Noticias Caracol 09 de marzo de 2018
Daniel
Carmona llora y no es para menos. Tuvo que dejar a su hija de 9 años y cruzar
la frontera, todo por buscar un mejor futuro para ella.
“Lo
que me decía es que no la fuera a olvidar, que estuviera pendiente, que la
llamara. Le dije ‘no te preocupes que yo lo voy a hacer’”, relató antes de
romper en lágrimas y revelar que lleva tres días sin poder oír la voz de la
pequeña.
La
durísima crisis que vive Venezuela obligó a Daniel y sus dos hermanos a
abandonar su patria. De la difícil situación económica habló uno de ellos.
“En
pocos días todo se fue a la nada. Quebramos porque la inflación se comió todo.
Como los costos están tan elevados, alcanzan en la actualidad para comprar un
kilo de queso y un cartón de huevo. En eso se va el sueldo de un mes de
trabajo”, relató Pablo Carmona.
La
tristeza también tiene rostro de mujer. Es el caso de Kattiuska Jiménez, que en
medio del llanto describió el momento en que tuvo que separarse de sus hijos.
“No me
querían soltar. Fue algo muy doloroso, pero tengo que hacer el sacrificio por
ellos porque no hay futuro”, dijo.
La
venezolana dejó a su familia, pero viajó con una vecina para ayudarla con su
silla de ruedas. Luego del agotador recorrido, que implica subir y bajar de
buses por varios días, sueña con volver a tener a sus pequeños a su lado.
El
ingreso de venezolanos a Ecuador va en aumento, entre 2016 y 2017 se incrementó
en un 181% pasando de 102.000 personas a 288.000. Unos se quedan en el vecino
país, pero la mayoría prosiguen su recorrido hacia el sur del continente.
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