El Espectador 25 de septiembre de 2019
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En
su segunda intervención ante el organismo multilateral como presidente
Colombia, el mandatario denunció que Nicolás Maduro protege carteles del
narcotráfico, a los disidentes de las FARC y a cabecillas del ELN.
En una intervención de diez minutos ante los
principales jefes de Estado del mundo, el presidente Iván Duque destacó
este miércoles el rumbo de su gobierno hacia la protección ambiental, el
impulso económico de la región, la solidaridad con el pueblo venezolano y la
lucha contra el narcotráfico, la corrupción, y la “dictadura de Nicolás Maduro
en Venezuela”. El presidente colombiano también resaltó el empeño de
su administración en la implementación del Acuerdo de Paz y
denunció al presidente venezolano como cómplice del terrorismo, el
narcotráfico y las guerrillas colombianas.
Empezó Duque su discurso por el tema de moda en la
Asamblea General de las Naciones Unidas: el cambio climático y la protección
del medio ambiente. “Colombia representa tan solo el 0,4 % de todas las
emisiones globales de gases efecto invernadero. Tenemos la sexta matriz
energética más limpia del mundo. Contamos con el 50 % de los páramos
del planeta y más del 40 % de nuestro territorio puede considerarse selva
tropical húmeda, mucha de ella ubicada en nuestra Amazonía”, afirmó.
El jefe de Estado sostuvo que el país es uno de los
más vulnerables a los efectos del cambio climático y que se necesita una
reflexión global, para poder actuar globalmente. “Hace unos días, veíamos a los
jóvenes del mundo reclamando acciones nuestras. Llegó el momento de
pasar de los discursos a las acciones, y Colombia está actuando”, enfatizó, no
sin antes destacar que en su gobierno se ha reducido en un 17 % la
deforestación y que cuando deje la Presidencia de Colombia habrá
sembrado 180 millones de árboles.
“En la protección de la naturaleza, en la lucha
contra el narcotráfico y la criminalidad transnacional, en la defensa
de la democracia y la libertad, en el fortalecimiento del libre comercio, en el
manejo de las migraciones, tenemos que unirnos para diseñar y
fortalecer los esquemas multilaterales de gobernanza, que nos permitan
encontrarnos, reconocer los problemas y construir hojas de rutas para avanzar
en su solución”, señaló para darle paso a los avances de Colombia en materia
económica, destacando el índice de crecimiento por encima del promedio de
los países de la región.
Duque también habló de los avances en la
implementación del Acuerdo de Paz con las FARC. “Hace un año
manifesté que mi gobierno iba a trabajar para que el proceso de
desmovilización, desarme y reinserción avanzara con éxito. Hoy
puedo asegurar que la Paz con Legalidad se construye con paso firme. Actualmente,
hay 29 proyectos productivos colectivos que vinculan a 1.934 personas que se la
jugaron por una nueva vida y, en total, son más de 13.000 los colombianos que
continúan su proceso de reincorporación”, dijo.
El jefe de Estado agradeció a la comunidad
internacional y en especial a la Misión de Verificación de la ONU por
su importante papel en la construcción de la paz de Colombia. Y así como
reiteró que les cumplirá a quienes dejaron las armas genuinamente, Duque
advirtió a Iván Márquez, Jesús Santrich, Edison Romaña y la
docena de mandos medios que se rearmaron que no descansará hasta
hacerlos pagar por su traición al proceso de paz.
“Hace unas semanas, un grupo de delincuentes intentó
amedrentar a Colombia escondiéndose tras ropajes ideológicos. La
realidad es que para ellos nunca hubo reincorporación ni desarme, porque
simplemente nunca dejaron de delinquir, le mintieron a Colombia y se aliaron
con la dictadura que oprime al pueblo de Venezuela", sostuvo.
Sobre los retos de la implementación del
Acuerdo de Paz, Duque insistió en el peligro que representa el narcotráfico,
recordó que recibió del gobierno anterior más de 200 mil hectáreas de
coca y resaltó que en su primer año de gobierno rompió con la
tendencia de los cultivos ilícitos.
“El narcotráfico es un depredador del
medioambiente, de la sociedad humana, es el nido de la corrupción y el
combustible del terrorismo. ¡A más coca, menos paz! Por eso,
la lucha contra el narcotráfico y las economías ilícitas es una batalla que
requiere el concurso de todas las naciones en contra de los vejámenes de la
producción, distribución y consumo de drogas. No hay país que esté exento de
esta amenaza; el narcotráfico es un problema global y lo
debemos enfrentar como tal”, añadió.
En este sentido relacionó el narcotráfico con
el drama de la corrupción, dos fenómenos que se hermanan en países
como Colombia. Reiteró su compromiso con la lucha contra la corrupción, afirmó
que se camina en instrumentos como la rendición de cuentas de los
servidores públicos o la creación de la Corte Internacional
Anticorrupción. “No hay sistema político, social o cultural que no mire al
abismo cuando sus instituciones son carcomidas por la corrupción”. Un tema con
el que saltó al centro de su discurso: las acusaciones al gobierno
venezolano y directamente al presidente Nicolás Maduro.
“La tragedia venezolana tiene nombre y
apellido y todos los conocemos. La posición de Colombia frente a la
dictadura no se trata de disputas geopolíticas, sino de la necesidad que tiene
el pueblo venezolano de ver su democracia restaurada. Colombia no
clama sola por la libertad en Venezuela. El Grupo de Lima y más de 50 naciones
alrededor del mundo reconocen la Presidencia legítima de Juan
Guaidó y participan activamente de la denuncia de los crímenes del
dictador”, increpó Duque a Maduro.
Y agregó: “Señoras y señores, es el momento de llamar
las cosas por su nombre: la dictadura venezolana es un eslabón más de
la cadena del terrorismo transnacional. Sus estructuras corruptas son
servidoras de los carteles de la droga, sus alfiles son secuaces de
la mafia y alimentan la violencia en Colombia; refugian a
asesinos y violadores de niños, y quienes ignoran estos oprobios son cómplices
de la dictadura”.
A continuación, dijo tener pruebas fehacientes que
corroboran el apoyo de Maduro a grupos criminales y narcoterroristas “que
operan desde Venezuela para atentar contra Colombia”. Además, dijo que
entregará todo el dossier de pruebas, que contiene 128 páginas, al presidente
de la Asamblea y al Secretario General de la Organización de las Naciones
Unidas.
“Ante la comunidad internacional presentamos la lista
de una cuadrilla de menos de 20 criminales que traicionaron la
generosidad de los colombianos, y hoy residen a sus anchas en
varias ciudades de Venezuela. También revelamos la ubicación
de más 1.400 hombres en armas pertenecientes a los bloques más peligrosos del
Eln, y 207 ubicaciones controladas por esta organización criminal en territorio
venezolano”, denunció Duque.
“Los testimonios de los ciudadanos venezolanos que se
quejan de la presencia del Eln en su territorio y la inocultable presencia de
delincuentes en campos de entrenamiento, así como la existencia de 20 pistas de
aterrizaje al servicio del narcotráfico, son muestra inequívoca del
auspicio de la dictadura al crimen organizado transnacional. Venezuela
se ha convertido en tierra fértil para estructuras delictivas aliadas con el
Eln, que no conocen fronteras”.
Finalmente, Duque dijo que Colombia no es un
país agresor y no se dejará provocar de las insinuaciones belicistas
de Maduro, y que tampoco dejará de alzar su voz contra “la tiranía”. “Venezuela
necesita el cese de la usurpación, la instalación de un gobierno de
transición hacia la democracia, la convocatoria a unas elecciones
verdaderamente libres y la recuperación del imperio de la ley en su territorio
(…) Quiero reiterar que este desafío requiere una acción colectiva
constante, que desarrolle el principio de solidaridad global bajo la
primacía en todo momento del multilateralismo”, concluyó el jefe de Estado
colombiano.
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