Manuel Cabrera* 01 de septiembre de 2018
Ahora
que La Graciosa ha sido declarada octava isla, es conveniente no olvidar que tradicionalmente
lo fue Venezuela, una octava isla que recibió a miles de canarios, de los que
muchos se establecieron allí hace décadas. Españoles que emigraron buscando un
futuro mejor, que con mucho esfuerzo y sacrificio se hicieron hueco en aquella
tierra trabajando duramente y, actualmente, como la gran mayoría de
venezolanos, están pasando penurias, sufriendo situaciones difíciles de
seguridad personal, faltos de alimentos o medicamentos, encontrándose en total
desamparo por el país que lo han dado todo.
Canarios
y españoles que en momentos de pobreza aquí fueron para allá, y que en muchos
casos pudieron mandar parte de sus ahorros para ayudar a sus familias en
Canarias o en la Península. Por ello, sí que es justo que ahora se les atienda
y ayude, dado que están pasando por muchas y graves dificultades. A ellos, sin
duda, sí hay que abrirles las puertas y darles las facilidades económicas y
burocráticas necesarias si deciden volver, e igualmente ayudarles en caso de
que decidan continuar en Venezuela.
El
Gobierno de España, ha lanzado un mensaje a todos los inmigrantes subsaharianos
de puertas abiertas y recursos abundantes cuando llegan aquí, pero aún no ha
sido claro y contundente en su obligación primera de atender a los españoles en
dificultades en Venezuela, entre los cuales se cuentan miles de canarios.
Compromiso que sin duda también esperamos del Gobierno canario.
Han
servido Chávez y Maduro para hundir una economía rica y con abundantes recursos
como la venezolana, para acabar con el sueño y sacrificio de tantos canarios,
además de empobrecer a todos los venezolanos, aunque antes, eso sí, surtieron
de abundantes fondos económicos, recursos y petróleo a países cercanos en
ideología política, y regímenes parecidos, como Cuba o Nicaragua que también en
la actualidad pasan por graves problemas. Además, ayudó la entonces abundante
economía venezolana a crear, por ejemplo, un partido político en España, y
hasta enriquecieron a algunos políticos españoles con charlas, tesis,
asesoramientos...; el tic tac que tanto decían ha empezado, pero no tanto para
España como para Venezuela.
Debe
servir Venezuela de ejemplo de lo que debemos evitar aquí. Si nuestros
políticos se apuntan a la demagogia y populismo, más que a la buena gestión de
los recursos, a la responsabilidad y las necesidades de futuro, mal nos irá.
Por lo pronto, algunos parece que están dedicando demasiado tiempo, esfuerzos y
recursos a Franco, a la Guerra Civil o al Valle de los Caídos, y otros
pretenden enfrentarse por lazos amarillos como señal de identidades nacionales
inventadas o trasnochadas. Si seguimos así, inevitablemente, no estaremos tan
lejos de Venezuela.
Confiemos
que todos estos despropósitos se corrijan a tiempo, que los políticos destaquen
por la buena gestión, por la brillantez, no por inventar conflictos, engañando
y mal usando los recursos públicos. Mala señal es, lamento decirlo, que los
nuevos líderes de PSOE y PP no hayan trabajado nunca fuera de sus partidos
políticos, ni tan siquiera gestionando un pequeño Ayuntamiento. Es muy
decepcionante que el actual Presidente del Gobierno de España, tras tanto
batallar para echar a su antecesor y crear ciertas expectativas, en apenas tres
meses en el poder, esté dilapidando el tiempo y su crédito como máximo
mandatario del país. En su primer mes gobernando se propuso atraer a cualquier
precio y de cualquier manera a todos los subsaharianos hacía aquí; su segundo
mes, y aún recién llegado su cargo, se lo tomó de vacaciones, a pesar de que el
país tenía y tiene graves problemas por resolver; y ahora, al parecer, se ha
ido a arreglar Bolivia o Colombia, pero curiosamente no se ha pronunciado con
claridad y contundencia sobre Venezuela y su situación.
Esperemos
que el Presidente del Gobierno pueda invertir este mal inicio. No estaría mal
empezar volcándose ya en ayudar a la octava isla, en especial y con urgencia a
los españoles y canarios que están pasando serias dificultades y penurias en
Venezuela.
*
Consejero
del PIL en el Cabildo
No hay comentarios:
Publicar un comentario