ROBERT MUR 25 de enero de 2018
Venezuela
empezó a cumplir sus amenazas contra la UE y especialmente contra España. El
gobierno chavista declaró ayer persona non grata al embajador español en
Caracas, Jesús Silva, y lo expulsó del país. El ministerio de Exteriores
venezolano considera en un comunicado que el diplomático ha cometido “continuas
agresiones y recurrentes actos de injerencia en los asuntos internos” de
Venezuela y acusa al gobierno de Mariano Rajoy de liderar las acciones europeas
contra el ejecutivo de Nicolás Maduro. Madrid informó que responderá “con
proporcionalidad” y “reciprocidad”.
La
expulsión del embajador no supone la ruptura de relaciones diplomáticas, pero
provocará la congelación de las mismas, lo que puede afectar al trato que
reciben las multinacionales españolas establecidas en Venezuela. La decisión de
Caracas se produce después de que el chavismo amenazara a España y al resto de
gobiernos europeos con tomar represalias tras las recientes sanciones contra el
gobierno venezolano impuestas por la UE. Y también después de que el miércoles
el ministerio de Exteriores boliviariano llamara a consultas a su embajador en
Madrid, Mario Isea, a causa de la “agresión injerencista y colonialista”
española.
La
expulsión del embajador español no supone la ruptura de las relaciones
diplomáticas entre ambos países, pero puede afectar al trato que reciben las
multinacionales españolas establecidas en Venezuela
La
cancillería bolivariana indica en el comunicado que el detonante de la decisión
son las declaraciones de Rajoy del miércoles “en relación a las medidas
restrictivas, contrarias a los más elementales principios del Derecho
Internacional, que ha aplicado de manera errática y unilateral la Unión Europea
contra altos funcionarios y jefes de Poderes Públicos venezolanos”. Rajoy había
dicho en Onda Cero que las sanciones establecidas por la UE son “muy merecidas”
y que son “leves por las brutales decisiones y por la forma de entender la
democracia del señor Maduro”.
Las
sanciones apuntan a altos dirigentes venezolanos, que no podrán viajar a la UE
y cuyos activos financieros han sido congelados, como el número dos del
chavismo, Diosdado Cabello, el ministro del Interior, Néstor Reverol, o el
director del servicio de inteligencia (SEBIN), Gustavo González.
Antes
del aval del presidente español a las sanciones, Maduro había cargado el martes
contra Rajoy, tildándolo de “colonialista”, “racista” y “corrupto”. “Mariano
Rajoy, ponte en cuatro paticas compadre, que este pueblo lo que te va a dar es
pela (azotes)”, dijo Maduro, a lo que el líder español se limitó a responder:
“Me trae sin cuidado”.
El
largo comunicado del ministerio de Exteriores venezolano justifica la expulsión
de Silva porque asegura que Rajoy recibió “infames instrucciones” de Donald
Trump cuando lo visitó en Washington en septiembre pasado, donde el mandatario
español se habría comprometido a “asumir el liderazgo de la conspiración en
Europa, con el fin de concertar ataques a la soberanía e independencia del
Pueblo venezolano con sus socios europeos”.
Además,
para justificar la expulsión del embajador, la nota diplomática enumera los
principales conflictos y problemáticas de la socidad y la política españolas,
como “los deshaucios diarios”, “las tasas de desempleo más alarmantes de
Europa”, “los escandalosos casos de corrupción” o “el uso de la represión
policial para secuestrar el derecho a decidir del pueblo de Catalunya”. “El
pueblo venezolano afortunadamente no tiene que sufrir las secuelas de
semejantes políticas de Estado”, añade el comunicado.
El
ministro de Exteriores español, Alfonso Dastis, explicó desde el foro económico
de Davos que España responderá “con proporcionalidad y reciprocidad a
Venezuela”. Dastis rechazó las acusaciones de “injerencia” vertidas por su
homólogo venezolano, Jorge Arreaza, y negó que Madrid haya ejercido un
liderazgo en las sanciones, que fueron impuestas, por “unanimidad” de los 28
países de la UE, recordó. No obstante, Rajoy también había remarcado a Onda
Cero: “Me parece sensato y razonable que la Unión Europea se ocupe de este
tema, que España lidera, porque es su obligación”.
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