sábado, 28 de abril de 2012

De Conde a Principal


Por Humberto Silva Cubillan, 30/03/2012

Esquina de Principal.

Escribir con propiedad sobre ciertos lugares de nuestra querida capital, Caracas, lo cual no es nuestro caso, lo con propiedad aclaramos , puesto que a ello ya se dedicaron algunos ilustres caraqueños ,sin embargo el hacerlo no es más que inscribirse en los recuerdos que ellos nos legaron, he allí: don Arístides Rojas; un poco más cerca de nuestros días don Enrique Bernardo Núñez; don Santiago Key Ayala con su Álbum de Caracas, en 1954; en más cercana data doña Carmen Clemente Travieso, de cuyo linaje bien hablan sus apellidos, sangre de prócer independentista, Lino de Clemente, con su interesante y documentada obra: ” Las Esquinas de Caracas “, en el año de 1956, titulo literario imprescindible para la memoria caraqueña. Recordemos a Carlos Eduardo Misle, mejor conocido como "Caremis", con su inolvidable Corototeca, colección de recuerdos de la Caracas de antaño y de la identidad del caraqueño, quien fuera el cronista de la ciudad , aunque nunca recibió formalmente ese título, historiador, periodista, valioso legado dejado , entre sus obras : “El Libertador Simón Bolívar” y “Caracas”.
Catedral de Caracas

Todos ellos, y vaya Ud. a saber cuántos muchos más, no han dado su invalorable aporte a la memoria histórica de una ciudad que vio escaparse parte de sus querencias por los derroteros de los cambios impuestos por la modernidad, en cualquier época, cuota hermosa de un ayer suplantado por el cemento y el hierro, representativos lugares que cedieron compulsivamente sus espacios para dar paso a otros que requerían, por imposición de la realidad, desarrollo o capricho de los urbanistas. Citemos, entre otros: El Silencio, el Centro Simón Bolívar y un tanto más allá la Ciudad Universitaria, el Sistema de la Nacionalidad: Los Ilustres, Los Próceres; reseñados algunos espacios, en su inolvidable obra, por la escritora ya aludida y primera mujer periodista de nuestro país,

Sublime sentir, el de todos ellos y cuantos tantos mas, entrañable y humana expresión de sus mismas raíces, su sentido de pertenencia, el tratar de conservar la evocación auténtica de la ciudad, aquella que durante tantos años comenzó a perder sus techos rojos para dar paso, bien por ocupación, negocios de bienes inmuebles, abandono , o con fines de utilidad pública, manido recurso que han utilizado los gobernantes para acabar con las ciudades, en vez de proteger y conservar sus zonas coloniales, cascos históricos, centros auténticos de un ayer , reflejados en calles, vecindades, esquinas, ventanales, pórticos, callejuelas con adoquines ,que dan cuenta de un ayer que ha debido preservarse. O al menos parte importante de ese tiempo pasado.
Plaza Bolívar

De la destrucción de la esencia de un barrio bien pueden dar fe los maracaiberos quienes vieron desaparecer uno tan de su reconocido gentilicio como El Saladillo, de quien pareciese nadie se apiado ante la destrucción casi completa del vecindario, lleno de edificaciones de los siglos XIX y XX, en sus inicios, arquitectura propia del clima zuliano, casas con su multiplicidad de colores y típicas ventanas, nostalgia de una ciudad influenciada por los grados de su clima, quedando sólo retazos periféricos, la calle Carabobo, de lo que se ha dicho pudo haberse reconocido como "patrimonio cultural de la humanidad", para hacer particularmente nada comparable con lo que se perdía bajo las irreverentes cuchillas del bulldozer, ante la nostalgia de un pueblo que veía desvanecerse lo que tanto era de su alma, o cuando menos parte importante, de su identidad zuliana.

Estas dos esquinas caraqueñas, Conde y Principal, exaltadas a los sublimes tabernáculos de la música venezolana , melodía inmortal de la inspiración del gran maestro Aldemaro Romero, son punto de convergencia de quienes por la más variadas razones su actividad de trabajo está vinculada a su diario transitar, generalmente de trabajo, vaya Ud. a saber si también de grupos que han hecho de esas esquinas , más aún la de Principal, color amarillo el de las paredes de la Cancillería, colindando con la Gobernación y el Teatro Principal, obra del Arq. Gustavo Wallis Legorburu, en 1931, decoración de Carmen Helena de Las Casas, ángulos que hacen vida en común frente a la Plaza Bolívar, asomándose por allá con cierta timidez la cúpula de la Catedral; sus mentideros políticos, dándole una connotación de cuyos grados de efervescencia , llega a niveles como para , en ocasiones, quienes por ese agitado lugar se pretendan acercar, cuando mejor opten por evadirla.
Gobernación

Ubicadas en la Parroquia Catedral, siendo una de las 22 parroquias que forman parte del Municipio Libertador de Caracas, es el centro histórico de la capital venezolana limitando por el norte con la Parroquia Altagracia; al sur con las parroquias Santa Rosalía, Santa Teresa y San Juan; al este limita con la Parroquia Candelaria y al oeste con la Parroquia 23 de Enero; es una de las zonas de Caracas de mayor interés histórico, arquitectónico y comercial de la ciudad.

De grata recordación de nuestra parte, razones de responsabilidades de trabajo por esos mentideros bastante caminé, espacio que los hice propios cuando aún se podía de ellos hacer legitimo uso, sin convertirse en un turismo de aventura, por los peligros que hoy día allí se corren, bien sentándome con toda tranquilidad en la silla del limpiabotas, leyendo el diario, ya aceptando la invitación de las puertas abiertas de la Catedral, piadosas oraciones seguro estoy recorrían el silencio de aquel recinto católico, cuantas veces acompañado de mi amigo Mons. Monterrey; por las tardes asistir a alguna retreta con la Banda Municipal, entre semana; nada despreciables los condumios del Café del Museo, ubicado en el Museo Sacro donde funcionó el antiguo cementerio de la Catedral de Caracas, el cual fue construido por decisión del cabildo civil en 1673, camposanto que dejo de serlo cuando en 1872 el Presidente Antonio Guzmán Blanco emitió un decreto que prohibió el funcionamiento de seminarios en el país y cuatro años después emitió otro en el que creaba el Cementerio General del Sur y prohibía la inhumación en antiguos cementerios de la ciudad, incluyendo dentro de las iglesias y capillas, razón por la que el cementerio dejó de funcionar.
Casa Amarilla

De Aldemaro Romero, compositor y ejecutor del vals :"De Conde a Principal", mucho de mi gusto y disfrute , y un sin número de composiciones musicales, al revisar su hoja artística, podemos expresar que fue el músico más completo, más polifacético, más innovador y de mayor talento que ha tenido Venezuela, el más universal de los músicos venezolanos fue también , sin dudas, uno de los más interesantes compositores nacionales, en la coexistencia de sus dos caracteres, el músico popular y el creador de música culta, en ambos casos logró cosechar reconocimientos internacionales, interesando por igual a los editores de música, a intérpretes y al público de numerosos países. Dejó una influencia renovadora y determinante en la música popular venezolana, en sus inicios con sus arreglos para el LP “Dinner en Caracas”, concebido en la década de los años 50, con lo que se cambió el lenguaje sonoro de nuestra música y demostró que ésta podía presentarse en una dimensión universal, para obtener de este modo aceptación por parte de las más exigentes audiencia comprendiendo mejor la nostalgia del vals criollo, el lamento desconsolado del polo margariteño, el olor a montaña fresca del bambuco tachirense y el horizonte infinito de la música llanera.
Teatro Principal

Al querer rendir un modesto homenaje a Aldemaro Romero, valenciano aquerenciado en Caracas, en tiempos estos en los que se celebra el 444 aniversario de la fundación de la Capital de Venezuela, nos es dable reseñar elementales aspectos, resaltantes, de su vida, dilatados conocimientos musicales cimentados en su formidable aptitud que le permitieron conocer e impregnar el hecho musical desde la figura del ejecutante, hasta arreglista y director, adecuada mixtura de talento, ilustración y experiencia que fue lo que le dio brillo a su productiva carrera, la cual comenzó al iniciarse como prematuro guitarrista y locutor infantil en la radio de Valencia, donde nació en 1928, y culminó al ser reconocido mundialmente como respetado compositor de complicadas y originales obras de carácter académico, de las cuales dejó más de ochenta , muchas de ellas sin estrenar , cuando falleció en 2007, a la edad de 79 años.

Sus valses criollos quedaron muy asentados en el sentir popular venezolano y son de los más bellos que se hayan escrito en nuestro país, en particular hay tres imaginados en un excelente lenguaje , de sublimes entonaciones e inspiración claramente caraqueña : De Conde a principal, Catuche y Dos Golondrinas, piezas dedicadas a la ciudad de Caracas, celebración de la fecha de su fundación a la que nos adherimos, llevándolos en esta ocasión de la mano y la batuta del Maestro Aldemaro Romero, recorriendo parte de nuestra ciudad por los senderos de Conde a Principal, dejando en estas líneas nuestra gratitud a la ciudad por habernos permitido desarrollar nuestra carrera profesional y sobre todo haber sido el lugar en el que nuestros hijos adquirieron su gentilicio: Caraqueños.

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