miércoles, 17 de agosto de 2011

Emigrar de Venezuela: Costo de oportunidad


Por Marcos T. Cabrera, 10/02/2011

Bromean algunos adinerados contando que la mejor forma de regresar del norte con un millón de dólares americanos es haberse ido el año anterior con dos millones. La realidad es que la mayoría de quienes toman la decisión o sueñan con emigrar de Venezuela, acudiendo con frecuencia a florecientes asesorías en internet con tal propósito, no disponen de tanto dinero para enfrentar las dificultades y los costos que implica mudarse de país.

Sin embargo, el grupo de los balseros del aire como también se nos conoce, tiene la característica de ser en promedio bien educado y de buena situación económica, estableciendo una diferencia con el emigrante tradicional de otros países y de otras épocas en situación más precaria.

Parece ser que la receptividad de los países destinatarios al final desencanta a la mayoría que se va, sea por leyes y normativas duras y exigentes como por la frialdad y el celo del trato de los ciudadanos anfitriones, suerte de xenofobia y chauvinismo disfrazado. Así se trate de nacionales que hayan recibido trato de primera cuando en su momento de necesidad fue la generosa Venezuela la que les dio cobijo.

Emigrar no es tarea fácil, nunca lo ha sido, tanto que en general sólo lo hace quien se ve obligado a ello. Civilizaciones antiguas castigaban usualmente con un exilio que aún en el presente sigue siendo severo.

Se considera que para quien emigra, será la tercera generación, es decir sus nietos, la que terminará por asimilarse completamente a la sociedad adoptiva. Al venezolano no se le había planteado antes esa necesidad y hoy en día con una presencia internacional muy cuantiosa son numerosas las familias que tienen al menos un miembro fuera de nuestras fronteras.

La emigración innecesaria o forzada genera una serie de problemas colaterales como fuga de talento y pérdida de capital intelectual precisamente en la era de la información cuando más falta hace. ¿Cuánto cuesta formar un médico, odontólogo o ingeniero petrolero de calidad con experiencia incluida como los cientos que les llegan de gratis a los países que gustosamente los reciben? ¿Puede alguien calcular la pérdida en PIB de un país que se da el lujo de perder lo más granado de sus ciudadanos?

También ocasiona fragmentación de la sociedad y de la familia como su unidad básica, así como el costo político para el emigrante en términos del riesgo de pérdida de sus derechos políticos en tierras foráneas.

En realidad no todo es malo y la emigración, sea temporal o definitiva, tiene sus ventajas evidentes permitiendo el enriquecimiento cultural, la formación profesional y el conocimiento de otras formas de vida que nos sirvan de buen ejemplo. Es además una excelente oportunidad para volvernos embajadores mundiales que proyectamos mundialmente nuestra identidad.

En épocas de la globalización, la importancia de la ubicación geográfica para fijar residencia ha venido siendo desplazada por la ubicuidad y la inmediatez que confieren los medios de comunicación, internet y las redes sociales. Ya casi no importa en dónde se vive para mantener presencia permanente en cualquier parte del mundo y en todo moemento. Ya internet se parece cada vez más a El Aleph de Borges, el lugar en donde confluyen simultáneamente todas las cosas y eventos posibles.

Las fronteras de los gobiernos y de los países, de sus sistemas legales, políticos y culturales es rebasado por la expansión de lo multinacional y lo global.

Para Venezuela, la emigración y la búsqueda de nuevos horizontes, ha permitido desplegar talentos en terrenos más fértiles que los de nacimiento. Hoy por hoy, en forma inédita e inadvertida, motivo de orgullo por lo demás, contamos con exitosos y destacados venezolanos a nivel mundial: corredor automovilístico de Fórmula 1, jugador de golf en PGA, otro beisbolista Grande Liga con Cy Young, futbolistas goleadores en ligas europeas, Director de Orquesta Filarmónica de primer mundo, Presidente del Comité Internacional de Juristas, emprendedores petroleros con corporaciones propias cuyas acciones se cotizan en reconocidas bolsas internacionales, actor de cine con nominaciones de alfombra roja en Hollywood, diseñadores de modas de prestigio internacional.

No pedimos que los talentos de calidad premium regresen bajando de nivel, como tampoco es conveniente que el país los pierda sin beneficiarse de su excelencia, renunciando ambos a su costo de oportunidad.

Toda decisión individual en este sentido debe tomarse haciendo el balance de la relación costo- beneficio, pero también manteniendo presente el beneficio-país. La estrategia de un país a largo plazo, como se la han planteado los países llamados tigres asiáticos, convertidas en potencias económicas del presente después de superar situación de extrema pobreza en apenas medio siglo.

Venezuela debería ser la mejor arena para los venezolanos, la del menor costo y el mayor beneficio. Comprobado está que no siempre es más fácil producir un dólar en USA que su equivalente en BsF en Venezuela.

El país requiere en primera instancia a los venezolanos y nos necesita a todos ahora, dentro o fuera de sus fronteras geográficas, comprometidos con su potencial futuro y creadores de su merecido destino como nación unida. El éxito del país será también el éxito de todos sus ciudadanos.

Convendría repensar las palabras del estadista americano que pedía a sus connacionales que no se plantearan lo que su país podía darle a ellos sino lo que cada uno de ellos más bien podía darle a su país.

Publicado por:
http://www.abcdelasemana.com/2011/02/10/emigrar-de-venezuela-costo-de-oportunidad/

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