Marino Alvarado 25 de diciembre de 2017
@marinoalvarado
El
país está lleno de millones de héroes anónimos que trabajan por el
bien común y se niegan a naufragar en medio de la tormentosa situación
económica y social del país. Hombres y mujeres que despliegan creatividad,
iniciativa y compromiso para salir ellos mismos adelante y en su propósito
ayudar a otros.
Voy a
empezar por realizar un reconocimiento a Fe y Alegría como
institución. Su propio nombre estimula esperanza. Desplegada en las comunidades
pobres del país, ha logrado dar educación de calidad con pocos recursos,
comprometidos en contribuir a que los más excluidos de la sociedad tengan
oportunidad de aprender y comprender, asumiendo la educación como un medio para
transformar la realidad.
He
tenido la oportunidad por muchos años de conocer el trabajo que se realiza en
las escuelas de Fe y Alegría. En condiciones difíciles, por el contexto social
que rodea las escuelas donde se imparten las clases, sus maestros y
maestras son un ejemplo de compromiso, de navegar en las
adversidades.
Como
ocurre con todos y todas las educadoras en el país, sobreviven con bajos
salarios y en los barrios torean en la medida de lo posible a la delincuencia.
Pero ahí están dando lo mejor para formar en y para la vida, expandiendo
conocimientos para que esos niños, niñas y adolescentes de hoy tengan
un mejor futuro y ayuden a construir una mejor Venezuela.
Luisa
Pernalete una educadora con más de 30 años en dicha institución recibió en el
año 2013 el premio de derechos humanos de la Embajada de Canadá en
Venezuela. Un reconocimiento además que desde la acción educativa se trabaja
por la promoción y defensa de los derechos humanos.
Cientos
de ONG medianas y pequeñas algunas en muy apartados lugares del país
realizan un trabajo cotidiano a partir de la solidaridad como valor
fundamental. El Comité de Derechos Humanos de la Guajira, la Fundación Madres y
Padres por los Niños de Venezuela con sede en el estado Lara, la Fundación de
Derechos Humanos del estado Sucre o la Vicaría de Derechos Humanos del estado
Amazonas, son cuatro organizaciones quienes con actividades muy distintas
tienden la mano a los necesitados.
Un
conjunto de pequeñas organizaciones que trabajan y luchan por el derecho a
la salud conformaron la Coalición Codevida. Por muchos años cada
una trabajó por su lado y progresivamente se fueron coordinando para enfrentar
la grave crisis en el sector salud. La mayoría está formada por personas con
una determinada condición de salud crónica. Comprendieron la importancia de
unir iniciativas y fuerzas vienen logrado una incidencia importante para
visibilizar la crisis humanitaria y brindan día a día apoyo a muchas
personas necesitadas de atención médica, medicinas, pero sobre todo ánimo.
El
Comité de Pensionados y Jubilados del Instituto Venezolano de los
Seguros Sociales con el liderazgo de Urimare Capote, Arturo Tremont y Edgar
Silva Herrera vienen desde 1991 desarrollando un innovador proceso de luchas
por la defensa de los derechos económicos y sociales de la población pensionada
del país que abarca múltiples aspiraciones de las personas de la tercera edad y
adultas mayores. La avanzada edad de sus integrantes, muchos con más de 75
años, no les impide reunirse frecuentemente e incluso
organizar protestas en defensa de sus derechos.
Muchas
personas desde el campo del arte, la música, el cine, el deporte, la ciencia,
aportan igualmente su grano de arena para brindar esperanza en un
país sumido en la resignación y desesperanza.
Venezuela
es más que altos precios, crisis humanitaria, inseguridad y
malos servicios. Esa realidad, que es dura y la padecemos a diario, va
acompañada con otra realidad, la de la gente laboriosa que se esfuerza en medio
de la adversidad por triunfar, la de gente que se niega a rendirse y sigue
luchando por el rescate de la democracia y por una calidad de
vida mejor para la familia venezolana, la de jóvenes que
estudian, luchan y sueñan, la de millones de mujeres que se imponen ante
la discriminación y la violencia.
La
adversidad para muchos es una pesadilla pero la historia está llena de ejemplos
de que también es una oportunidad. Muchos de las y los héroes anónimos que
existen en nuestra geografía nacional así lo demuestran. Se anuncian tiempos
más tormentosos y en esas circunstancias los valores de solidaridad,
amistad, honestidad y compromiso serán esenciales para salir airosos. Sigamos
adelante.
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