miércoles, 8 de agosto de 2018

El éxodo del siglo XXI, por @Fabianvallas ‏




Fabian Vallas 07 de agosto de 2018

Los países latinoamericanos reciben una fuerte corriente migratoria de Venezuela. La mayor parte de los países los ha recibido con los brazos abiertos, pero la región no está acostumbrada a dicho fenómeno. Las organizaciones internacionales reclaman paciencia y tolerancia con nuestros hermanos latinoamericanos.

Unos de los evangelios del antiguo testamento de la Biblia nos  relata una de las diásporas más conocidas en la historia, la salida del pueblo de Moisés a la tierra prometida.


No solo se trató de un traslado a un nuevo ambiente geográfico, sino que también significó la lucha de un pueblo que desea cambiar la esclavitud por la libertad.

El presidente Nicolás Maduro no será un faraón, pero sí un líder dictatorial que ha manejado todas las instituciones del Estado para mantener al chavismo en el poder y donde, un considerable número de venezolanos, desea dejar el país por hambre de pan y de libertad.

La fuga de cerebros en Venezuela ocurre desde hace varios años con destino a un país desarrollado. Ahora, de acuerdo con el documento Informe sobre la Movilidad Venezolana, auspiciado por la Unión Europea, el 59.2% de los inmigrantes tienen estudios universitarios, que deberán contentarse con un trabajo debajo de sus expectativas, al menos, en un inicio. Ellos pertenecían a una clase media que ha perdido dramáticamente su poder adquisitivo y hoy no cuentan con el dinero suficiente para intentar migrar a Europa o Estados Unidos, por lo que deciden viajar a países vecinos.

Recepción 

El problema es que países receptores no están acostumbradas a intensas y grandes corrientes migratorias. Por eso, existen conflictos de la llegada de los migrantes venezolanos, como lo señala el politólogo venezolano Luis Nunes.

La desesperanza política, la inseguridad en las calles, la mano dura para acallar las voces discrepantes, la caída del precio de petróleo son algunas de las razones de la masiva salida de venezolanos. Hoy, el gobierno de Maduro no tiene los recursos económicos con los que sí contaba el expresidente Hugo Chávez para poder legitimarse en el poder.

La recepción de los venezolanos por parte de los gobiernos ha sido diversa. Algunos países como Colombia, Brasil, Perú y Chile han tenido que adoptar políticas migratorias que no estaban previstas.

Mientras que en los países centroamericanos existe una menor tolerancia ya que son naciones pequeñas con gran cantidad de ciudadanos que migran a países del Primer Mundo.

Colombia

Sin duda, el país más afectado por las corrientes migratorias es Colombia, lo cual ha generado serios problemas en sus 2,219 kilómetros que comparten de frontera común. Ante el alto precio de un pasaje aéreo , el camino del éxodo comienza en la frontera.

Los registros oficiales colombianos indican que un millón de venezolanos han salido en los últimos 16 meses. Desde luego que no todos tienen la intención de quedarse, sino simplemente es el punto inicial de un periplo de miles de kilómetros hasta llegar a su “tierra prometida”. Se calcula que 660,000 se han quedado en territorio colombiano, lo cual genera un problema de crisis humanitaria.

Lo más curioso de este fenómeno es que el presidente Maduro manifiesta que en su país viven 5 millones 600,000 colombianos y que “cada día llegan más”, una manera inverosímil de negar el éxodo venezolano.

Brasil

De acuerdo con datos del gobierno de Michel Temer, solo entre 2017 y 2018, 127,778 venezolanos ingresaron en el gigante sudamericano por Pacaraima, ciudad fronteriza en el norte de Brasil y 68,968 salieron a otros países.

El gobierno ha tenido que movilizar al ejército y a los servicios de salud para evitar un problema sanitario, principalmente entre los grupos de indígenas venezolanos. El mandatario brasileño tiene una política de puertas abiertas, aunque las autoridades provinciales reclaman más recursos a Brasilia para encarar la emergencia humanitaria.

Perú

De acuerdo con la Superintendente Nacional de Migraciones, el Perú ha recibido 353,000 migrantes venezolanos, de los cuales, solo 53,000 tienen el Permiso Temporal de Permanencia (PTP) que le permite en forma legal insertarse en el Perú.

La gran mayoría se encuentra en condición de turista. Los venezolanos vienen a trabajar, pero un pequeño grupo se ha dedicado a actividades delictivas y reciben cobertura negativa por parte de los medios de comunicación.

Chile

Es otro de los países más atractivos para los inmigrantes, por su envidiable crecimiento económico en las últimas dos décadas. Este dato no ha dejado de pasar desapercibido por los venezolanos, uno de los grupos de extranjeros de más rápido crecimiento en el país sureño.

A inicios de su segundo gobierno, el presidente Sebastián Piñera anunció el otorgamiento de una visa especial de “responsabilidad democrática” a los venezolanos que huyen de su país. Se calcula que más de 30,000 se acogieron al plan de regularización de su situación.

Todo indica que el flujo migratorio desde Venezuela continuará en los próximos meses.

“ La información sirve para que el inmigrante no sea visto como competencia”

-¿Qué políticas generales debe tener un Estado que recibe inmigrantes?

Por lo general, el inmigrante sale de su país por un tema de seguridad ante los problemas de violencia que puede existir en su país de origen. Pero, también, en forma inicial, el Estado debe garantizarle la seguridad jurídica y económica.

Ahora, muchos de los inmigrantes vienen con su familia y requieren servicios de educación y salud.

La inmigración es un proceso como ocurrió con los europeos que llegaron al norte de América y en otras partes. En el caso venezolano es un fenómeno penoso y temporal.

El Estado no debe permitir la xenofobia y aquellos que cometan delitos deben recibir todo el peso de la ley, independiente de su nacionalidad.

-¿Qué debe ocurrir para que la opinión pública no observe al inmigrante como una competencia?

Se les debe dar información. En la mayoría de países, donde existe inmigración, la contribución ha sido positiva, como en el caso de Estados Unidos. En las naciones como la nuestra, la inmigración es un fenómeno nuevo porque el peruano está acostumbrado a emigrar y no recibir gente de otras partes.

¿Qué política de inmigración falta en el Perú con respecto a los venezolanos? 

Como es un fenómeno pasajero, lo básico es que, sin quitar el trabajo al peruano, se les debe dar oportunidades laborales en un mercado laboral que es en gran parte informal, lleno de requisitos.

El Permiso Temporal de Permanencia (PTP) ha sido una gran idea, pero ahora debe complementarse con el acceso a la salud pública. Ya la integración cultural se viene realizando desde hace mucho tiempo entre nuestros países .

Datos

70   mil venezolanos conforman la comunidad en panáma.


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