Por Paciano Padrón, 15/06/2012
Es miedo y es
atropello al derecho al voto de veinte mil electores, exactamente de 19.542
venezolanos, a quienes no se les abrirá su centro electoral en Miami sino que
los pelotean para votar en New Orleans. ¿Cómo cambiarle a un elector su mesa
electoral a 1.387 kilómetros de distancia? Por supuesto que para un régimen
corrupto y violatorio de los derechos ciudadanos la razón es simple, más del 90
% de los votos en el exterior son contra Chávez, así ha sido en todas las
elecciones. Quien respira en un país libre, no puede votar por el atraso y el
primitivismo centralista y absolutista.
El miedo de Chávez
que impuso al CNE la decisión de Miami, es el mismo miedo que obligó al TSJ
prohibirles al PPT y a PODEMOS -sus antiguos aliados- inscribir la candidatura
de Capriles. Es como para no creerlo, el TSJ con indignidad y descaro decadente
que anuncia el fin del régimen, designó nuevas autoridades provisionales de
ambos partidos y les ordenó no inscribir a Capriles. Pagarán los dóciles y
genuflexos magistrados; el tiempo de Dios es perfecto. Ismael García respondió
con enojo: "Usted, señor Presidente, puede tener el TSJ para darle órdenes
y para resguardar delincuentes y narcotraficantes, pero no tiene la fuerza ni
convocatoria del pueblo y recurre al robo. Disponga con sus tribunales como
quiera, pero nunca expropiará la dignidad de este partido y la fuerza del
pueblo. No va a detenernos. A este partido no hay manera de sacarlo del
camino".
No me equivoqué.
Cuando Chávez injustificadamente y sin lógica alguna ordenó a comienzos de año
cerrar el Consulado de Venezuela en Miami, dije -y está escrito- que más que un
error diplomático, era una agresión contra los doscientos mil venezolanos
residenciados en el área geográfica del Consulado de Miami, que atiende los
estados de Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Florida,
compatriotas que se quedaron sin asistencia del Estado venezolano. Mil trabas y
triquiñuelas han permitido que apenas algo menos de 20 mil compatriotas hayan
podido inscribirse o reubicarse para votar en Miami, que no obstante es
actualmente el centro electoral más grande de Venezuela, ningún otro le llega
ni a la mitad. El cierre del Consulado significó el fin de las inscripciones en
el RE en la región, y ahora, en lugar de abrir centros electorales en las
ciudades más importantes del área consular, obligan a los electores a
trasladarse al centro electoral más cercano, a 1.387 kilómetros de Miami.
Capriles se ha
comprometido a acercar el servicio consular a los venezolanos en el exterior,
adonde quiera se encuentren en número significativo, además a que se preste
cabalmente la atención consular, como ordenan las leyes y la Convención de
Viena. También está comprometido con la "facilitación del ejercicio del
derecho al sufragio", hoy obstruido por el CNE y los Ministerios de
Relaciones Exteriores e Interiores, por lo que ofrece: 1) "La
identificación oportuna de los venezolanos con su cédula de identidad emitida
en los consulados" (hoy sólo se emite en Venezuela); 2) "La
inscripción y traslados en el RE, sin trabas" ni obstáculos burocráticos y
leguleyos, y 3) "La multiplicación de centros electorales en el exterior,
más allá de las sedes consulares, para acercar la mesa de votación a los
electores, en cumplimiento de los mandatos legales hoy ignorados".
Por supuesto que
de privar el grosero y brutal atropello, muchos de los venezolanos en Miami
peregrinarán a Houston a votar, pero antes hay que dar la pelea. Propongo: 1)
Solicitar al TSJ la nulidad de la írrita decisión del CNE; 2) Manifestaciones
permanentes y diarias ante todas las embajadas y consulados de Venezuela en el
mundo; eso mueve al régimen; 3) Denunciar el atropello ante los organismos
internacionales, y 4) Exigirle al CNE rectificar. No obstante el ventajismo
abusivo y delictual, vamos a ganar. Cuando un pueblo se pone en marcha, nada ni
nadie lo detiene. E-Mail: pacianopadron@gmail.com. Twitter: @pacianopadron.
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