Comenzaron la odisea en
enero desde el estado de Bolívar, pasaron por Brasil, Paraguay y ahora están en
Rafaela. Su objetivo es llegar a Ushuaia. Comparten un proyecto de reinserción
agroecológica.
El Litoral, 24/08/2017
area@ellitoral.com
La crisis económica, política y social que atraviesa
Venezuela fue el punto de partida del viaje que trajo a la provincia de Santa
Fe a Héctor Meleán (26 años), Rosángela Jiménez (27), Jesús García Godoy (26) y
Adriana Cardozo (23), tres arquitectos y una veterinaria que vinieron en
bicicleta y acapararon la atención de los vecinos de Reconquista, Alejandra,
Cayastá y María Luisa, lugares que le sirvieron de descanso, hasta llegar este
martes a Rafaela.
En diálogo con
El Litoral, los jóvenes explicaron el porqué del viaje y las sensaciones que
les produce encontrarse lejos de su país natal. “En enero comenzamos la
travesía al salir de Maracaibo en donde vivimos. Nos fuimos porque la realidad
del país es muy complicada en todo aspecto y también aprovechamos la ocasión
para avanzar en un proyecto que llamamos “Centro de Reinserción Agroecológica”.
A lo largo del viaje pudimos aprender muchísimo de reservas ecológicas de
Brasil y acá en Santa Fe visitamos la granja integral Naturaleza Viva en
Reconquista”, contó Meleán.
En relación con
la dura realidad en Venezuela, asegura que mucha gente se quiere ir. “El que no
se ha ido todavía es porque no ha conseguido la manera. Hacer este viaje nos
sirve como un refugio, sobre todo anímico”, reconoció.
El camino
La travesía de
este grupo de amigos comenzó en el estado venezolano de Bolívar. El primer
desafío no fue salir del país —“porque no es nada complicado”—, la dificultad
está en ingresar en otros países, especialmente por el tema de la documentación
y la moneda, que no los favorece con respecto al cambio.
El paso
fronterizo con Brasil fue por el estado de Roraima. Allí estuvieron varados
unos días hasta resolver problemas con migraciones. Luego pasaron por Manaos y
toda la selva amazónica, donde estuvieron obligados a trasladarse en una
barcaza. A pesar de tener que desviarse varios kilómetros, visitaron San Pablo
y pasaron por un importante centro de fauna, que les permitió sumar
conocimientos para aplicar a su proyecto. Otra de las ciudades grandes en las
que estuvieron fue Curitiba y, en Paraguay, hicieron un breve paso por Ciudad
del Este, para cruzar el límite y recalar en Misiones.
Ya en suelo
argentino se dirigieron rumbo a la provincia de Santa Fe. Pasaron por Reconquista,
Alejandra, Cayastá y María Luisa. Y desde este martes están en Rafaela, una
ciudad en la que tienen conocidos. Una vez que abandonen la provincia, partirán
rumbo al sur por la Ruta 40, con el horizonte puesto en Ushuaia.
Para trazar el
recorrido de más de 5.000 kilómetros, los aventureros tenían planificado
pedalear 60 kilómetros diarios, pero según las complicaciones de los caminos
ese número fue variando. “En los terrenos montañosos brasileros hacíamos 40,
acá en Argentina el tramo que hicimos hasta ahora ha sido plano por lo que
aumentamos a 80/90 kilómetros por día”, precisaron.
—¿Por qué en
bicicleta?
— Primero por
una cuestión económica, porque es imposible solventar un pasaje en avión con el
salario actual de Venezuela. Además los sitios en los que estuvimos, hubieran
sido inaccesibles en otro medio de transporte. No somos los primeros ni los
últimos en hacer esto, y llegamos a la conclusión que se puede lograr lo que
uno se propone a pesar de las dificultades con las que lidiamos. A pesar de que
las bicicletas con las que viajamos son muy rudimentarias, aprendimos mucho de
mecánica. Tenemos estas bicis porque no son ostentosas. Los modelos más caros
hubieran sido un problema en nuestro país por la delincuencia.
Argentina, uno de los más elegidos
Después de
Colombia y Panamá, el suelo argentino es el tercer lugar que los venezolanos
eligen para refugiarse de toda Latinoamérica. Según los datos registrados por
la Dirección Nacional de Migraciones, desde 2008 hasta marzo de este año, un
total de 38.540 venezolanos iniciaron los trámites de radicación en el país.
De aquel tiempo
hasta la actualidad, la curva de trámites no para de ascender. El gran salto se
evidenció entre 2014 y 2016, tiempo en el que el número de venezolanos que
solicitaron la residencia pasó de 2.636 a 12.859; es decir, que se quintuplicó.
Mientras que en 2017, sólo entre enero y marzo, se registraron un total de
8.333 trámites iniciados.
Uno de los
principales motivos que lleva a los venezolanos a solicitar la residencia
argentina es el proceso de documentación, ya que es mucho más sencillo que en
otros países. Con el pasaporte o el DNI venezolano ya se puede acceder a la
residencia.
En primer
término se le otorga al solicitante la residencia temporaria, y luego de dos
años puede aplicar a la permanente. Diferente es el caso de aquellos venezolanos
que cumplan con los requisitos para aspirar a la residencia permanente de
entrada por tener lazos con algún ciudadano argentino.
“Hacer este viaje nos sirve como un
refugio, sobre todo anímico”.
Héctor Meleán, venezolano.
El gran salto se evidenció entre 2014 y 2016, tiempo en
el que el número de venezolanos que solicitaron la residencia pasó de 2.636 a
12.859; es decir, que se quintuplicó. Mientras que en 2017, sólo entre enero y
marzo, se registraron un total de 8.333 trámites iniciados.
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