Corina Pons y Mayela Armas 18 de septiembre de
2019
Corina Pons y @mayearmas
El
gobierno de Venezuela instaló el lunes una mesa de diálogo con una minoría de
la oposición sin notificar a Noruega, país que actúa de mediador en otras
conversaciones con la coalición de los grandes partidos adversarios al
presidente Nicolás Maduro, denunció el miércoles un negociador opositor.
Oficialistas
y opositores de Venezuela se habían reunido en los últimos meses con el
gobierno de Noruega para intentar llegar a una salida a la profunda crisis
económica y política que atraviesa el país petrolero, pero el diálogo se
estancó.
“Hay
mala fe de Maduro, estaba jugando en dos tableros. Tras bastidores montaba otra
opción cuando ésta se le puso muy difícil”, dijo Gerardo Blyde, uno de los
representantes del líder opositor Juan Guaidó, que se proclamó presidente
encargado y es reconocido por decenas de países, en el diálogo de Noruega.
“Los
noruegos no sabían nada de lo que pasó, estuvieron el fin de semana y cuando se
fueron se presentó la propuesta”, acotó Blyde.
Ni
el Ministerio de Comunicación venezolano ni la cancillería de Noruega
respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Blyde
dijo que los representantes del gobierno de Maduro dejaron de asistir en agosto
a las conversaciones supervisadas por Noruega, justo cuando al gobierno le
tocaba tomar decisiones sobre un acuerdo integral.
El
gobierno de Maduro acordó el lunes iniciar otro debate con representantes de
cuatro pequeños partidos opositores, sin mediación internacional, que busca
acuerdos parciales. Pocas horas después, el presidente sugirió la posibilidad
de retomar en paralelo el mecanismo con Oslo.
El
bloque opositor había propuesto instalar un consejo de gobierno de transición
de nueve miembros, uno de ellos independiente y también algún militar, que
convocaría a elecciones presidenciales en nueve meses. Pero según Blyde, los
representantes de Maduro se quedaron sin respuestas.
La
propuesta opositora consistía en que el consejo nombrara nuevas autoridades
electorales antes de llamar a unos comicios. A medida de que se fueran
cumpliendo los acuerdos, las sanciones internacionales podrían ser levantadas
poco a poco, como exigía el gobierno de Maduro.
Blyde
no cree que la nueva mesa de diálogo nacional pueda avanzar en una salida a la
crisis porque Estados Unidos, Europa y Canadá, que han impuesto las sanciones,
reconocen a Guaidó como líder de la oposición y no al grupo minoritario que
participa de las conversaciones paralelas.
“(La
negociación mediada por Oslo) volverá, pero en las peores condiciones para los
venezolanos y con menos tiempo, y quizás con más presión internacional e
interna”, sostuvo Blyde. “Es una inmensa irresponsabilidad de Maduro haberse
parado de la mesa”.
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