Delsy Loyola Jorge 15 de febrero de 2018
El
presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que asistirá a la Cumbre de las
Américas a realizarse en la ciudad de Lima el 13 y 14 de abril, pese a que,
días antes, el jefe del Estado Peruano, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), anunció que su presencia “ya no era bienvenida”.
Kuczynski
señaló que su decisión estaba respaldada por el Grupo de Lima y basada en la
Declaración de Quebec del 2001, la cual sostiene que cualquier alteración o
ruptura inconstitucional del orden democrático en un Estado “es un obstáculo
insuperable” para ser parte de este evento internacional.
En esa
línea, surge la interrogante en torno a si se concretará la visita de Nicolás
Maduro a Lima para participar en la Cumbre de las Américas, luego de
que este señalara que vendrá “así llueva, truene o relampaguee”.
-¿Puede
participar en la cumbre?-
El
abogado Francisco Tudela, ex ministro de Relaciones Exteriores, manifestó que
la situación se enmarca dentro de la cortesía internacional, es decir, en un
conjunto de “reglas de conducta” que, de ser violentadas, no pueden recibir
sanción jurídica como en el caso de los tratados internacionales.
Explicó
que el impedimento para que Nicolás Maduro no participe en el
citado evento es el señalado en la Declaración de Quebec del 2001, pero si el
gobernador venezolano decide rechazarlo, puede participar del evento, aunque
eso complique las relaciones entre ambos países.
“Si él
decide forzar su llegada, es una violación de la cortesía internacional [...]
Lo que está haciendo es provocar una crisis. Probablemente, lo que quiere es la
ruptura de relaciones con el Perú para impedir que los venezolanos puedan
venir, buscar algún pretexto para bloquear las relaciones en ambos países”,
comentó.
Para
el internacionalista Ernesto Velit, si el gobernador venezolano decide venir,
no se le puede negar su participación ni su llegada al Perú, ya que “él no ha
sido declarado enemigo del país ni mucho menos”.
-¿Qué
medidas puede tomar el Gobierno peruano?-
El ex
canciller Eduardo Ferrero Costa consideró que, además de los países miembros
del Grupo de Lima, el Estado Peruano debe dialogar con el resto de naciones que
participan de la Cumbre para llegar a un acuerdo formal más extendido.
“Si el
presidente Maduro insiste en venir, la decisión de que asista o no debe ser
adoptada por los diversos países miembros de la Cumbre [...] tiene que ser
evaluado por los cancilleres de los países miembros de la Cumbre y ser decidido
a nivel multilateral”, dijo a este Diario.
Por su
parte, Ernesto Velit tuvo una posición distinta y sostuvo que para evitar
confrontaciones, el Gobierno peruano debería “ignorarlo” y dejar al mandatario
venezolano participar si así lo quiere.
“No
nos vamos a enfrentar a un presidente por respeto a Venezuela [...] Él viene
con intenciones de perturbar el desarrollo de la Cumbre, no nos vayamos a
prestar a ese juego que puede ser muy peligroso”, expresó.
-¿Se
le deben rendir honores a su llegada?-
En el
posible escenario de que Nicolás Maduro arribe a la capital
peruana, el ex canciller Francisco Tudela consideró que no se debería realizar
la ceremonia protocolar que estipula el Decreto Supremo N°096-2005-RE para el
recibimiento con honores de jefes de Estado extranjeros.
“Si él
fuerza su venida al Perú, es contra la voluntad del Gobierno peruano y no se le
rinden honores [...] Él no puede violentar su entrada al Perú y esperar ser
recibido como jefe del Estado, eso no va a ocurrir”, indicó.
De
igual manera, Ferrero señaló que al ser un asunto protocolar, “el Perú podrá
hacer una diferencia frente a Maduro y frente a otros presidentes” al momento
de recibirlos.
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