BELÉN CORONEL 23 de mayo. de 2018
Llegan a Río Negro y Neuquén
en busca de una mejor situación, en medio de la grave crisis económica de su
país. Luego le envían ayuda económica a sus parientes.
Javier Azam asegura que la inestabilidad económica y la
inseguridad que se vive en Venezuela fueron los motivos que llevaron a emigrar
de su país. Llegó al Alto Valle hace tres meses y al poco tiempo logró
conseguir trabajo en un comercio cipoleño. El joven de 22 años ayuda a su
familia a la distancia, no solo en el aspecto económico sino también en lo
emocional. A miles de kilómetros de Caracas, su ciudad natal, asegura que son
muchos los que eligen otros lugares para vivir y además afirma que la gente “ya
está cansada” y no sabe en quién confiar.
Son muchas las familias venezolanas que eligen Argentina
para vivir. Algunos cuentan con amigos o conocidos pero otros no, y ahí es
cuando surgen lazos a través de los grupos que se forman en las redes sociales.
El grupo de Facebook “Venezolanos en Argentina”, tiene
más de 93.000 miembros. Allí se consigue información general, se aportan ideas,
proyectos y además se realiza búsqueda laboral. Neuquén también tiene su
agrupación con más de 1.000 integrantes. Los recién llegados a la zona pueden
contactarse con sus pares y en algunos casos, se realizan colectas de insumos
básicos para quienes más lo necesitan.
Javier llegó hace tres meses a Buenos Aires y fue recibido
por su prima y una amiga. La vorágine de la gran ciudad le recordaron a Caracas
es por eso que prefirió recorrer el Alto Valle. Así fue como conoció
Cipolletti, el lugar que le brindó la tranquilidad que buscaba.
Con un halo de nostalgia explica que extraña a sus
afectos, la comida y las playas venezolanas. Más allá de esto, tiene planes de
instalarse definitivamente en la zona; aquí tiene un trabajo estable y además
lo entusiasma la idea de comenzar a estudiar psicología.
“La gente está cansada”, asegura. “Hay personas que se
mueren porque no hay antibióticos, y eso es lo más importante (...) la gente
sobrevive como puede”, remarca.
“La mayoría son profesionales. Hay gente que consigue
ejercer su profesión pero otros tienen que pasar por muchos trabajos para
lograrlo”.
Andreína Velasquez, venezolana en la región.
Un grupo que genera vínculos a traves de las redes
sociales
El grupo “Venezolanos en Neuquén” recibe y ayuda a los
residentes de ese país que se acercan a la zona por diversos motivos . El
vínculo se genera a través de Facebook, Instagram y Whast App.
“La situación en Venezuela es catastrófica y se demuestra
con las personas que han salido de nuestro país, lamentablemente, buscando un
mejor porvenir”, remarca el Dalmiro Velásquez, docente jubilado y padre de
Andreína, una joven que vive en Cipolletti hace tres años.
Desde hace unos meses, Dalmiro y su compañera de vida,
Nancy, están de visita por la zona. Ambos son testigos de la realidad social
que atraviesan y también de la cantidad de personas que deciden emigrar a
países cercanos en busca de una vida mejor. Los jóvenes, explica, se van en
busca de empleo para brindar ayuda económica a las familias que quedan en su
lugar de origen. “Venezuela no se merece esto”, dice Dalmiro con angustia en
sus palabras.
Mientras habla, lo escuchan atentamente su hija,
Andreína, y también Isabel Malvar, ambas integrantes del grupo “Venezolanos en
Neuquén”. Son muchos los venezolanos que estrechan una mano a los recién
llegados.
“La mayoría de los chicos que vienen a la zona es para
trabajar en el petróleo. Son muchos los que llegan por esto pero también hay
otra parte que está saliendo de Venezuela en busca del trabajo que encuentren
(...) hay quienes viajan hasta unos 9 días en colectivo; llegan en una
situación muy precaria. La mayoría son jóvenes que llegan a buscar trabajo en
estas tierras”, explican Isabel y Andreína.
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