en el área geográfica del Consulado de Miami, que atiende los estados de Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Florida, compatriotas que se quedaron sin asistencia del Estado venezolano. Mil trabas y triquiñuelas han permitido que apenas algo menos de 20 mil compatriotas hayan podido inscribirse o reubicarse para votar en Miami, que no obstante es actualmente el centro electoral más grande de Venezuela, ningún otro le llega ni a la mitad. El cierre del Consulado significó el fin de las inscripciones en el RE en la región, y ahora, en lugar de abrir centros electorales en las ciudades más importantes del área consular, obligan a los electores a trasladarse al centro electoral más cercano, a 1.387 kilómetros de Miami.

Capriles se ha comprometido a acercar el servicio consular a los venezolanos en el exterior, adonde quiera se encuentren en número significativo, además a que se preste cabalmente la atención consular, como ordenan las leyes y la Convención de Viena. También está comprometido con la "facilitación del ejercicio del derecho al sufragio", hoy obstruido por el CNE y los Ministerios de Relaciones Exteriores e Interiores, por lo que ofrece: 1) "La identificación oportuna de los venezolanos con su cédula de identidad emitida en los consulados" (hoy sólo se emite en Venezuela); 2) "La inscripción y traslados en el RE, sin trabas" ni obstáculos burocráticos y leguleyos, y 3) "La multiplicación de centros electorales en el exterior, más allá de las sedes consulares, para acercar la mesa de votación a los electores, en cumplimiento de los mandatos legales hoy ignorados".

Por supuesto que de privar el grosero y brutal atropello, muchos de los venezolanos en Miami peregrinarán a Houston a votar, pero antes hay que dar la pelea. Propongo: 1) Solicitar al TSJ la nulidad de la írrita decisión del CNE; 2) Manifestaciones permanentes y diarias ante todas las embajadas y consulados de Venezuela en el mundo; eso mueve al régimen; 3) Denunciar el atropello ante los organismos internacionales, y 4) Exigirle al CNE rectificar. No obstante el ventajismo abusivo y delictual, vamos a ganar. Cuando un pueblo se pone en marcha, nada ni nadie lo detiene. E-Mail: pacianopadron@gmail.com. Twitter: @pacianopadron.

Tomado de:

miércoles, 13 de junio de 2012

Las inesperadas estadísticas del asilo


Por Vladimiro Mujica, 7 Junio, 2012

Otro aspecto que deberá atender el nuevo gobierno es incorporar a los venezolanos que se han formado fuera del país

La emigración venezolana alcanza el millón de personas, contra menos de cien mil hace 20 años

Es difícil cuantificar exactamente el fenómeno pero quedan pocas dudas sobre su existencia: durante los últimos diez años una cantidad sin precedentes de venezolanos ha abandonado parcial o totalmente el país. Iván de la Vega, investigador de la Universidad Simón Bolívar que tiene años trabajando sobre el tema, señala un aumento espectacular en la emigración venezolana que hoy alcanza a cerca de un millón de compatriotas comparado con menos de cien mil hace 20 años. De ellos hay cerca de 12000 profesionales trabajando fuera de nuestras fronteras. Un número abrumador para un país como el nuestro y con carencias monumentales de recursos humanos calificados.

Un aspecto quizás menos publicitado del drama de la emigración es el asilo. Una publicación de la Oficina de Estadísticas de Inmigración del Department of Homeland Security de los Estados Unidos, llamada Annual Flow Report y fechada en Mayo de 2012 contiene la siguiente muy reveladora tabla La tabla discrimina por país de nacionalidad el número de asilos otorgados por los Estados Unidos durante los años 2009, 2010 y 2011 en una de dos modalidades, así llamadas afirmativa y defensiva, que se refieren esencialmente a si al momento de hacer la solicitud el solicitante se encontraba o no en proceso de deportación. Más allá de los tecnicismos legales, las estadísticas indican una realidad brutal: Venezuela ha desplazado a Etiopía, Egipto y Haití para ubicarse detrás de China en el segundo lugar de la lista de naciones cuyos ciudadanos se sienten amenazados.

La decisión y los motivos para solicitar asilo son personales y no juzgo sobre sus razones. A mi me basta con saber que tengo varios amigos que están asilados y que en ningún caso la decisión para ellos fue fácil ni ligera. De hecho, la vida de los asilados está sujeta a una serie de restricciones y al penoso y durísimo extrañamiento de la familia y los amigos en su país de origen. Lo complejo del asunto se revela adicionalmente en el hecho de que, contrariamente a lo que uno podría creer, un número no despreciable de asilados son connotados ex-chavistas que terminaron en el imperio del norte huyendo de la venganza del gobierno venezolano.

Las cifras sobre el asilo venezolano me las hizo notar un amigo norteamericano con muchas conexiones con Latinoamérica. La pregunta inescapable era: ¿Están las cosas en Venezuela peor en que Haití? Sin duda que el tema no tiene ninguna respuesta fácil. Probablemente el asunto esté relacionado con las mayores posibilidades que todavía tienen muchos venezolanos de viajar a los Estados Unidos. Quizás esté relacionado con un creciente desencanto con el país, inspirado en buena medida por la inseguridad personal y la sensación de que Venezuela está metida en un hueco del que tomará años salir.

No lo sé. La realidad de los asilados y la realidad de quienes siguen luchando en Venezuela son ambas ciertas. Al innegable acto de valentía, dedicación y patriotismo que ejecutan quienes hacen vida política en Venezuela para cambiar los destinos del país no se le puede poner como contrapartida el de quienes eligen dejar su país porque se sienten legítimamente amenazados o que simplemente están buscando mejores posibilidades de vida. Es un drama que no tiene solución sencilla y que antes de nosotros vivieron países como España y Argentina, por razones muy similares a las nuestras.

Yo prefiero pensar y soñar que vendrán tiempos mejores en que los venezolanos que hoy están fuera del país encontrarán una manera, con la ayuda de quienes se quedaron, para reconstruir y ampliar los lazos con su patria y contribuir al esfuerzo de hacerlo un país mejor.

Mientras tanto, al lado de los asilados está toda una generación de jóvenes que se está formando fuera de Venezuela y la que en algún momento será indispensable recurrir.

Otro aspecto de la reconciliación al que el nuevo gobierno tendrá necesariamente que atender.

Vladimiro Mujica es miembro de Compromiso Ciudadano

martes, 12 de junio de 2012

Capriles, Aveledo, Kiko y la diáspora



El próximo 7 de octubre son muchos los venezolanos que no podrán votar en el exterior. Con muy contadas excepciones – Francia es una de ellas- las mayorías de las representaciones consulares venezolanas, haciendo uso de todo tipo de subterfugios, complicaron voluntariamente los trámites para poder ejercer el derecho a sufragar.

¿Violación a las disposiciones electorales? No hay sorpresa, desde que el chavismo llegó al poder nos ha demostrado día a día que las leyes, disposiciones y otros detallitos democráticos son como las listas de obstáculos a saltar en algunos juegos. Esta vez, en el particular juego chavista de « este coroto es mío y no lo suelto » se agregaron todas las artimañas administrativas necesarias para entorpecer el derecho de los venezolanos en el exterior. La arbitrariedad quedó al desnudo pero el resultado es el mismo: miles de venezolanos que no podrán votar en el país donde viven.

Los funcionarios de nuestras embajadas asimilaron perfectamente eso de que no importa el país donde se encuentren, la embajada de Venezuela es territorio venezolano. El abuso del poder se ejerce como en casa antes y después de la arepita con mantequilla. No hay límites para reducir el juego democrático al permanente juego de « rojo » que tan divertido y contento de sí mismo nos recordó alguna vez el Presidente.

En el vértice del poder, hay plena conciencia de que los ciudadanos que residen fuera del país no se identifican con la actual administración y en consecuencia son considerados como parias. El éxodo masivo de estos últimos años es la consecuencia directa de un país que no ofrece oportunidades a sus ciudadanos. En la primera década del nuevo siglo, se calcula que más de un millón de venezolanos han emigrado. Socialmente los migrantes de Venezuela están conformados por profesionales de la clase media que, por ser individuos en muchos casos altamente calificados, son rápidamente integrados en las economías de los países que los reciben. Este fenómeno que algunos califican de fuga de cerebro no es objeto de inquietud para un gobierno que Hugo Chávez ya no preside. Ignoran sus dirigentes el daño que le producen a Venezuela con la "expulsión" fuera de las fronteras nacionales de esta materia gris. Ignoran también que cada profesional que emigra hacia otras latitudes representa una pérdida de inversión en términos de capacitación. Para ellos poco importa los costos endógenos que representa la formación de estos nacionales que otros países aprovechan con éxito. Colombia constituye un excelente ejemplo de cómo la industria petrolera naciente de ese país captó para su propio desarrollo los cuadros venezolanos despedidos de Pdvsa. Estas naciones ganan gloria con capital humano ajeno.

Para el gobierno de Hugo Chávez no es suficiente con ser responsable de las desastrosas condiciones internas que son las causas del éxodo de la inteligencia de la nación venezolana. Una vez fuera del país el gobierno se empeña en tratar a estos venezolanos como ciudadanos de segunda. La pertenencia de estos "expatriados" a la clase media y el formidable capital cultural asociado a este sector, sin olvidar la influencia que sobre ella tiene vivir en modelos de sociedad donde se practica la democracia, son factores que potencian el compromiso político con Venezuela de esta diáspora en proceso de constitución.

Estar afuera no significa dejar de estar adentro. Hay una memoria encendida que recuerda a cada instante los lazos profundos con la tierra de origen. Existe una primera identidad que no se desdibuja y que protegiéndola y ampliándola une y separa a la diáspora con una nueva geografía en la cual se reinventa permanentemente la condición de ciudadanos. En las actuales circunstancias de convulsión social que vive el país, el sentimiento de arraigo a una cultura de nacimiento se convierte en un resorte interno que busca un mejor acercamiento a una patria que perdió su razón de ser como nación. El poeta Aimé Césaire estima que los individuos se pueden perder en "la segregación amurallada de lo particular o en la desilusión de lo universal". Para el filósofo francés Régis Debray "un país o un individuo puede morir de dos maneras: En un espacio cerrado o en una corriente de aire. Conviene alternar y encontrar el buen ritmo lejos de lo común que disuelve y del chovinismo que osifica. La mejor manera de compartir el mundo es ese ir y venir entre la identidad- relación y la identidad- raíz".

Diseminada en el planeta, la diáspora nuestra tiene un rol primordial que jugar en la reconstrucción de Venezuela. El país va a necesitar de este enorme talento humano que en su contacto con otras sociedades ha incorporado conocimientos y experiencias que en su momento serán de bastante utilidad para salir de la crítica situación que atravesamos. Las formas en que la diáspora participará en la reconstrucción de Venezuela serán muy variadas. Por lo pronto una idea rectora es lograr que cada venezolano en el mundo se convierta en un "vector", en un "embajador" de la política internacional de Henrique Capriles que facilite los intercambios económicos, comerciales, culturales y políticos entre Venezuela y el mundo.

El tema electoral: Se calcula en alrededor de 100.000 el número de venezolanos que podrán votar en el exterior. Esto quiere decir que la gran mayoría de los electores potenciales no podrán sufragar fuera de Venezuela. ¿Quiere decir esto que todo está perdido? ¿Que no hay otra manera de ejercer el derecho a sufragar? Por supuesto que no. Queda un último recurso: Votar en Venezuela. Para lograr este objetivo hay que crear un movimiento planetario, producir un electro-choque en la conciencia íntima de los venezolanos en el exterior para lograr acercarlos a Venezuela el 7 de octubre y que puedan sufragar en el país.

Proposición: En Venezuela tres personas -entre otras- pueden contribuir en el lanzamiento de esta invitación de votar en Venezuela. Primero, y por razones obvias, Henrique Capriles tendría que enviar un mensaje bien pensado en dirección de la diáspora. Sus palabras tienen que tocar ese sentimiento de arraigo a un territorio que muy bien lo expresa un miembro de la diáspora cuando afirma: "No sé si algún día volveré a Venezuela. Ni se tampoco si algún día me he ido". Segundo, el consensual dirigente de la MUD Ramón Aveledo tendría que definir los modos y las líneas estratégicas con las cuales los venezolanos del exterior van a ser asociados a la reactivación de la economía y de la democracia del país. La tercera persona en intervenir debería ser el periodista Kiko adaptando la organización que él preside con una versión en el exterior que podría ser "tú y dos más nos vamos pa' Venezuela en el mismo avión para darle un empujoncito al autobús del progreso el 7 de octubre".

El ejemplo italiano por memoria: Con el propósito de animar a estas tres personalidades queremos recordar que en abril de 2006 se celebraron las elecciones italianas que enfrentaron Romano Prodi y Silvio Berlusconi. La noche de los resultados hubo un empate técnico entre los dos candidatos. Al día siguiente con los votos de la diáspora italiana Romano Prodi se alzó con la victoria con 25.000 votos aportados por los italianos que residen en el exterior. Prodi obtuvo 49,81% y el inefable Berlusconi 49,74%… el voto en el exterior hizo la diferencia.

Estimados amigos la diáspora espera una señal briosa de ustedes.

E-mail: chipilo@club.fr

carmelagaripoli@free.fr

http://www.notitarde.com/notitarde/plantillas/columnista.aspx?idart=1656641&idcat=9853&tipo=2