CEV 15 de noviembre de 2019
@CEVmedios
1.- Como bien lo hemos
señalado en documentos episcopales anteriores, el derecho a la protesta y a
manifestarla de manera pública está estipulado en el ordenamiento jurídico
venezolano. Con ello, se expresa la inconformidad de la población ante una
situación de crisis que sigue golpeando la dignidad humana de los hombres y
mujeres de Venezuela. Sectores de oposición han convocado para este próximo
sábado 16 de noviembre una nueva marcha para hacer sentir el descontento del
pueblo y su anhelo de un cambio en la dirección política de la nación.
2.- De igual manera, el
oficialismo está invitando a sus adherentes a realizar marchas. A la vez
quienes rigen la nación han pedido que la “Milicia” y otros grupos salgan en
defensa de la paz y del sistema que han venido imponiendo de manera hegemónica
y totalitaria.
3.- Somos conscientes del
cansancio y tantas veces de la desilusión del pueblo venezolano ante tales
convocatorias en el pasado reciente; pero su voluntad es inquebrantable para
que se dé un cambio de rumbo. Por eso, participa y retoma un nuevo aire de
esperanza porque sabe que la crisis se sigue agudizando: el hambre, la falta de
medicinas y de servicios públicos, el empobrecimiento, el altísimo costo de la
vida continúan en aumento, así como el elevado número de hermanos que migran
huyendo de la agobiante situación del país.. Todo ello crea, junto con la
desilusión y el desencanto, un resentimiento sumamente peligroso por sus
posibles consecuencias en el futuro
4.- Hacemos un serio llamado
al respeto mutuo y a obrar en paz. Participar puede ser un preludio para un
paso importante en la resolución de nuestros problemas. Es hora de tomar en
cuenta al pueblo como verdadero sujeto social, capaz de resolver las
dificultades que nos aquejan a todos y de aportar con su sabiduría popular las
soluciones que apunten al bien común de todos, sin excepción.
5.- No podemos seguir ante
posturas de cerrazón, donde lo que importan son los intereses particulares, el
afán de poder o por mantenerlo o por conseguirlo, el mantenimiento de la
corrupción y el olvido manifiesto por el pueblo. Es hora para quienes detentan
el poder de abrir las posibilidades de un cambio político, requerido por la
inmensa mayoría de la población. También lo es para que quienes están del lado
de la oposición pongan su mirada en las necesidades de un pueblo sufriente. Es
hora para que las autoridades militares y policiales, de una vez por todas,
honren su juramento de defender al pueblo y sus derechos. Lo es también para
que todos los hombres y mujeres, cualquiera que sea su condición y
responsabilidad, se animen a dar soluciones a la crisis que impide la paz
social en Venezuela.
6.- Reiteramos nuestra llamada
a la paz y el respeto en todo momento: el apelo a la violencia es irracional y
no es propio de quienes nos identificamos como hijos de Dios. Seguiremos al
lado del pueblo y a su servicio, como pastores de una Iglesia que quiere seguir
siendo fiel al Evangelio de Jesucristo, el de la liberación y la justicia. Que
María de Coromoto nos proteja y Jesús, el Dios humanado, nos conceda la gracia
de su amor.
Caracas,
15 de noviembre de 2019
Con
nuestra bendición,
José
Luis Azuaje Ayala
Arzobispo
de Maracaibo
Presidente
de la CEV
Mario
Moronta Rodríguez
Obispo
de San Cristóbal
1°
Vicepresidente de la CEV
Raúl
Biord Castillo
Obispo
de La Guaira
2°
Vicepresidente de la CEV
José
Trinidad Fernández Angulo
Obispo
Auxiliar de Caracas
Secretario
General de la CEV
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