Luna Perdomo 06 de septiembre de 2024
Casi
68% de los migrantes venezolanos (4,5 millones se han beneficiado de marcos
normativos de regulación y protección) y han logrado obtener un estatus regular
en el país de acogida o la condición de refugiado, pero unos 2,2 millones están
en situación irregular
La
Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes (R4V) hizo
un análisis sobre las principales necesidades de los migrantes venezolanos en
15 países y encontró que son: vivienda, integración y protección. 4,2 millones
de personas que requieren satisfacer estas urgencias.
Los migrantes y refugiados venezolanos indicaron que en su cotidianidad necesitan integración efectiva a través de un empleo formal, un hogar seguro y estable, suficiente comida y educación para sus hijos para garantizarles un futuro mejor; necesidades que no pueden satisfacer si se encuentran en una situación irregular.
De los
migrantes consultados para este estudio, 61,4% dijo que necesitan integración,
57,3% que su requerimiento es vivienda y 54,4% manifestó necesitar protección.
Casi
68% de los migrantes venezolanos (4,5 millones se han beneficiado de marcos
normativos de regulación y protección) han logrado obtener un estatus regular
en el país de acogida o la condición de refugiado, pero unos 2,2 millones están
en situación irregular, principalmente por los altos costos, a los estrictos
requisitos de entrada y visado y por los complejos procesos legales.
Este
estudio de la Plataforma Interagencial para Refugiados destaca que los
migrantes más vulnerables son los que están en situación irregular, los recién
llegados a algún país y quienes se mantienen en tránsito porque «muchas de
ellas no pueden acceder a los derechos y servicios básicos necesarios para
llevar una vida digna».
Pese a
los obstáculos, la región enfrenta movimientos migratorios sin precedentes de
refugiados y migrantes impulsados por la violencia, la discriminación, la
pobreza, las políticas restrictivas y retos socioecómicos que limitan su acceso
a la protección y a la integración.
Todos
los migrantes, tanto los que se mantienen en tránsito como los que se han
establecido, tienen que enfrentar necesidades urgentes, siendo hogar,
alimentación y protección las más necesarias. Por otra parte, el desempleo, el
trabajo informal, vivienda inadecuada y la falta de recursos económicos
dificultan la integración socioeconómica, agravando las necesidades y
exponiéndolos a la violencia. Además, «la discriminación y la creciente
xenofobia complican aún más sus vidas y contribuyen a que decidan marcharse, a
menudo por rutas peligrosas e irregulares».
El informe señala
que los «limitados recursos económicos y los elevados precios de los
alquileres, junto con la solicitud de documentación, a menudo inalcanzable
(especialmente para quienes se encuentran en situación irregular), se
identificaron como los principales obstáculos para conseguir una vivienda
segura y adecuada».
También
hay mayor riesgo de desalojo y de quedarse sin hogar, «lo que afecta a uno de
cada cinco venezolanos en destino, mientras que uno de cada dos hogares
venezolanos en la región (52%) reside en viviendas con condiciones inadecuadas
e insostenibles a largo plazo».
El
estudio halló que más de 23% de las personas refugiadas y migrantes viven «en
condiciones de hacinamiento, lo que afecta su acceso a servicios de agua,
saneamiento e higiene adecuados y seguros».
16% de
esos migrantes encuestados están desempleados, mientras que alrededor de 82%
trabaja en la informalidad, «a menudo asociado a salarios más bajos, falta de
protección social y condiciones de trabajo inseguras».
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