Ben Bartenstein 31 de octubre de 2019
@BenBartenstein
Funcionarios
de la administración Trump están presionando por sanciones financieras contra
España por lo que dicen que es su apoyo financiero al régimen de Nicolás Maduro
en Venezuela, según personas familiarizadas con el asunto.
El
Departamento del Tesoro de los Estados Unidos está considerando sanciones
contra el banco central de España y medidas contra otras entidades donde el
dinero venezolano está estacionado, dijeron las personas, sin ofrecer detalles.
Dijeron que no se espera ninguna acción antes de las elecciones generales del
10 de noviembre en España.
España,
donde se basan varios miles de soldados estadounidenses, ha sido un socio de
Washington en la guerra contra el terrorismo y otros esfuerzos mundiales. La
posibilidad de atacar a un aliado histórico irrita a algunos en la
administración de los Estados Unidos que se oponen a la medida y ponen en duda
su probabilidad. La gente dijo que los funcionarios españoles han sido
advertidos sobre la posible acción.
Ese
puede ser el punto de la charla: enviar un mensaje y estimular un cambio en la
política española en un momento en que Caracas tiene que depender
principalmente de China y Rusia para eludir las sanciones de Estados Unidos. O
las deliberaciones pueden mostrar hasta qué punto la administración Trump está
dispuesta a llegar para derrocar a Maduro. El banco central de España se ha
mantenido como intermediario de Caracas, ya que las sanciones llevaron a muchas
instituciones financieras a eludir los acuerdos con el gobierno socialista.
Congelar
activos
Funcionarios
españoles dijeron que durante una reciente reunión de una hora en Madrid con
Elliott Abrams, el representante especial de Estados Unidos para Venezuela, no
se mencionaron sanciones. Abrams dijo que el gobierno necesita hacer más sobre
el dinero venezolano que ingresa a España y presionó a Madrid para congelar los
activos venezolanos. Los españoles respondieron que los bancos privados y el
banco central están monitoreando el lavado de dinero, pero no van a congelar
activos sin evidencia.
Anteriormente,
Abrams acusó a España de permitir que los miembros del régimen de Maduro
alberguen fondos y familiares.
España
no ha recibido notificación de ninguna acción del gobierno de Estados Unidos y
no cree que esté justificada, dijo un portavoz del Ministerio de Asuntos
Exteriores en Madrid. El Banco de España declinó hacer comentarios; un portavoz
del Tesoro de los Estados Unidos declinó hacer comentarios. Las personas que
hablaron anónimamente lo hicieron porque las discusiones son confidenciales y
continuas.
Un
alto funcionario estadounidense que presionó para la acción dijo que Madrid
merece tanta culpa por ayudar e incitar al régimen de Maduro como Rusia y
China. Los partidarios de la medida argumentan que el gobierno interino del
primer ministro Pedro Sánchez está impidiendo que la Unión Europea tome medidas
más punitivas contra Maduro. También existe frustración por el rechazo de
Madrid a las solicitudes de los Estados Unidos de extraditar al ex espía
venezolano Hugo Carvajal para ser juzgado por cargos de tráfico de drogas, así
como el lugar de España como destino para los venezolanos que se hicieron ricos
saqueando las empresas estatales de la nación.
Ingresos
petroleros
Se
estima que grandes cantidades de ingresos petroleros fueron desviados de
Petróleos de Venezuela y estacionados en el extranjero, incluso en España . El
año pasado, los fiscales españoles arrestaron a un ex ministro venezolano y
confiscaron más de 100 propiedades de una presunta red de lavado de dinero,
según el periódico El País.
Pero
otros funcionarios estadounidenses argumentan que España siguió su ejemplo al
reconocer al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como el líder
legítimo de la nación y demostró buena voluntad al otorgar refugio al líder
opositor Leopoldo López en la residencia de su embajador en Caracas después de
una revuelta fallida del 30 de abril .
Mientras
tanto, en Caracas, los funcionarios del banco central venezolano han estado
diciendo a los contratistas que pasar por el Banco de España es una opción para
realizar y recibir pagos fuera del país, a la vez que advierten que los fondos
pueden tardar más tiempo en compensarse debido a un mayor escrutinio. Cuando
uno financiero británico que ha estado echando el Banco Central de Venezuela
sobre las formas a largo tiro para recaudar fondos se le preguntó cómo se les
paga, los funcionarios sugirieron enviar el dinero a través del banco central
de España, de acuerdo a personas familiarizadas con el asunto.
El
banco central español ha dicho en el pasado que la cantidad de dinero en la
cuenta de Venezuela es pequeña y que no ha habido un cambio significativo en la
actividad en los últimos años. Las transacciones se limitan principalmente a
transferencias de organizaciones multilaterales para obtener fondos para sus
representantes en Venezuela, dijo el Banco de España.
Tensiones
con Washington
Las
tensiones entre Madrid y Washington aumentaron en febrero cuando el ministro de
Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, dijo que Maduro parecía aún más
fuerte apenas unas semanas después de que España se uniera a Estados Unidos
para reconocer a Guaidó. Borrell también se irritó ante la decisión unilateral
del presidente Donald Trump de retirar las tropas estadounidenses de Siria.
Para frustración de algunos funcionarios estadounidenses, el gobierno español
aún mantiene relaciones normales con Maduro y sus aliados.
La
relación continua del Banco de España con Venezuela se encuentra en una
coyuntura crítica para Maduro, ya que las instituciones financieras, incluido
el banco estatal Ziraat de Turquía, han dejado de ofrecer sus servicios para
mover dinero. Algunas cuentas venezolanas en Asia también se han congelado o
descontinuado.
España
tiene su propia incertidumbre política. Las encuestas sugieren que Sánchez
ganará la cuarta elección de la nación en tantos años el 10 de noviembre. Una
vez más, no se acerca a ganar una mayoría absoluta. Incluso si puede encontrar
un socio que lo respalde en un voto de confianza, podría verse obligado a otra
votación tan pronto como la política legislativa se vuelva irregular.
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