TuTu Domínguez 23 de septiembre
de 2019
@TutuDominguez
Ustedes no lo saben, porque no se los he contado, pero
hace 3 años y medio estaba en Vzla. dándole vueltas a la cabeza para ver cómo
podía emigrar a España. Toda mi familia se venía y la única que no tenía una
vía “clara” era yo.
En el consulado en Vzla. me dijeron que no tenía nada que
hacer aquí, que el arraigo era para padres de españoles, no de comunitarios.
Para más, no aparecía comprador para mí apartamento, no
conseguía quien me alquilara aquí sin tener una nómina y encima tenía que
decidir cuáles de mis cuatro gatos daría en adopción porque todo el mundo me
decía que era una locura traerme 4.
Estaba desesperada y decidí ir por partes.
Lo primero que hice fue sacar los papeles a los 4 gatos.
No dejaría ninguno.
Al día siguiente apareció un comprador para mi
apartamento.
Luego, mi tía, que ya estaba aquí en Tenerife consiguió
una inmobiliaria que accedió a alquilarme sin nómina.
Compré los pasajes.
El dólar se disparó de 700 a 1200 y pensé que mi
comprador (qué no habíamos firmado opción a compra) se echaría atrás, pero no
lo hizo.
El 6 de diciembre volaba junto con mis hijos y mis 4
gatos a una Isla que jamás había visitado, a vivir en una ciudad que no conocía
y en un piso que solo había visto en fotos, pero además sin la certeza de que
podría quedarme legalmente. No tienen idea de la mezcla de miedo y felicidad
que sentí al llegar.
Me dieron las llaves de un piso vacío, con 3 colchones
inflables, sábanas y cobijas para el frío. Estaba aterrada. No dormí. Pero al
día siguiente cuando vi a mis hijos felices y libres, supe que todo estaría
bien.
A los días de mi llegada salió la noticia de que la UE se
había pronunciado sobre el arraigo para padre de comunitarios menores de edad.
Me dieron mi residencia temporal. Tenía que conseguir trabajo. Perdí tiempo
buscando en “cualquier cosa” que es lo que te dicen que hagas. Conseguí trabajo
vendiendo seguros, como la mayoría de los que emigran a España. Tenía tres
Meses garantizados, pero los seguros privados aquí son muy difíciles y además
no me gustaba. Al segundo mes conseguí el trabajo que quería, freelance, en mi
área y con un equipo magnífico. Cambié mi arraigo por trabajo por cuenta
propia.
Y aunque no soy una magnate, mantengo a mis hijos,
vivimos bien, no nos falta nada y puedo ayudar a mi madre. Además, tengo tiempo
para hacer ejercicio a la orilla del mar, ir a mis clases de pintura y ahora de
inglés.
Y ahora la nacionalidad me evita el tener que hacer todo
el papeleo por renovación. Me siento orgullosísima de mí y de mis dos hijos. De
lo que hemos logrado como un equipo y con el apoyo de mi familia y de la gente
que nos quiere.
La mejor lección que he aprendido es que cuando quieres
algo y te enfocas allí no hay quien te pare. Que la buena actitud ante lo que
enfrentas es la mejor arma que puedes tener y que la peor diligencia es la que
no se hace. Que no hay que dar nada por sentado, porque no sabes la puerta que
se te va a abrir. También que el miedo puede ser tu mejor aliado cuando no
dejas que te domine sino lo usas para impulsarte. Siempre es mejor equivocarse
y aprender, que estancarse por no tomar decisiones.
Todo el mundo pregunta por los gatos, aquí están. Bien,
cuidados y conmigo. A mi casera no le importó, solo me toca retocar las paredes
con pintura blanca cada cierto tiempo.
Tutu Dominguez
@TutuDominguez
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