Noticiascaracol.com 01 de diciembre de 2018
Con
muchas circunstancias en su contra, llegaron a crear empresa y generar empleo
en la capital. Ahora son todo un ejemplo a seguir.
Andreina,
Daniel, Arthur, y Jesús son migrantes emprendedores; arribaron a Bogotá en
ceros, buscando las oportunidades que Venezuela les negó.
Daniel
Pagés, por ejemplo, solo sabía de publicidad y mercadeo por lo que montó una
agencia. Empezar fue duro, pero su idea va andando.
Tanto
así que inició otro emprendimiento con Asovencol (Asociación de Venezolanos en
Colombia), que da asesoría financiera y apoyo a todos sus compatriotas.
También
está Jesús Gallardo, ahora propietario del restaurante Arepa Cool.
“Aquí
en Colombia sabemos que es el país de las mil arepas, arepa boyacense, arepa e
huevo, paisa, y dijimos bueno vamos a innovar, a guerrear con la arepa
venezolana” dice Jesús, quien reconoce que varias veces fueron discriminados
por ser venezolanos.
Pero
él la tiene clara: “No es nuestro país, no se lo estamos quitando a los
colombianos porque es de los colombianos, pero creo que acá cabemos todos, creo
que es bastante grande y amplio”.
Arthur
Gil, propietario de otro restaurante, reflexiona sobre el mismo tema.
"En
este caso es el venezolano, en el pasado pudo haber sido el colombiano o el
chileno, que vivió la dictadura, o el panameño, ahorita el sirio. Hay mucha
gente buena y mala, el tema es no etiquetar", dice.
Aprender
a cabalgar sobre las dificultades define, en parte, a estos emprendedores.
En el
caso de Andreina Cámera, ella distribuye y vende productos de aseo amigables
con el medio ambiente. Así, además, crea oportunidades de negocio con las que
quiere beneficiar a otros venezolanos.
Desde
sus especialidades, todos ellos contribuyen con la economía y el empleo del
país. De hecho, los expertos coinciden en que la migración también debe verse
como una oportunidad que genera economías a escala y nueva mano de obra.
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