José Ramón Vargas 23 de julio de 2018
Este
creciente éxodo está generando una grave crisis migratoria en países vecinos,
especialmente en Colombia y Brasil.
Los
medios de comunicación muestran a diario desde diferentes partes del mundo el
drama de niños en situaciones de angustia. Uno de esos casos cada vez más
repetitivo es el de los niños venezolanos enfermos como consecuencia de los
duros trayectos que deben recorrer en busca de bienestar o quienes son
abandonados por sus padres como consecuencia del éxodo generado por la grave
crisis socioeconómica que vive este país.
De
acuerdo a información de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
Refugiados (ACNUR), en los últimos años han salido más de millón y medio de
venezolanos, de los cuales, según Migración Colombia, 870.000 se han quedado en
Colombia. Venezuela es el país de
América Latina que genera más
solicitudes de asilo en el mundo después de Afganistán, Siria e Irak.
Este
creciente éxodo está generando una grave crisis migratoria en países vecinos,
especialmente en Colombia y Brasil. Según el director de Migración Colombia,
Christian Kruger Sarmiento, entre junio y julio subió en 50.000 el número de
venezolanos que llegaron para quedarse.
Si
bien es cierto que esta salida de ciudadanos venezolanos hacia otros países
tiene efectos positivos como el envío de dinero a los familiares que allí se
quedan, las consecuencias negativas como la ruptura familiar con el abandono de
hijos y padres superan cualquier beneficio.
Pero lo grave de esta difícil situación es que, lejos de vislumbrarse
una solución, cada día es más delicada con tentáculos a nivel internacional.
Es
difícil entender cómo un país con tantos recursos naturales ha entrado en este
túnel sin aparente salida. Venezuela es el país con las mayores reservas de
petróleo (casi 300.000 millones de barriles), gas natural, oro, hierro,
bauxita, carbón y diamantes. Está entre los siete países del mundo que tienen
reservas de coltan (oro azul), mineral escaso y costosos utilizado en
microelectrónica, telecomunicaciones e industria aeroespacial.
Mientras
hace 35 años un dólar costaba con Bs. 4.35, hoy cuesta BsF 3.721.216 en el
mercado paralelo o “Dólartoday”, cuyo precio se calcula de acuerdo al cambio
fronterizo, determinado por la oferta y la demanda. Si se cumplen los
requisitos para adquirir los dólares en el sistema “implícito”, precio oficial
ofrecido por el gobierno, solo se requieren BsF 34.754 por dólar. Vale recordar
que ante la hiperinflación que azota al hermano país y la incontrolable
devaluación, los precios de cambio se alteran casi cada hora. Además, depende
del volumen y de la denominación de los billetes.
La
República Bolivariana cuenta con apenas unas reservas internacionales de 8.870
millones de dólares y una deuda externa cercana a los 120.000 millones de
dólares. El salario mínimo básico es de BsF1.000.000 y con el salario integral,
que incluye bonificación alimentaria, llega a los BsF 2.5 millones. El poder
adquisitivo de este salario es casi
simbólico, pues escasamente alcanza para dos kilos de carne y un maduro.
Tomado
de: https://www.laopinion.com.co/columna-de-opinion/las-enormes-dificultades-del-vecino-158703
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