Por Ismael Pérez Vigil,
11/10/2017
Los datos que presento a
continuación no pretenden llenar el vacío de la falta de estudios con respecto
al fenómeno de la abstención, son solo algunas cifras para reflexionar al
respecto. He tomado solo cifras oficiales del CNE que cualquiera puede corroborar
y solo sobre algunos eventos electorales: presidenciales, Asamblea Nacional,
referendos, elecciones de Asamblea Constituyente y desde luego elecciones de
gobernadores, que es el tema que hoy tenemos sobre la mesa. No se dispone de
cifras de los dos referendos de 2007 y no hay tampoco cifras completas de las
parlamentarias de 2005.
Desde 1958 se han realizado 33 de
estos eventos, pero solo tenemos cifras de abstención de 30 de ellos. El
promedio de abstención de estos 30 eventos fue del 34%. Como ya sabemos, el
promedio de abstención más bajo se da en las elecciones presidenciales:19%;
pero este promedio está sesgado por las bajas abstenciones de los cuatro
procesos presidenciales entre 1958 y 1973, que fue del 6%.
En 1978 se produjo el primer
“salto” en la abstención que fue del 12%; el promedio de abstención desde ese
proceso y durante los cuatro siguientes, hasta 1998, fue del 27%. En 1993 se
produjo un segundo “salto” en la abstención, subiendo 21 puntos para ubicarse
en 40%; fenómeno signado sin duda por los intentos de golpes de estado de 1992
y la crisis política que se desató en el país; desde ese entonces la abstención
para cualquier proceso electoral se ha situado en un promedio del 34% y no ha
descendido. Sin duda este “salto” en la abstención y que se haya mantenido alta
se debe al fenómeno del sesgo antipolítico y antipartidos que ha caracterizado
a la sociedad venezolana desde mediados de los años 70 y hasta el día de hoy,
reforzado por el hecho de que en la Constitución de 1999 el sufragio es un
derecho y no un deber, como lo era en la de 1961, inclusive con aplicación de
sanciones a quienes no votaban.
Como dato curioso, en los cuatro
procesos electorales presidenciales que se han efectuado desde el año 2000,
bajo la nueva Constitución, la abstención también fue del 27%. Luego es falsa
esa afirmación de que la participación electoral ha aumentado con el denominado
“proceso revolucionario”. Así lo confirman también los referendos
constitucionales, pues en los dos de los que se disponen cifras –los de 1999–
la abstención en uno fue del 62% y en el otro 54%; la más alta, del 44%, fue en
el 2000 con la “relegitimación” de Hugo Chávez. Ni siquiera el importante
referendo presidencial de 2004 –contra Chávez Frías– movió a la población a
votar, pues la abstención fue del 30% y una de las abstenciones más altas ha
sido la elección de la Asamblea Constituyente de 1999, que fue del 54%.
Las elecciones parlamentarias y
las de gobernadores tienen niveles bajos de participación. El promedio de
abstención de los seis procesos parlamentarios de los que se tienen cifras
–desde que se separaron de las presidenciales en 1993– es del 38% y peor aún es
el caso de las elecciones de gobernadores, cuyo promedio de abstención es del
47% desde el año 1989.
Detengámonos en las cifras de
gobernadores, para ver el efecto que ha tenido la abstención en este tipo de
elección. La primera observación es que la elección de gobernadores siempre ha
estado signada o impactada por los acontecimientos políticos recientes y los
resultados electorales de otros procesos.
Para analizar este punto, veamos
este pequeño cuadro que contiene el porcentaje de abstención desde el año 2000
en las elecciones de gobernadores, y tomaremos como referencia el año 1998, año
en el que se celebraron las últimas elecciones bajo la Constitución de 1961
cuando la oposición obtuvo 17 gobernaciones, solo para ver la evolución de ese
número.
- En el año 2000, como efecto de la relegitimación de los poderes bajo la nueva Constitución, la “sombra” de los triunfos de los referendos constituyentes y el efecto “porta avión” de la mega elección de ese año, la oposición perdió 10 gobernaciones, quedando nada más con 7.
- En el año 2004, después del referendo revocatorio en el que salió triunfante Chávez Frías y la oposición reclamó “fraude”, la abstención se incrementó al 48% y la oposición perdió 5 gobernaciones, manteniendo solamente dos: Nueva Esparta y Zulia.
- En el año 2008, la abstención promedio bajó 14 puntos, hasta el 34% y la oposición se recuperó y obtuvo 5 gobernaciones: Carabobo, Miranda, Nueva Esparta, Táchira y Zulia y pudo haber ganado otras cuatro –Bolívar, Cojedes, Falcón y Mérida– de no ser por los elevados porcentajes de abstención en esos estados, 31%.
- En el año 2012, tras el revés electoral de Capriles Radonsky frente a Chávez Frías y el reclamo de muchos opositores nuevamente con relación a un supuesto “fraude” y llamados a la abstención, ésta se incrementó 16 puntos, llegando al 50%, lo que ocasionó que la oposición se quedara solo con 3 gobernaciones, Amazonas, Lara y Miranda; ganando la de Amazonas y perdiendo las de Carabobo, Nueva Esparta, Táchira y Zulia; y más grave aún, perdiendo la oportunidad de ganar Aragua, Barinas, Bolívar, Mérida y Monagas, debido a los altos niveles de abstención en esas entidades, 50%.
De manera que para mí es claro, a
partir de estas cifras, a quien ha perjudicado la abstención, en general, y en
las elecciones de gobernadores en particular. En el electorado venezolano hay
un “peso muerto” del 34%, que cuando se eleva, perjudica a la oposición y
cuando se mantiene en ese punto o desciende, como fue el caso de las elecciones
parlamentarias del 2015 que bajó al 26%, se obtienen grandes beneficios. De
allí el empeño de la dictadura en promover la abstención y la importancia para
la oposición de hacer un esfuerzo por reducir sus niveles el 15-O y bajar el
“peso muerto” de la abstención.
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