martes, 22 de noviembre de 2011

Violencia y Chávez generan una diáspora venezolana

Por Ángel González y Ezequiel Minaya | The Wall Street Journal, de Houston y Caracas, 19/10/2011

Vida nueva: el exiliado venezolano Stefano Zullian, que es dueño de una tienda de chocolates finos en Houston, en Texas.

Gerardo Urdaneta se mudó a Houston, viniendo de Venezuela, detrás de un empleo en 1998, el mismo año en que Hugo Chávez fue elegido presidente por primera vez. Urdaneta, un especialista en transporte de petróleo, planeaba una parada temporal y ni siquiera quería comprar una casa.

Trece años después, Chávez aún está en el poder y Urdaneta aún está en Texas. Miles de otros venezolanos se unieron a él, y hay tiendas en Houston que ahora venden productos venezolanos importados, como ron envejecido Pampero y queso guayanés.

“Hay venezolanos en todo lugar”, dijo Urdaneta, de 50 años. “Antes, estábamos de pasada. Ahora ya no es más el caso.”

Olas de venezolanos profesionalmente calificados vienen huyendo de la alta criminalidad, de la inflación en disparada y del control estatal cada vez mayor sobre la economía, yendo a países que van de Canadá a Qatar. Los principales destinos americanos son Miami, una meca de las compras para los venezolanos, y Houston, que tiene lazos petrolíferos con Venezuela – gran exportadora de petróleo.

Había cerca de 215 mil venezolanos en los EUA en 2010, ante 91 mil en 2000, informa el Censo americano. El número de venezolanos que vive en España se quintuplicó en el mismo período, para más de 40 mil. Ellos también han migrado a otros países latinos, con gran concentración en Costa Rica, en Panamá y en México.

Esta claro que millones de latinoamericanos emigraron al mundo desarrollado en búsqueda de una vida mejor, pero hasta unos años atrás los venezolanos no formaban parte de esa gran masa. Y los que están partiendo no son generalmente los pobres, pero sí profesionales de clase media.

Ahora, cuando Chávez se trata un tipo no revelado de cáncer – él viajó el domingo a Cuba para nuevos exámenes médicos -, algunos líderes opositores tienen esperanza de concluir su reinado de 12 años en las elecciones de 2012 y atraer de vuelta al vasto capital humano perdido en esa diáspora.

“Vamos a darles a ellos motivos para retornar”, dijo el opositor Henrique Capriles Radonski la semana pasada, en un evento televisado, cuando lanzaba su pre-candidatura a la presidencia para las previas de la oposición.

Algunos venezolanos en el exterior comienzan, por primera vez en varios años, a evaluar un retorno. “Eso es algo que estamos discutiendo mucho”, dijo José Ramos, presidente de la Asociación Cultural Venezolana de Quebec, en Canadá. “Todos están hablando de eso.”

Hasta el momento, la creciente diáspora venezolana resalta la desintegración, en el transcurso de veinte años, de lo que ya fue una de las democracias más ricas y estables de América Latina, aunque hubiera mucha desigualdad.

“Hay una generación que no ve oportunidad en Venezuela”, dijo Carlos Blanco, un ex-ministro venezolano y profesor visitante de estudios latinoamericanos de la Universidad de Boston.

Desde mediados del siglo XX, Venezuela es un gran destino para inmigrantes. Su prosperidad sostenida por el petróleo atrajo a europeos, después de la Segunda Guerra, y a trabajadores y refugiados políticos de países vecinos.

La fuga del país comenzó tras el colapso del precio del petróleo, en 1983, una fecha que los venezolanos conocen como Viernes Negro. Aún hay menos venezolanos en el exterior que personas de los países vecinos más pobres, como Colombia, Perú y Ecuador. Pero las salidas, principalmente de profesionales de clase media, se aceleraron acentuadamente con la Revolución Bolivariana de Chávez, dicen especialistas.

Stefano Zullian simboliza el vuelco en el destino de la sociedad venezolana. Con un MBA de la Universidad Emory, él se mudó a Houston con su mujer el año pasado, para abrir una empresa de chocolates finos. “Venezuela es una ruleta” en términos de seguridad personal y oportunidades de éxito económico, dijo Zullian. Su padre, un inmigrante italiano, apoyó la decisión del hijo porque él, de igual manera, optó por dejar Italia durante tiempos difíciles.

Más que otro factor, los venezolanos están partiendo debido a una tasa de criminalidad en disparada. En 2010, hubo 13.387 homicidios en Venezuela, ante 6.000 en 1999, en el comienzo del régimen de Chávez, de acuerdo con Paz Activa, una organización venezolana sin fines lucrativos vuelta para la seguridad pública. “No son problemas creados por Chávez, pero como no fueron enfrentados, ellos crecieron exponencialmente”, dijo el director-ejecutivo de Paz Activa, Luis Cedeño.

Esther Bermúdez, fundadora de Mequieroir.com, una web de Montreal que ofrece consejo a venezolanos sobre cómo migrar a Canadá, dijo que, en los diez años desde el lanzamiento de la web, ella observó a su clientela cambiar de profesionales en su mayoría jóvenes para familias enteras que dejan atrás vidas establecidas.

Francisco Toro, un blogger venezolano en Montreal, dijo que muchas personas fueron llevadas al exilio tras la tentativa de golpe de Estado contra Chávez en 2002 y de la huelga en la petrolífera estatal, que resultaron en el despido al año siguiente de 20 mil operarios – muchos de ellos salieron del país.

Cuando el gobierno de Chávez comenzó a endurecer su control sobre la economía y a exigir lealtad política de empresas proveedoras y operarios de estatales, muchos profesionales jóvenes comenzaron a dejar el país, dijo Toro. “Si usted era joven e intentaba hacer planes, había muchas áreas que se cerraron para usted”, dijo él.

Chávez, que se afeitó la cabeza y viajó a Cuba para hacerse nuevos exámenes médicos, insiste que está recuperándose del cáncer. Pero, aún si una transición ocurriera, muchos expatriados dicen que probablemente van a quedar al margen de los acontecimientos.

Ramos, que llegó a Montreal hace cinco años sin saber una palabra de francés, dijo que tuvo que salir de Venezuela para sentirse así como venezolano. Él dijo que quedó agotado de un debate político polarizado y generalmente feroz, de la infraestructura deficiente y de una burocracia bizantina. Sobre todo, dijo, el crimen es una preocupación siempre presente.

“No estoy dispuesto a volver a mi país ni que Chávez muera o que haya un cambio de gobierno. Es mucho más profundo que eso”, afirmó Ramos. “Llevaría muchos años para que alguien me convenza de que un cambio ocurrió”.

Publicado por:
http://www.publicaronline.net/2011/10/19/violencia-y-chavez-generan-una-diaspora-venezolana/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EE.UU. condenó la detención de tres activistas opositores en Portuguesa y exigió su liberación, por @monitoreamos

Monitoreamos 29 de abril de 2024 @monitoreamos Estados Unidos condenó este lunes la detención de tres activistas opositores el pasado fi...