Nayzai Saavedra | Daniel Goncalves 06 de abril de 2018
@NBSaavedra /
Daniel Goncalves
Ante
el sostenido aumento de la migración venezolana, queda en manifiesto el duelo
migratorio, una consecuencia que se genera en ambas direcciones, tanto para los
que se deciden irse del país en busca de una mejor calidad de vida, como para
los familiares y amigos cercanos que se mantienen atrás.
Siboney
Pérez, terapeuta y coach en psicología, indicó que para los que se quedan
tampoco es fácil.
Para
estas personas se genera vacío, ansiedad, tristeza e incertidumbre porque no
saben qué situaciones va a tener que superar esta persona y si esto se acentúa
puede profundizar en depresión.
Explicó
que en estos casos los adultos mayores deben acostumbrarse a altas tecnologías
para comunicarse, aunque esto no satisface ni sustituye la intimidad y el
contacto humano, las personas sienten que pierden sus círculos sociales y se
sienten mal por eso.
Los
jóvenes manifiestan que no tienen con quien salir y esto genera un sentimiento
de soledad, de aislamiento social: “Para compensarlo muchos recurren a
conductas tóxicas que no son tan buenas, para no sentir”, señaló.
Pérez
compartió que ha tenido pacientes que tienen a toda su familia fuera y que han
recurrido al alcohol.
En
cierto modo es algo parecido al síndrome del “nido vacío” - que se da cuando un
hijo se casa- con la diferencia de que el sentimiento de pérdida se acentúa
porque la persona no va a estar cerca y no hay perspectiva o esperanza de
cuándo se van a volver a ver por el tema de los altos costos de los pasajes.
Recomendaciones.
Lo que la terapeuta recomienda es que la familia debe sentarse a discutir,
exponer adecuadamente las razones de por qué se van y por qué se quedan, ya que
ambas son válidas y respetables.
También
debe informarse con tiempo, de modo que se pueda ir manejando el duelo de
separación, que se hable sobre lo que va a pasar, sobre lo que sienten y
aseguren un tipo de comunicación.
Pérez
analizó que cuando una persona ya no está en la vida cotidiana de otra se
pierden hábitos, costumbres, en muchos casos se pierde la dinámica familiar y
social. Por lo que lo ideal sería generar redes de apoyo entre los que se
quedan o intentar ocupar esos tiempos que solían dedicarse en común a otro tipo
de actividades sanas, como las de ayuda y solidaridad que proporcionen
bienestar.
El que
migra, generalmente se va con un sentimiento de culpa de que dejará a sus
familiares sin saber que va a pasar en el país, la especialista considera que
deben aprender a manejar esa carga de la historia que llevan a cuestas.
“El
que se va y el que se queda, ambos deben prepararse en cuanto recursos
internos, para manejar los niveles de estrés y ansiedad, sucede que muchos lo
toman a la ligera y caen en depresión”, explicó.
En los
más chamos. Niños y adolescente afrontan la realidad por la que transita el
país, personas cercanas a su círculo social, incluyendo padres, deben migrar
hacia otros países como medida de protección y en búsqueda de mejores fuentes
de ingreso.
Estos
duelos migratorios, en algunos casos, repercuten en alteraciones emocionales en
el niño y adolescente cuando los procesos no son bien llevados.
María
Isabel Parada, fundadora y presidenta de la ONG Psicólogos Sin Fronteras de
Venezuela, informó que a los niños y adolescentes se les dificulta mucho estos
procesos, sobre todo si estas separaciones se alargan.
Señaló
también que en estos casos de duelo, la buena comunicación y compresión de el
niño o adolescentes son esenciales a la hora de abordar estos temas “tienen que
recibir mucha comunicación, mucho apoyo emocional.
Cierto
tipo de información que varía por la edad, pero en general un niño de 3 o 4
años puede entender perfectamente que uno de los padres o ambos lo dejarán por
un tiempo en el país”. Hay que tomar en cuenta que cada vez hay más chamos se
quedan bajo el cuidado de abuelos, tíos e incluso primos.
Asimismo,
Parada explicó que debe existir una planificación al momento de comunicarle la
noticia al niño “deben decirlo apenas los padres tomen la decisión”. Consideró
un error el hecho de impactar al infante o adolescente pocos días antes del
viaje.
Es necesario
un preparación previa “donde se hable con él, se explique a qué país viajará,
los cargos laborales que van a ejercer, con quién los van a dejar”.
De
igual forma, hizo énfasis en la importancia que posee la comunicación a
distancia. Recalcó que en la actualidad los medios digitales o tradicionales
son unas herramientas que facilitan mantener un tipo interacción afectiva con
sus allegados. Los padres no deben descuidar la comunicación, es importante
tener un contacto ameno y constante por estas vías, señaló.
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