Alina DIESTE 21 de agosto de 2019
@AlinaDieste
La Casa Blanca intentó el miércoles barrer
con la idea de un diálogo entre Washington y Caracas, asegurando que los
contactos “a muy alto nivel” con el gobierno de Nicolás Maduro evocados por el
presidente Donald Trump apuntan únicamente a la “salida” del mandatario
venezolano.
El
asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, dijo que los
acercamientos entre funcionarios venezolanos y de Estados Unidos “a
espaldas” de Maduro fueron para discutir su salida del poder y la
realización de nuevas elecciones.
Maduro,
que rompió relaciones con Washington el pasado 23 de enero luego de que Trump
desconociera la legitimidad de su mandato, confirmó el martes contactos de
miembros de su gobierno con altos funcionarios de la administración Trump,
diciendo que han sido bajo su “autorización expresa” y para “buscar
regular” el “conflicto” entre ambos países.
Pero
Bolton replicó que “los únicos asuntos” en las conversaciones
han sido la partida de Maduro y la convocatoria a nuevos comicios, sin
mencionar intercambios de otro tipo.
“Como
el presidente [Trump] ha declarado en repetidas ocasiones, para poner fin al
robo de los recursos del pueblo venezolano y la continua represión, Maduro debe
irse”, tuiteó Bolton.
“Los
únicos asuntos discutidos por aquellos que están acercándose a espaldas de
Maduro son su salida y elecciones libres y justas”,
agregó.
Trump
dijo el martes a periodistas que su gobierno mantiene conversaciones “con
varios representantes” de Venezuela, a pesar de que
Washington desconoce a Maduro, a quien tilda de “dictador” mientras
busca asfixiarlo con sanciones para propiciar un cambio de régimen.
“No
quiero decir quién, pero estamos hablando a muy alto nivel”, dijo
Trump al ser consultado sobre reportes de un acercamiento de la Casa Blanca a
Diosdado Cabello, considerado el líder oficialista venezolano más poderoso
después de Maduro.
Cabello
encabeza la Asamblea Nacional Constituyente, con poderes extraordinarios para
reemplazar a la Asamblea Nacional (parlamento), electa en 2015 y bajo control
de la oposición.
“Confirmo
que desde hace meses hay contactos de altos funcionarios del gobierno de
Estados Unidos, de Donald Trump, y del gobierno bolivariano que yo presido bajo
mi autorización expresa, directa, varios contactos, varias vías, para buscar
regular este conflicto”, anunció poco después Maduro en cadena de
radio y televisión.
“Desde
hace meses tenemos contactos, así como he buscado el diálogo en Venezuela, he
buscado la forma en que el presidente Donald Trump escuche a Venezuela de
verdad”, aseveró.
Maduro
se retiró de un diálogo con la oposición mediado por Noruega el 7 de agosto,
después de la última ronda de sanciones de Estados Unidos.
“Algo
malo”
Caracas
y Washington carecen de embajadores desde 2010, y mantienen una tensa relación
desde la llegada al poder en 1999 del fallecido líder Hugo Chávez, predecesor
de Maduro.
En
marzo de este año, Estados Unidos retiró a todos sus diplomáticos del país.
Pero su representante especial para la crisis venezolana, Elliott Abrams, ha
dicho que Washington conserva un canal diplomático con Caracas aunque desconoce
el segundo mandato de Maduro, iniciado el 10 de enero, por considerarlo
resultado de elecciones fraudulentas, y reconoce como presidente interino al
líder opositor Juan Guaidó.
No es
la primera vez que Bolton se jacta de que Estados Unidos sostiene
conversaciones con altos funcionarios de Maduro.
En
abril, tras una fallida rebelión militar liderada por Guaidó, dijo que el
ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino, y otros líderes clave habían
comprometido su apoyo para sacar a Maduro pero terminaron respaldando al
asediado mandatario.
Washington
viene presionando a Maduro con una batería de sanciones, entre ellas el
reciente bloqueo de activos de Venezuela y un embargo de facto al crudo
venezolano, crucial para su economía, con el fin de que acepte las demandas de
la oposición a renunciar y celebre nuevas elecciones presidenciales, algo que
el mandatario venezolano se ha negado firmemente a hacer, sostenido por Rusia,
Cuba y China.
“Estamos
ayudando a Venezuela tanto como podemos. Nos mantenemos al margen, pero la
estamos ayudando. Necesita mucha ayuda. Hace 15 años era uno de los países más
ricos, ahora es uno de los países más pobres”, dijo Trump el martes.
“Es un
tributo increíble a algo malo que está sucediendo, y ese algo malo es el
socialismo”, añadió.
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