miércoles, 2 de octubre de 2019

Ají dulce venezolano: el emprendimiento gastronómico más esperado por la diáspora venezolana en España., por @lagastronofila




Axa Milá de la Roca 29 de septiembre de 2019
@lagastronofila

La familia Rojas Páez lleva 13 años en España, los últimos 5 dedicados a adaptar el ají dulce a las condiciones climáticas de la península ibérica. Finalmente lo han conseguido: ya cosechan grandes cantidades y lo comercializan a través de ajidulce.es a toda Europa. La noticia saca sonrisas a la diáspora venezolana del viejo continente

Si preguntas a cualquier venezolano cuál es el producto clave de su gastronomía, ese que siempre ha añorado desde que emigró y el que más le ha costado conseguir en el exterior, no dudará en responder que es nuestro querido ají dulce. Para quien no lo conozca, se trata de un pimiento pequeño de sabor dulce que pasa por tonalidades verdes, amarillas, naranjas y rojas.

El ají dulce es un sabor básico de la gastronomía venezolana, presente en todo tipo de sofritos y guisos aportando no sólo sabor, sino también un aroma característico. Pero sobre todo es un producto que hasta ahora era muy difícil de conseguir fuera de Venezuela, o fuera de Latinoamérica. De ahí también el hecho de que se solicitara la denominación de origen controlada en Venezuela, lo que sería la cuarta D.O.C. de todo el país después de Ron de Venezuela, Cocuy de Pecaya y Cacao de Chuao.

«La experiencia profesional de Enrique fue de vital importancia para lograr adaptar la planta de ají dulce al clima español. Costó mucho esfuerzo y sacrificio, pero con la ayuda de toda la familia, y un largo ensayo-error, el proyecto salió adelante.»

Enrique Rojas es canario, de la isla de La Palma, y cuarta generación de agricultores. Un venezolano de corazón al que se le saltan las lágrimas cuando preguntamos si le gustaría volver algún día a Venezuela, lugar en el que ha pasado la mayor parte de su vida. Emigró junto a su familia desde el estado Guárico. Su experiencia profesional fue de vital importancia para lograr adaptar la planta de ají dulce al clima español.

Como bien sabemos, las condiciones climáticas europeas son muy distintas a las de Venezuela y representan el mayor reto de este emprendimiento. Le ha costado mucho esfuerzo y sacrificio llegar hasta aquí, pero con la ayuda de toda la familia, y un largo ensayo-error, el proyecto ha salido adelante.

«El ají dulce es un sabor básico de la gastronomía venezolana, presente en todo tipo de sofritos y guisos aportando no sólo sabor, sino también un aroma característico. Aquí la planta de ají dura menos y es menos productiva, dando menor cantidad, pero no por ello menos aroma o sabor.»

Poco a poco hubo una adaptación. En Venezuela la planta dura entre dos y tres años; en España se debe plantar cada año ya que muere en invierno. Aquí el ají no sólo dura menos: también la planta es menos productiva, dando menor cantidad pero no por ello menos aroma o sabor.

El ají dulce no faltaba en el recetario familiar de los Rojas Páez. Fue precisamente añorarlo lo que encendió la bombilla y dio la idea de emprendimiento. Ydalmy Páez, venezolana y esposa de Enrique, pasó años intentando dar con esos sabores venezolanos en la madre patria, pero la conclusión siempre era la misma: «falta el ají dulce».

«Ydalmy pasó años intentando dar con esos sabores venezolanos en la madre patria, pero la conclusión siempre era la misma: falta el ají dulce. Ahora el producto ya está disponible en su página web ajidulce.es, con envíos a toda España y Europa. También se consigue en el Mercado Maravillas. A Kike le reciben con mucha emoción cuando entrega los pedidos.»

¿Cómo conseguir un sustituto para las hallacas? ¿Cómo hacer unas buenas caraotas negras sin él? ¡Imposible! El sabor de nuestra tierra es ese algo que nos da consuelo en la distancia, y el ají dulce es parte fundamental de ese sabor; eso que nos viene faltando hace años -o décadas- y que por fin vuelve a nuestra cocina, una cocina a casi 7.000 kilómetros de distancia del lugar donde dejamos parte de nuestro corazón.

El producto ya está disponible en su página web ajidulce.es, con envíos a toda España y Europa, y también en diversos puestos del Mercado Maravillas. José Enrique Rojas, hijo de Enrique e Ydalmy, nos cuenta el cariño con el que le reciben cuando entrega pedidos por la capital: saltos, lágrimas, sonrisas; pero sobre todo mucha solidaridad. Sus clientes comparten el producto con otros paisanos y restaurantes cercanos para ayudarles a llegar a nuevos clientes. Kike comenta que «eso es precisamente lo que más nos llena».

La familia Rojas Páez entra así en ese libro, de momento imaginario, que he creado sobre la historia gastronómica de Venezuela en España. ¡Enhorabuena familia! Y gracias por recuperar los sabores de nuestra tierra, por hacer nuestra nostalgia más llevadera y permitirnos acceder a los sabores de nuestra infancia y juventud desde la distancia.

Si quieres saber más sobre el emprendimiento de esta familia, no dejes de visitar el vídeo del canal Diáspora Venezolana donde les entrevistan.


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