Luis Almagro presentó ese lunes su cuarto informe sobre la crisis de
Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA). En el documento, el
secretario general del organismo indicó que el resultado del diálogo entre la
oposición venezolana y el régimen de Nicolás Maduro debe ser la "paz,
democracia y libertad".
Asimismo, exigió que esa negociación no se base en el "reparto de
poder" sino en "la redemocratización del país".
"Exigimos que no se negocie la paz, la democracia ni la libertad,
porque son nuestros bienes más altos y son irrenunciables, no podemos permitir
que el Régimen haga abdicar de sus bienes más altos a los venezolanos",
apuntó el diplomático uruguayo en su cuarto informe sobre la situación en
Venezuela.
"Paz, democracia y libertad deben ser el resultado del diálogo, y
no materia de negociación. Las partes en diálogo deben escuchar la voz de la
OEA en la defensa de sus principios, que son los que le darán garantías al
pueblo venezolano", agregó.
En un vídeo de casi siete minutos, en el que resume las conclusiones de
su documento de 49 páginas, el ex canciller uruguayo subrayó que "ninguna
negociación debe estar basada en el reparto de poder, sino en la
redemocratización del país".
Estas son las primeras consideraciones de Almagro tras el anuncio del
nuevo intento de diálogo entre el régimen chavista y la oposición, que comenzó
con unos encuentros hace dos semanas en República Dominicana y está previsto
que continúe el próximo 27 de septiembre.
Almagro pidió asimismo "admitir que la situación actual de la
República Bolivariana de Venezuela representa un riesgo para la paz y seguridad
hemisférica, debido a la grave crisis humanitaria y migratoria y los vínculos
comprobados de estructuras del Estado con el crimen organizado internacional".
Volvió a reclamar "que la comunidad internacional continúe
aplicando sanciones cada vez más duras contra el régimen y sus
autoridades".
Y enumeró las peticiones que, a su juicio, se deben hacer a la
dictadura de Maduro: anulación del proceso de Asamblea Constituyente, cese
inmediato de la represión, liberación de todos los presos políticos,
"retorno al orden constitucional", realización de elecciones
"libres, justas y universales, a la brevedad y con observación
internacional calificada".
Asimismo, pidió "la investigación a gran escala de los actos de
figuras clave del Régimen y sus subordinados, para garantizar la rendición de
cuentas por los crímenes cometidos contra la población civil".
Almagro ha promovido en la OEA la iniciativa de celebrar cuatro
audiencias con el fin de que un grupo de expertos independientes determine a
final de octubre si hay fundamento para denunciar a los funcionarios chavistas
ante la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de lesa humanidad.
La OEA no puede enviar un caso al tribunal de La Haya como institución,
pero sí cualquiera de los 28 Estados miembros del organismo que son parte
también del Estatuto de Roma, el tratado fundacional de esa corte.
En los 15 años de la CPI, ningún Estado del mundo ha denunciado a otro,
por lo que sería histórico que alguno de los países americanos lo hiciera ahora
con Venezuela.
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