viernes, 1 de junio de 2012

Ante esta situación de incertidumbre… ¿Qué hacemos?



Por Luis Pedrozo, 25/05/2012

Dentro de poco más de un mes comenzarán las campañas de forma oficial para las elecciones del 7 de octubre de este año. Sin embargo, a diferencia de muchos Estados en que opera cierta calma y estabilidad como otros países de Latinoamérica y de Europa, nos encontramos con contexto prelectoral nada fácil. Las fuertes tensiones entre los bandos de la oposición y del oficialismo y las luchas por diversos intereses entre sectores sociales han creado un contexto informativo poco claro sumergido en una gran cantidad de afirmaciones contradictorias  con interpretaciones distintas. El clima de incertidumbre sobre qué es lo que ocurrirá dentro de estos meses se resume, en cierta medida en estas preguntas, ¿habrá elecciones? ¿Chávez será candidato por parte del PSUV? ¿Quién ganará? ¿Se desencadenará algún conflicto? Evidentemente las encuestas no nos dicen nada: hay tantas y tan contradictorias que es difícil escoger a una como correcta. Y menos aún no podemos fiarnos de ningún periodista que afirma saber la verdad, no porque sea mentiroso, sino que no tenemos todavía pruebas certeras y claras de lo que está pasando: el tiempo dirá quién tiene la razón. Ahora bien en estos meses hasta el 7 de octubre podemos resumir las probabilidades de lo que acontecerá en una sola pregunta: ¿Se celebrarán las elecciones?

De momento dichas elecciones se celebrarán, ya que al perecer no se han creado unas condiciones inmediatas a la producción de la suspensión de las mismas. Por tanto, lo más acertado es intentar mantener en la conciencia colectiva de la ciudadanía venezolana la importancia del voto junto con la realización de otras actividades relacionadas. Si por cualquier causa las elecciones se suspenden, entonces de acuerdo con la situación y con el contexto dichas actividades cambiarán. Si se suspenden las elecciones por haberse declarado un estado de excepción sin causa justificada, por ejemplo, tendríamos que actuar para llamar la atención de los organismos internacionales.

La situación actual es esta, pero actuar como si algunos de esos acontecimientos que se podrían dar se diesen por ciertos no nos lleva a ningún lado. Hay que actuar según el contexto en el que nos desenvolvemos y no hechos hipotéticos que ocurrirán en el futuro como la muerte de cierta persona o la victoria de otro. Si las circunstancias cambian, pues, hay que cambiar las actuaciones según las mismas. Nadie tiene certeza absoluta de la verdad porque si incluso alguien sabe con certeza que el presidente está enfermo no puede anticipar cuáles serían las consecuencias de su muerte o incapacidad en el plano político. Aunque hay que planificar ciertas actuaciones si dichas hipótesis se llegan a producir, porque todo es posible.

“Juramento de Roma” debe seguir su labor, incentivando a la ciudadanía venezolana que trabaje por la realización plena y efectiva de los Derechos Humanos de acuerdo a las circunstancias presentes.

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