Alejandro Hernández 10 de octubre de 2024
La
líder opositora afirmó que volverá a las calles y manifestó que quienes
apuestan por la normalización de Maduro no están escuchando al país.
María
Corina Machado sigue en Venezuela y dice estar decidida a hacer valer los
verdaderos resultados de la elección del 28 de julio. «Cada vez que Nicolás
Maduro encarcela a alguien, yo siento más fuerza para continuar”, asegura la
líder opositora.
Fue contundente con la comunidad internacional: “hemos dado pasos importantes, pero hay que hacer mucho más y hay que hacerlo ahora”. Sostiene que “Maduro no va a sentarse a negociar hasta que el costo de quedarse sea mayor al costo de largarse”.
Sobre
la renovación de las licencias petroleras por parte de Estados Unidos, Machado
explica que es un tema complejo, pero envió un mensaje claro a las
trasnacionales petroleras: “yo las quiero en Venezuela, pero así no, así no.
También
habló sobre el exilio del presidente electo Edmundo González, y asevera
que a estas alturas lo detalles de su salida no son importantes: «la dictadura
creyó que nos iba a dividir y pasó todo lo contrario (…) Hablo con él todos los
días”.
¿En
qué punto está el mantra “hasta el final”?
En
camino, pero aún no hemos llegado al final. Nadie esperaba que nosotros,
veinticuatro horas después, íbamos a probar una victoria apabullante con actas
en manos. No te puedo decir cuántos días faltan para que Maduro se vaya, pero
sí te puedo decir que hay una estrategia robusta e integral que estamos
cumpliendo y hemos tenido victorias paso tras paso.
Hay
quienes quieren un apaciguamiento total y tirar la toalla. Esos apaciguadores
son personas espiritualmente derrotadas que no confían en la fuerza de la gente
y por alguna razón sienten que les resulta más seguro o cómodo aceptar el statu
quo que luchar por un cambio. Afortunadamente son muy poquitos.
¿Qué
le dice al sector político dentro de la oposición que habla de pasar la página
del 28J e iniciar gestiones de cara a las regionales y parlamentarias de 2025?
¿Sabes
qué? ¡Qué le echen bola! ¡Qué le echen bola! No entienden el país. No están
escuchando a los venezolanos. Todas esas iniciativas que buscan lavarle la cara
y normalizar a Maduro o dividir a la oposición, no van a funcionar. Nosotros
estamos claros en que el objetivo es hacer respetar el resultado del 28J.
Pero
el propio embajador de Estados Unidos Francisco Palmieri dijo que esas
elecciones son útiles para “recuperar espacios democráticos”.
Bueno,
eso no es lo que me dijo el secretario de estado Antony Blinken y eso
no fue lo que dijeron los cancilleres, más de cincuenta países en un comunicado
firmado en el contexto de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU). Más
bien expresaron que debemos hacer respetar el mandato popular y apoyar una
transición a la democracia en Venezuela. Y el propio Blinken pidió pasar de
los Joint Statements a los Joint Actions, que en
criollo, es cambiar la declaradera por acciones en conjunto. Más claro, imposible.
Yo
estoy absolutamente convencida que esta es la política del gobierno de Estados
Unidos, Europa y América Latina, porque no hubo ni una sola democracia en el
mundo que reconociera la mamarrachada de Elvis Amoroso.
¿Cómo
se explica que Blinken hable de pasar de la palabra a la acción pero las
licencias petroleras sigan siendo renovadas?
Efectivamente,
hay que hacer mucho más y hay que hacerlo ahora. El motivo puede ser que
estamos en los últimos días de la campaña electoral estadounidense y por eso
cualquier acción en política exterior la ven con precaución. Yo creo que es un
error, un gravísimo error; porque Venezuela es de los poquísimos temas
totalmente bipartidista en los Estados Unidos.
¿Para
usted deben revertirse o mantenerse las licencias petroleras?
Permitir
que Maduro siga en el poder es perder el enorme potencial energético de
Venezuela, nadie, en sano juicio, va a traer inversiones petroleras mientras el
régimen se mantenga en el poder. Todo el mundo sabe que Maduro es inviable en
el corto, mediano y largo plazo económica, social y políticamente; y es allí
donde nosotros tenemos que actuar. Es muchísimo más lo que tiene que hacer la
comunidad internacional, porque estamos muy lejos de donde necesitamos estar.
Maduro no va a sentarse a negociar hasta que el costo de quedarse sea mayor al
costo de largarse. Y no hemos llegado ahí todavía.
¿Entonces
Estados Unidos debe revertir las licencias?
¿Qué
es lo que ocurre con la operación de empresas petroleras y transnacionales en
el país? Que Maduro las necesita para transmitirle a su entorno que tiene un
sistema financieramente sostenible y decir, mira, ¿cómo que no me apoya Estados
Unidos si aquí están las empresas? Pero la realidad es que las compañías que
están en Venezuela no están haciendo inversiones, sino recuperando las deudas
que el régimen les tiene.
¿Qué
junta directiva seria va a invertir en un país donde para operar tienes que
asociarte con Petróleos de Venezuela, que es la empresa más corrupta del
planeta, asociada con narcotráfico y lavado de dinero?Dondetienes que aceptar
unos contratos oscuros y confidenciales. Por esto le digo a las trasnacionales
petroleras, yo sí las quiero en Venezuela, pero así no, así no.Es que no les
conviene estar asociados con un régimen dictatorial, torturador y criminal.
¿Qué
balance hace de la política de la administración Biden hacia Venezuela?
Creo
que hay una creciente claridad sobre lo que aquí ocurre. Se han perdido
oportunidades, pero también se han dado pasos muy importantes. Siento, y así me
lo ha transmitido el secretario de Estado, que tienen un absoluto compromiso
con hacer valer el verdadero resultado del 28J.
¿Qué
pasó con la mediación que propuso Brasil, Colombia y México?
Eso se
lo tienen que preguntar a Lula, Petro y López Obrador, porque el régimen ni
siquiera les han contestado el teléfono, hasta donde sé.
Hace
poco se hizo pública una carta que Juan Pablo Guanipa dirigió al Comité
Político Nacional de Primero Justicia en la que enumeraba acciones que
presuntamente Henrique Capriles ha ejecutado contra la causa que usted lidera,
¿cuál es su opinión al respecto?
Edmundo
González Urrutia es el presidente electo y tiene que
juramentarse como presidente constitucional. Hay que hacer lo que sea necesario
para que eso se cumpla y todo aquello que nos distraiga de ese propósito,
debemos desecharlo. Todo lo que debilite esta estrategia hay que ponerlo a un
lado. Esto es un movimiento sólido que está basado en principios; y estoy
convencida de que la sociedad entiende muy bien los intentos que puede hacer el
régimen para desviarnos, dividirnos o desmoralizarnos. Ninguna les va a
funcionar.
¿Por
qué no hay ninguna aparición pública conjunta entre usted y Edmundo González,
desde que el presidente electo salió del país?
Hemos
hecho muchas actividades juntos: conversaciones con presidentes, cancilleres y
varios eventos durante la Asamblea General de las Naciones Unidas. También
estuvimos juntos en el acto organizado por el Comando Héroes de la Democracia,
el 23 de septiembre, que fue una maravilla. Quizás no hemos hecho un evento
abierto al público, pero me estás dando una buena idea. Se lo voy a proponer
hoy. Yo hablo con él todos los días.
¿Por
qué Edmundo González no le comunicó que se iba a exiliar?
Yo
creo que estas alturas eso es absolutamente irrelevante. Los detalles de lo que
pasó, lo que dijo o no dijo, lo que escribió o no escribió ya no tiene
importancia. Más bien pienso que es una de las maniobras que peor le ha salido
a Maduro. Ellos creyeron que iban a desmoralizar al país, que nos iban a enfrentar,
pero pasó todo lo contrario. Solitos sacaron a flote las pruebas de su
extorsión y todo se les volteó; ahora Edmundo está con total libertad de
movimiento y es un testimonio vivo de la criminalidad del régimen
¿Por
qué no sacó a la gente a la calle a defender la elección la noche del 28J?
Nosotros
hemos salido a la calle. Salimos el 30 de julio en todas las ciudades de
Venezuela y el 3 de agosto también. Luego de eso hemos hecho actividades en más
de quinientas ciudades alrededor del mundo.
Sí,
pero ¿el efecto no habría sido diferente si hacía el llamado la noche del 28J?
El 28
en la noche estábamos probando la victoria. Trabajamos veinticuatro horas sin
parar, sin dormir; defendiendo una plataforma que el primer día de
funcionamiento tuvo ciento treinta millones de clicks, entre la gente que
estaba verificando sus actas y los que estaban bombardeando la pagina para
colapsarla. Eso es lo que estábamos haciendo. Teníamos a miles de personas
asegurándose de que esas actas, que eran la prueba del triunfo, llegaran a su
destino y estuvieran seguras. Muchos venezolanos salieron espontáneamente y la
represión fue algo nunca antes visto en Venezuela, Al extremo que la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos lo ha llamado prácticas de terrorismo al
Estado.
¿Hubo
militares que le insinuaran que si en lugar de sacar a la gente a la calle,
lograban probar el triunfo, apoyarían el resultado?
Nunca
nadie me hizo una propuesta para condicionar nuestra acción política. Lo que yo
puedo decir es que hubo miles de militares que el día 28 de julio cooperaron
para que consiguiéramos las actas. Pero miles, miles…
¿La
represión mató la calle en Venezuela?
No,
pero la represión volvió a mostrar a Maduro como un torturador y criminal; y
nos dio a los venezolanos la obligación de actuar con inteligencia, prudencia,
resiliencia y audacia. Hoy, prácticamente, todos los dirigentes importantes a
nivel nacional, regional y municipal que tuvieron que ver con el 28J, están
escondidos, asilados o presos. Pero aun así está dándose un proceso de
reagrupación y reorganización, pero en un nuevo ciclo de activación y presión.
¿Dónde
están las actas?
¡A
salvo!
El
chavismo siempre ha podido desgastar a los liderazgos opositores en las
coyunturas importantes, lo hizo con Henrique Capriles después de la dudosa
elección de 2013, luego con Leopoldo López en las protestas de 2014 y después
con Juan Guaidó y el gobierno interino, ¿qué hará para que con usted sea
distinto?
Creo
que la sociedad venezolana se ha hecho más recia, más consciente, solidaria y
hasta más valiente; por eso entendió la responsabilidad individual que tenemos.
Ahora viene esta etapa de cobrar el resultado, pero siento que los ciudadanos
dentro y fuera de Venezuela estamos claros de que lograrlo depende de todos. Yo
no delego mi responsabilidad, estoy cumpliendo un mandato, pero lo más
importante es que hay país decidido a hacer valer el cambio.
¿Hay
temor en ciertos sectores de la oposición de que el triunfo de su liderazgo
implique la desaparición de la forma tradicional de hacer política en
Venezuela?
Yo
creo que el 22 de octubre, demostró que había un país con nueva aproximación
hacia la política y pienso que las organizaciones políticas y los líderes
tienen que asumirlo como una realidad en todo. Esto incluye también un cambio
para los medios de comunicación. ¿Tú crees que era concebible ganar una
elección en el país sin que te dieran un solo espacio en radio o televisión
nacional? ¿O sin que te apoyara ningún empresario importante? Esto lo hicimos
con la gente, que dio su casa, su carro, sus pancartas hechas a mano. Aquí se
rompieron mitos y han surgido nuevos paradigmas. No hay que tenerle miedo a
eso, al contrario. Yo no ofrecí nada en la campaña, solo trabajo y más trabajo,
¿Crees que eso era posible en una Venezuela de hace diez, cinco y hasta tres
años?
¿Cómo
se siente en la clandestinidad?
Yo
nunca me imaginé que iba a tener más trabajo después de ganar la elección que
antes de lograrlo. Todo el mundo dice “qué arrecho lo que han hecho los
venezolanos”; y yo estoy desbordada y avanzando, sin embargo, hay una dimensión
humana: las madres de los presos, las esposas de mis compañeros, los hijos de
los detenidos, mis propios hijos; eso es desgarrador. ¿Qué puede pasar conmigo
físicamente? No lo sé. Yo estoy en Venezuela, tú sabes lo que eso significa, y
los riesgos que eso implica para mi libertad y para mi vida. Lo que sí sé es
que el destino de esta lucha es la libertad del país y es algo que me
trasciende a mí y a todos.
¿Cómo
se sienten tus hijos con tu situación?
Como
mamá uno siente una profunda contradicción, porque yo todo lo que hago es por
ellos y para mis millones de hijos en todo el país, pero uno siente que le
quita tantas cosas, o le genera tantas angustias. Allí hay un sentimiento de
culpa que a mí me cuesta procesar, aunque ellos me dicen que no, que ellos
siguen adelante también. Ese dolor de la distancia y la falta del abrazo es
grande y me hace mucha falta.
¿Volveremos
a ver María Corina Machado en las calles del país?
Claro,
y abrazada a la gente.
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