“María Inés Pinto, cocinera y chef venezolana radica en Lima, Perú, desde hace 12 años. A pesar del tiempo aun no se adapta al clima limeño y a los matices de la ciudad que comparada con su natal Caracas es un "ciudad gris". Dice que le encantaría regresar porque dejando a un lado el tema político, cree que en Venezuela todavía se puede vivir. "Yo siento que debo regresar a donde pertenezco"
Actualmente, está dedicada de lleno a la enseñanza culinaria en universidades e institutos en el Perú, como el Centro de Formación de Turismo del Perú, del cual fue directora.
"El principal promotor de la gastronomía peruana y su principal imagen, además, es el gran chef GastonAcurio", dice Marinés, "Por cierto, tiene un restaurante en Caracas, el restaurante Astrid y Gaston, que queda en Las Mercedes. Él es ahorita el personaje más importante y más influyente de este boom mundial de la gastronomía peruana. A nivel económico también porque Astrid y Gaston está también en Chile, en Perú, en Londres, en Venezuela, en Madrid y creo que en Nueva York".
—¿Cómo aterrizaste en Lima?
—Terminando el quinto año de secundaria, nos vinimos para Lima, mi mamá y yo (mi mamá es peruana, mi papá es venezolano). Aquí en Lima, busqué opciones para poder estudiar veterinaria. Me di cuenta de que era muy difícil porque, para estudiar veterinaria, tenía que saber historia y geografía del Perú, materia que les dan a los peruanos desde chiquitos. Era muy complicado y yo dije mejor no. Yo de adolescente estaba entre estudiar veterinaria o cocina. Entonces, gracias a ese obstáculo la opción de estudiar cocina se volvió mucho más factible...empecé a buscar escuelas de cocina aquí y encontré una recién inaugurada, Le cordonbleu Perú, y allí estudié 2 años. Me gradué de cocinera en el 2000, hace ya 12 años.
—¿Qué tiene que ver la cocina francesa con la cocina peruana?
—Cómo es Le cordon blue Peru entonces era toda la técnica francesa de la misma escuela de cocina Le cordon blue Paris. Lo bueno de esta escuela es que eran las técnicas francesas aplicadas a la comida peruana, de manera que la comida peruana adquiere un grado de sofistificación mayor, amén de una presentación más estética. Hubo una fusión: a los mismos que obtuvieron la franquicia, que eran franceses, les llamó mucho la atención la gastronomía peruana y decidieron apostar por ella.
—¿Cómo describirías tú a la comida peruana?
—La característica principal de la gastronomía peruana es que es muy variada, tiene mucha fusión. Mucha influencia española, mucha influencia indígena, mucha influencia japonesa y mucha influencia china. La comida japonesa aquí se llama nikkei y la comida china es el famoso chifa, que es comida china cantonesa (hay una inmigración cantonesa muy grande) adaptada al paladar peruano puesto que se hace, básicamente, con productos locales...
—Hay mucha diversidad gastronómica en el Perú...
—¡Muchísima! Esto era un virreinato, había muchos conventos y se desarrolló una tradición muy interesante de los dulces de conventos...
—Pero tú no estás especializada en postres, ¿verdad?
—Sí, yo estudié las dos cosas. Yo me gradúo en el 2000 y regreso a Caracas a trabajar en la inauguración del Hotel Marriot.Después, regreso otra vez al Perú, aprovecho y me pongo a estudiar pastelería 2 años en la misma escuela. Cuando termino de estudiar pastelería, se me presenta la oportunidad de enseñar en una escuela de cocina el Centro de Formación de Turismo- acá en Lima... y después de 4 años terminé siendo la directora de la escuela! Jajaja.
—Parece que no te ha ido mal...
—No me quejo, para nada, me han tratado muy bien aquí. Por cierto, en el ínterin que estuve de directora allí, allá en el 2005, me mandó el Ministerio del Turismo de Perú a París a mostrar la gastronomía peruana en el CordonBleu Paris y en una escuela de cocina muy famosa que se llama Ferrandi. También les hicimos un almuerzo peruano a los periodistas gastronómicos de Paris, utilizando productos típicos de acá como los cereales autóctonos, kiwicha, quinua y cañihua...Es evidente que hay un esfuerzo serio del gobierno peruano ¬y del sector privado también, me imagino- para promover internacionalmente la gastronomía peruana... Hay mucha promoción, cierto, lo consideran uno de los puntos más importantes para promover el turismo. Les están sacando denominación de origen a todo, empezando por el pisco, ahora es el ceviche, y tienen un mercadeo muy fuerte en el exterior para establecer la comida peruana como una de las más importantes del mundo. Hay un boom gastronómico en Perú, es el país de Latinoamérica que tiene la mayor cantidad de escuelas de cocina... También se está realizando en Lima, todos los años, un festival gastronómico que se llama Mistura al que traen figuras importantes de la cocina mundial...
—¿Cómo cuáles?
—Por darte sólo un ejemplo, Ferran Adrian, el gran cocinero catalán, ha venido 2 veces (el festival sólo tiene 3 años) y es un apasionado de la cocina peruana...
—Alguien me dijo que en el Perú todo sabe a pescado porque todo lo alimentan con harina de pescado...
Eso es muy cierto. Solamente se dan cuenta los extranjeros, el consumidor peruano está totalmente acostumbrado a ese sabor. A veces vas a comer pollo, aquí hay un alto consumo de pollo a la brasa, y el pollo sabe a pescado. A mí me ha pasado más de una vez que compras los huevos te saben a pescado. Porque todos los animales son alimentados con harina de pescado, a veces te comes un cochino y el cochino te sabe a pescado, a veces tú comes un pan que ha sido elaborado con el huevo que sabe a pescado, y el pan sabe a pescado. Es cuestión de costumbre, yo lo noto porque soy venezolana y chef, pero es algo muy natural aquí...
—Y. ¿cómo es vivir en Lima?
—Me ha costado el proceso de adaptación. La parte gastronómica es maravillosa para uno como cocinero. Pero es difícil adaptarse porque empezando que el clima es desértico, es una ciudad de costa y el mar es muy distinto al de Venezuela, muy brumoso. La ciudad siempre está encapotada, le dicen "Lima la gris". Para un venezolano que está acostumbrado al verde, al verdor, a ese cielo azul, a ese sol maravilloso que sale por las mañanas, o a la misma lluvia, porque acá en Lima no llueve...
—¿No llueve?
—En Lima no llueve, llueve en la sierra y en la selva, pero en Lima , no. Caen unas gotitas que cuando caen la gente piensa que es un palo de agua, no saben lo que es un palo de agua de verdad, jajaja. La gente se viste siempre con colores muy oscuros y cuando llega diciembre ¬el verano es de diciembre a marzo- la gente se destapa. Ves a la gente caminando por la calle en traje de baño. Ahorita está empezando a irse el sol un poco. También la velocidad de la ciudad es mucho más lenta que la de Caracas...
—¿Y la gente?
—La gente es muy cordial, muy amable. Pero no es como el venezolano que el venezolano es el bochinche, tiene esa solidaridad...en cambio aquí la gente como que es un poquito más cerrada. Tienen una mezcla de la cultura inca y de la cultura española, a veces tú no sabes que están pensando. No quiere decir, para nada, que no sean gente maravillosa, pero, sí, son diferentes...
—¿Cómo percibes a Venezuela cuando vienes?
—Hace poco fui y, por supuesto, tuve la sensación de estar en casa. Ver El Ávila es ya como la locura total. Por mi parte, lo extraño de una manera...dejarlo de ver cuando voy a Venezuela es muy difícil. Hace 2 años, en cambio, fui a Venezuela y sentí que era mi casa pero que, en ese momento, no podía estar allí. Como te dije, hace poco fui y no sabes cómo me ha costado irme de Caracas, me dio un yeyo impresionante, mi percepción cambió totalmente. Sentí que "ya es hora de volver" después de estos 10 años. Mis amigos venezolanos me dicen que estoy loca...
—¿Por qué?
—Bueno porque dicen que en Venezuela todo está difícil. Pero sí se puede vivir aquí, no estoy hablando del tema político, sino de todos los otros aspectos de la vida. Al contrario de mucha gente que se está yendo, yo siento que debo regresar a donde pertenezco. Para mí Caracas siempre ha sido bella con todo el desorden y el caos que tiene...
—¿Te regresarías ahorita a vivir a Venezuela?
—Sí. Por más que la gente piense que estoy loca, sí, no lo pienso 2 veces. Yo tengo que estar allá, yo pertenezco a Venezuela. Me iría con mis 2 chamos que, igual, son venezolanos. La verdad, estoy pensando en cómo lo voy a hacer...Además, quiero estudiar cocina mantuana en el SEGA, jajaja.
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