Iraida Blanco 11 de junio de 2018
Yo que
no soy Presidente de la República Bolivariana de Venezuela ni del IVSS, sino
una triste y anónima ciudadana y despensionada venezolana en el Exterior, es
que se me cae la cara de vergüenza con la noticia que rompió las redes de
España este Domingo 10.
Ya
había amanecido triste pues era el 51 aniversario de la muerte de mi papá quien
no se si descansa aún en paz en el Cementerio General del Sur y deseaba vivir
mi tristeza (uno debe agotar sus estados de ánimo); y pensaba yo, como siempre
lo hago cuando me encuentro viviendo alguna adversidad, que si el hubiese
vivido más tiempo tal vez yo no estuviese escribiendo esto.
Cuando
comenzó el celular a atormentarme por la noticia del día: dada la penosa
situación que vivimos los pensionados venezolanos en el exterior -"extrema
vulnerabilidad social" como podrán leer-, quienes desde Enero de 2016 no
recibimos nuestra pensión de vejez y absolutamente ninguna autoridad se
pronuncia al respecto en Venezuela, el Gobierno de Canarias, a partir del Lunes
11 de Junio, otorgará una ayuda única de €5.164,60 a los pensionados españoles
retornados y residentes en el Archipiélago, que trabajaron y cotizaron en
Venezuela haciéndose acreedores de su pensión y que no la reciben desde la
fecha antes citada. Por supuesto que los venezolanos no estamos incluidos y,
gracias a Dios, porque qué vergüenza ajena que el Gobierno canario se subrogue
-aunque sea con una ayuda temporal-, en una obligación que sólo corresponde al
Gobierno venezolano.
Yo no
sé Maduro, pero a mí me educaron y me enseñaron a tener vergüenza. Porque eso
es como si yo estuviese celebrando con manjares y espumosas mi cumpleaños y
bailando salsa, y viniese el vecino a alimentar a mis hijas. Pienso también que
el personal diplomático y consular acreditado en toda España debe sentir pena
ajena similar.
Porque
no somos unos jovencitos veinteañeros. Somos unos ancianos y ancianas todos:
españoles retornados y venezolanos con una vida de trabajo venezolana; que
alimentamos al IVSS con nuestro salario: el 4% + el 9, 10, u 11% del aporte
patronal por cada uno de nosotros y que estamos amparados por los Convenios 128
y 131 de la OIT, por Convenios Bilaterales, por la CRBV, por una Ley refrendada
por el propio Presidente Maduro cuando era Canciller y por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos. Y nadie, absolutamente nadie del gobierno de
Venezuela dice ni "ñe" al respecto durante dos años y medio.
Bueno
sí, alguien se pronunció: el propio Presidente Maduro dizque resolvería el
problema en Diciembre del año pasado. Pero ha mentido y aquí estamos unos
viejos venezolanos de pasapena viéndolo a él con su "100% de
pensionados" y una "Seguridad Social ejemplo para toda
Latinoamérica", como escribió en El País (El País!) el día 3 de Mayo.
Porque él invitó a leer su artículo de "democracia protectora". Y yo
lo leí, claro. El propio artículo pre electoral muy protector que nos conduce a
esta situación, dentro y fuera de Venezuela.
Las
condiciones y requisitos para que los españoles retornados residentes en
Canarias accedan a esa ayuda social del gobierno canario las pueden leer en el
link al pie. Un solo link porque el texto es el mismo en todos los diarios.
Me
alegro por los despensionados venezolano-españoles retornados residentes en
Canarias porque al menos algunos de nosotros podrán paliar en alguna medida
tantas necesidades, pero como despensionada venezolana, mi vergüenza me invita
a salir mañana con mi Plástico de "extranjera residente" de corbata.
Qué vergüenza!
¿No le
da sonrojo esto al Gobierno venezolano? ¿Nadie va a pronunciarse? Eso también
es la Patria. Y la Patria debe tener pundonor.
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