José Ignacio Gerbasi 26 de noviembre de 2024
@jgerbasi
En la psicología, se habla mucho del poder de la mente y de cómo nuestras creencias pueden moldear nuestra realidad. Venezuela, un país con una rica historia y una cultura vibrante, a menudo se encuentra atrapada en una narrativa de fracaso predeterminado. Esta mentalidad, que se manifiesta en frases como “no se puede” y en la desconfianza hacia los procesos electorales, puede ser un obstáculo significativo para el progreso. Un ejemplo reciente es la elección de Edmundo González, quien ganó con más del 40% de los votos, desafiando todas las predicciones negativas. A pesar de los rumores de que no se permitiría la participación, de que se inhabilitarían a todos los candidatos y de que se eliminarían las tarjetas de los partidos y pare de contar, la verdad prevaleció. Este evento nos muestra que, cuando los procesos se basan en principios y valores, y se llevan a cabo con verdad y paz, los resultados pueden ser sorprendentes y positivos.
Para
combatir esta actitud de fracaso, es esencial cambiar nuestra perspectiva. La
mente es todo. Te conviertes en lo que piensas. Si constantemente pensamos que
no podemos, esa será nuestra realidad. Cambiemos nuestros pensamientos y
creencias hacia el éxito y la posibilidad. El éxito no es la clave de la
felicidad. La felicidad es la clave del éxito. Si amas lo que haces, tendrás
éxito. Encontrar alegría y propósito en nuestras acciones diarias puede
transformar nuestra percepción del éxito. La verdad es el único terreno seguro
en el que podemos pisar. Basar nuestras acciones y decisiones en la verdad nos
da una base sólida para construir un futuro mejor. La paz comienza con una
sonrisa. La paz interior y la paz en nuestras interacciones con los demás
pueden crear un ambiente propicio para el crecimiento y el éxito.
Independientemente
de las creencias que tengamos, lo importante es pensar diferente y buscar
siempre el bien común. Venezuela tiene un potencial inmenso y cada uno de
nosotros tiene un papel crucial en moldear su futuro. La esperanza reside en
nuestras acciones diarias, en cómo elegimos enfrentar los desafíos y en la
fuerza colectiva de nuestra comunidad. La fe también juega un papel fundamental
en este proceso.
Como
dijo San Agustín, “La fe es creer en lo que no ves; la recompensa de esta fe es
ver lo que crees.” Con fe, podemos superar cualquier obstáculo y alcanzar
nuestras metas.
Juan
Pablo II nos recordó que “El futuro empieza hoy, no mañana.” Esta frase nos
impulsa a tomar acción inmediata y a no postergar nuestros esfuerzos para
construir un mejor mañana.
Visualización
Positiva: Dedica unos minutos cada día a visualizar tus metas y
éxitos. Imagínate logrando lo que deseas y siente la emoción de ese logro. Reformulación
de Pensamientos: Cada vez que pienses “no puedo”, reformula ese pensamiento a
algo positivo, como “estoy aprendiendo” o “estoy en el proceso de
mejorar”.
Rodearse
de Influencias Positivas: Pasa tiempo con personas que te
apoyen y te motiven a ser mejor. Las influencias positivas pueden tener un
impacto significativo en tu actitud y confianza.
Fijación
de Metas Realistas: Establece metas pequeñas y alcanzables
que te den una sensación de logro. A medida que cumplas estas metas, tu
confianza y actitud positiva aumentarán. Práctica de la Gratitud: Cada día,
toma un momento para reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido.
La
gratitud puede cambiar tu perspectiva y ayudarte a enfocarte en lo positivo.
Autocuidado: Asegúrate de cuidar tu bienestar físico, emocional y mental. El
ejercicio regular, una alimentación balanceada y tiempo para relajarte pueden
mejorar tu estado de ánimo y actitud general.
Un
ejemplo histórico de superación es la lucha contra el apartheid en Sudáfrica.
Durante décadas, el régimen de segregación racial parecía insuperable. Sin
embargo, gracias a líderes comprometidos como Nelson Mandela y Desmond Tutu, y
al esfuerzo colectivo de millones de sudafricanos, el apartheid fue
desmantelado. Este logro monumental nos enseña que, con liderazgo, integridad y
un compromiso con la verdad y la justicia, incluso los desafíos más grandes
pueden ser superados.
Es
crucial que como sociedad, empecemos a confiar más en los procesos que se
llevan a cabo con integridad. La transparencia, la honestidad y el compromiso
con los valores fundamentales son la clave para superar la desconfianza y la
negatividad. Al adoptar una actitud de posibilidad y esperanza, podemos
transformar nuestra realidad y construir un futuro más brillante para Venezuela.
Vamos
por más…
José
Ignacio Gerbasi
@jgerbasi
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