La Hora 27 de febrero de 2018
Nixon
Méndez es un venezolano de 30 años de edad que llegó desde Mérida-Venezuela a
Latacunga en noviembre último porque la situación en su país “era
insoportable”, dice.
Vino
acompañado de su novia, es hijo único y sus padres junto con su abuela de 90
años se quedaron en Venezuela, semanalmente les envía dinero para que se
ayuden, porque dice que cada uno gana mensualmente 3,50 dólares.
Méndez
tenía una empresa papelera en su país, pero la crisis hizo que quebrara y en
enero de 2017 se dio cuenta de que ya no iba más.
Acabó
sus estudios superiores en ingeniería en sistemas y decidió venir a Ecuador y
específicamente a Latacunga porque tiene amigos y porque dice que es muy
parecida en el clima y en la calidez de la gente a su ciudad natal.
Su
novia encontró trabajo de inmediato en una operadora móvil, gana el sueldo
básico y él se dedica a elaborar donas, las vende de lunes a viernes en las
afueras de la Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE y los sábados en el
mercado central de Ambato.
Dice
que a diario gana entre 17 y 20 dólares, al momento tramita su visa de trabajo
para poder quedarse y obtener un empleo acorde a su perfil profesional.
Arrienda un departamento de dos dormitorios, sala, comedor cocina y baño por
150 dólares más el pago de los servicios básicos.
“Decidimos
venir a este país porque todo es tranquilidad, se respeta el orden establecido,
hay seguridad, lo que en mi país se acabó totalmente”, explica.
Añade
que logró salir de su país sin problema porque durante su vida estudiantil
viajó a otros países y tenía su pasaporte activo, lo que no sucede con las
personas que nunca han salido de Venezuela quienes no pueden obtener el
pasaporte en los momentos actuales porque las páginas de los ministerios están
caídas y hay muchas trabas.
Josefina
Ramírez, es una venezolana de 65 años también es de Mérida, llegó al país en
septiembre último, sus tres hijos trabajan en Ecuador, dos en Latacunga y una
en Quito.
En su
país vende ropa interior y medias y trabaja en casas, llegó al Ecuador con visa
de turista y en marzo se le termina su tiempo de estadía por lo que retornará a
su país para volver en un tiempo. Acá en la ciudad vende donas, su nieto las
elabora y ella las comercializa en las afueras de las escuelas y colegios.
Lo que
percibe económica con esta venta le alcanza para subsistir, manifiesta que
recibir dólares les resulta bueno y además la situación que vive Ecuador es
buena, no hay violencia ni problemas por comida, “se vive en total
tranquilidad”.
Los
dos coinciden en la difícil situación que viven en su país, especialmente por
falta de comida y por la violencia generalizada. Consideran que Latacunga es
una ciudad tranquila para vivir en paz y aunque no quieren quedarse para
siempre, por ahora no piensan irse.
La
presencia de venezolanos en la ciudad es evidente, el ingreso de venezolanos al
país por la frontera norte registra un aproximado de 3.000 venezolanos que hace
una semana arribaron por el puente de Rumichaca.
Carlos
Vela, administrador de la terminal terrestre de Tulcán, informó que miles de
venezolanos viajan a Quito, Guayaquil y Huaquillas. Algunos pasan por el país
para llegar a Perú y a Chile. (VHG)
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