La Opinión 27 de noviembre de 2017
@laopinioncucuta
Norte
de Santander no tiene capacidad humana, técnica ni de infraestructura para
atender el número de usuarios venezolanos que se presentan a realizar trámites
en la Registraduría.
Así lo
señaló Roque Alirio Martínez Santos, delegado del Registrador Nacional para el
departamento.
A
diario se observan cientos de venezolanos haciendo filas para realizar
trámites, relacionados especialmente,
con la obtención de la nacionalidad colombiana.
Estas
son tan largas y numerosas que llegan a obstaculizar gran parte de los negocios
contiguos a la Registraduría de Cúcuta, donde la situación es crítica y
ocasiona molestias a los demás ciudadanos.
Según
un funcionario de esta sede, se atienden alrededor de 800 a 900 personas, de
las cuales, casi el 80 por ciento son venezolanas.
Además,
este volumen de usuarios aumenta y se repite en los 39 municipios del
departamento, dijo Martínez.
Antes,
cada funcionario en Cúcuta atendía 70 personas en promedio, y ahora, puede
llegar a unas 200 por día.
Son
muchos los ciudadanos que se quejan, porque no se pueden movilizar con
facilidad por el espacio público debido a la multitud y desorden que provocan
la falta de organización de quienes hacen las filas y la escasez de
funcionarios.
“Estamos
a la espera de tener más funcionarios para alivianar esta situación”,
puntualizó el delegado. “Sin embargo, los servicios se siguen prestando a
quienes los soliciten en la medida que esté a nuestro alcance”.
“Ahora,
todo es más lento y difícil, ya sea para acceder a un turno, o para algo tan
elemental como tener información del proceso para agendar citas” señaló Jenny
Flórez, ciudadana colombiana.
En
esta entidad se hacen trámites de registros, tarjetas de identidad, cédulas,
renovación, duplicados, postgrabación de registros, información, e inscripción
de cédulas.
Karina
Moncada, ciudadana venezolana, es una de las usuarias que desde la madrugada se
concentra, carpeta en mano, en la larga espera para ser atendida en Cúcuta para
obtener su nacionalidad y la de su mamá.
En ese
mismo sentido, debido a las quejas
reiteradas por parte de los usuarios, se puso fin a las citas por internet y
estas se seguirán gestionando personalmente, directamente en la sede, para evitar
estafas por parte de intermediarios ilegales que hacían cobros hasta de 30 mil
pesos por cita.
Así
mismo, la Registraduría está en busca de un mecanismo para eliminar estos
intermediarios que “le sacan el dinero a la gente”, dijo Martínez.
“Ningún
proceso de estos tiene costo alguno”, puntualizó el funcionario.
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