Renzo Giner Vázquez 06 de agosto de 2019
@SebGiner
Ya
sea durante la administración de Ronald Reagan, George Bush hijo o Donald
Trump, Elliott Abrams ha sido una figura cercana a la oficina del presidente de
Estados Unidos, enfocando gran parte de su labor en Latinoamérica. Este bagaje
sirvió para que el 26 de enero, tres días después de que Juan Guaidó se
declarase presidente encargado de Venezuela, fuese designado enviado especial
del Departamento de Estado para ese país.
El político, escritor y diplomático estadounidense se
encuentra en Lima para participar en la Conferencia Internacional por la
Democracia en Venezuela, a realizarse este martes con la
presencia de representantes de 59 países.
— ¿Cuál es su balance tras cerca de medio año?
Creo que es muy positivo. Tenemos ya a 56 países –y
pronto espero que a más– que reconocen a Guaidó como
presidente interino. Vemos en la comunidad internacional más conocimiento y
presión contra el régimen [de Nicolás
Maduro], por ejemplo el informe de Michelle Bachelet. Nadie en
Washington pensaba que el régimen caería en dos días. Tienen recursos de Rusia,
un apoyo importante de Cuba con unos dos mil o tres mil agentes de
inteligencia. En enero, el régimen no habría asistido a las conversaciones que
se dieron después en Oslo, eso es un símbolo del reconocimiento de sus
problemas. Saben que no tienen ninguna solución para los problemas del país.
— Muchos opositores han criticado que el chavismo
utiliza las negociaciones para aplazar su poder. ¿Considera que en Noruega y en
Barbados pasó eso?
Lo que dice fue verdad en el pasado. Pero en el pasado
la presión contra el régimen era débil en comparación con hoy. Yo no critico
las negociaciones en Noruega ni la decisión del presidente Guaidó de
que su delegación se siente con el régimen. Pero no va a durar mucho más si no
hay progresos hacia un acuerdo.
— ¿Una dictadura como la de Maduro es capaz de
negociar?
Creo que vemos un régimen dividido. Hay gente que
quizá piensa: “No tengo un futuro después de Maduro”. Pero
hay quienes sí pueden pensar en elecciones libres y ser candidatos en un
futuro. Inteligencia sabe que hay divisiones dentro del régimen. Yo creo
que sí es posible que acepten un acuerdo.
— ¿Quién mantiene a las Fuerzas Armadas del lado de
Maduro? ¿Es Vladimir Padrino?
Es la figura más importante de las Fuerzas Armadas. No
está en la mesa [de negociaciones]. Hemos sugerido que el ejército esté
físicamente en la mesa. Tuvimos relaciones fuertes con las FF.AA. de Venezuela y
querríamos restablecerlas en una Venezuela democrática.
— ¿Los levantamientos de Guaidó y Leopoldo López
fueron decepcionantes para Estados Unidos?
Creo que hay una frustración universal compartida
por Juan Guaidó, el Grupo de Lima y el presidente Trump, porque la
condición humanitaria es terrible. Nos gustaría observar un cambio mañana, pero
sabemos que es complicado.
— ¿Guaidó es la figura idónea para encabezar esto?
En enero y febrero mucha gente me decía que si no
había un cambio en un mes o dos veríamos de nuevo las divisiones terribles
dentro de la oposición. Pero no ha sido así. Estamos en agosto y hay un líder
de la oposición que es Juan Guaidó.
—¿Y ante la sociedad se mantiene igual de fuerte?
Sí, sí. Casi cada semana Guaidó visita
una parte del país. Hace tres semanas estuvo en Barinas, donde nació Hugo
Chávez. Y cada fin de semana hay miles de personas [en sus eventos]. Creo que
el problema es que la prensa internacional está en Caracas y no van con él. Sé,
también, que él no puede anunciar a dónde va. Además, tenemos encuestas que
muestran que el nivel de popularidad de Maduro está entre el
10% y 12%. La de Guaidó está por el 60%.
— ¿Por qué a Trump le preocupa tanto Venezuela?
Tenemos un hemisferio de democracia con pocas
excepciones. Si hay un cambio en Venezuela ayudaría muchísimo
en Nicaragua. Estamos acercándonos a un hemisferio de libertad. Tenemos muchos
amigos en la región, como Ecuador, Perú, Colombia, las islas holandesas; el
efecto de la crisis en Venezuela y los refugiados es
extremadamente grande [en estos países]. Queremos ayudar y estamos haciéndolo
con dinero, pero más importante sería poner fin a la dictadura de Maduro en Venezuela.
— Se critica que por un lado Trump rechace la
migración centroamericana y por otro lado proyecte esta preocupación por
Venezuela, ¿no le parece que es un discurso contradictorio?
No, queremos ayudar en un desarrollo político y
socioeconómico en Venezuela y América Central. Estamos
intentando negociar medidas.
— ¿No hay un interés electoral detrás?
No hay muchos venezolanos en EE.UU.,
normalmente decimos que son 300 mil.
— Al ser anunciado para el cargo, Caracas lo señaló
como “el ejecutor del golpe contra Chávez en el 2002”. Eso le habrá
complicado la labor…
No, en el año 2002 no estaba involucrado en América
Latina. [Dijeron] mucho más. Pero, bueno, es un honor ser denunciado por el
régimen de Maduro. Cuando hablo con venezolanos,
sudamericanos, europeos, ellos saben que no hice eso.
— ¿La carta militar sigue sobre la mesa?
Cuando el presidente Trump dice que todas las opciones
están en la mesa, es porque es verdad. No podemos negar que existe [la opción
militar], pero no es la política actual. La política desde enero es de presión
financiera, diplomática y política contra el régimen.
— ¿Comprando la situación de enero y la actual,
estamos más cerca o más lejos de la opción militar?
En este momento no estamos siguiendo una opción
militar. Estamos siguiendo las opciones que hemos tomado. Si uno le hubiera
dicho a George Bush padre en 1988 que invadiría Panamá, él habría dicho que era
una locura. Pero dos o tres años después sucedió. Entonces, nadie sabe qué
pasará en el futuro, pero no es la política de hoy.
— ¿Si Venezuela estuviera en Medio Oriente la
situación sería distinta?
Es una comparación que no estamos haciendo. Un
presidente de Estados Unidos toma la decisión de usar la
fuerza militar cuando ha concluido que es absolutamente necesario para nuestra
seguridad nacional, sea en Medio Oriente o en el Caribe. Pero hasta hoy no
hemos tomado la decisión.
— ¿Cuán posible ve que la situación evolucione o mas
bien considera que ha caído en un estancamiento?
[El expresidente de España] Felipe González dijo hace
más o menos un mes que no sabemos cuál es el día o la hora de la caída del
régimen, pero la veremos. Creo que es así. Sabemos que eso va a pasar, que es
un régimen más y más débil, que tiene pocos amigos en todo el mundo, menos
recursos. Nuestras sanciones, y habrán más, son más y más fuertes. El dinero
disponible para el régimen es cada vez menor. No dudo absolutamente que vamos
hacia una Venezuela libre. No sé cuándo exactamente pero creo que
no está lejos.
— El secretario de Comercio de Estados Unidos anunció
que existe un plan de recuperación económica para después de la caída del
chavismo. ¿Tiene detalles?
Él va a dar detalles de eso mañana [hoy], pero
contempla qué será necesario en electricidad, producción de petróleo,
medicinas. Qué será necesario al primer mes, seis meses, un año. Qué préstamos
serán necesarios. Los venezolanos deben saber que todo el mundo está listo para
ayudarlos tras el fin del régimen.
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