jueves, 1 de marzo de 2018

América Latina agradecida con el servicio de médicos venezolanos, por @MackyArenas ‏



Macky Arenas 28 de febrero de 2018

Los médicos venezolanos, un valor agregado para los países que los reciben

uerto Montt, al sur de Chile, ciudad ubicada a pocos pasos de la Patagonia, cuenta con médicos venezolanos que conforman casi el 80% de la plaza destacada en esa alejada localidad. De estos médicos, 65 fueron objeto de un agradecido homenaje por el aporte que están representando para el sistema de salud chileno.

El Hospital de Puerto Montt “Dr. Eduardo Schútz Schroeder” se encuentra en la provincia de Llanquihue, en plena Patagonia chilena. Allí laboran profesionales de Argentina, Canadá, Colombia, Cuba, Ecuador, España, Nicaragua, Perú y Venezuela.

La comunidad médica venezolana está, a su vez, agradecida por “el rol inclusivo de Chile en general y del Hospital en particular”. Hasta noviembre pasado, la cifra de profesionales ejerciendo en Chile se ubicó en 646 venezolanos.

Los venezolanos han escogido Chile como uno de sus principales destinos para emigrar, debido a la crisis que afecta a su país. Tan solo en el primer semestre de 2017, se realizaron 32.089 solicitudes de residencia en esa nación. Chile tenía un déficit de 20.000 médicos y se puso en marcha una campaña para captar médicos fuera de las fronteras. Gran parte de esos médicos captados son venezolanos.

Más de 2 millones de venezolanos han abandonado el país durante los últimos 18 años por la situación política, económica y social, según un informe del Observatorio de la Voz de la Diáspora Venezolana, basado en cifras de los organismos de estadísticas de las naciones donde viven ahora.

Entre ellos, está el 40% de los médicos graduados que ha decidido emigrar. La fuga de batas blancas ha llevado a los especialistas hasta varios países de América Latina, especialmente y del mundo en general: “Ejercer en Venezuela es frustrante. Pretendemos poder tratar dignamente a nuestros pacientes, con los recursos necesarios”.

La escasez de medicamentos, la imposibilidad de brindar una atención adecuada, la inseguridad y las condiciones del país en materia económica han empujado a los profesionales de la medicina a buscar un futuro fuera de las fronteras venezolanas. Así lo reflejó la Encuesta Nacional de Médicos y Estudiantes de Medicina 2017, la cual arrojó que casi 40% del total de médicos graduados en los últimos 10 años decidió migrar.

Los doctores Julio Castro y Miguel Ortiz presentaron recientemente el sondeo: “Del total de médicos consultados que residen en el país, 75% dijo tener intenciones de migrar” y agregan, coronando la frase con un piquete positivo: “De un total de 100, 60 médicos están aquí en Venezuela; pero de esos 60, aproximadamente, 45 quieren emigrar. Otros 40 dijeron que se quedarían si la situación en el país cambia. Mientras que de los que están fuera, entre 22 y 34 volverían si Venezuela mejora”.

Sólo en Europa viven y trabajan unos 7.000 médicos venezolanos. Se van anestesiólogos, nefrólogos, hematólogos y neumonólogos, entre otros talentos que cuesta más de 6 anos preparar. Se nos están marchando los fisioterapeutas y los están recibiendo inmediatamente en todos los países del mundo, con el título de la UCV (Universidad Central de Venezuela) bajo el brazo, porque reconocen la formación académica que aquí se imparte. Los necesitan y los toman de Venezuela,  donde las políticas de salud no  cristalizan en un mercado laboral adecuado. La consecuencia es que busquen emigrar para desarrollarse profesionalmente.

En este escenario sombrío y complejo, Colombia, según un informe realizado con información del Banco Mundial, la Organización Internacional para las Migraciones y de organizaciones de venezolanos, es el país donde más están llegando desde Venezuela, entre 98 naciones más.

El impacto de este éxodo va mucho más allá. La otra cara de la moneda muestra que donde llegue un galeno venezolano a laborar se está recibiendo en otras tierras una retribución que debería estar disfrutando la misma Venezuela, más aún en este momento de crisis.

Esta fuga imparable se reflejó por primera vez, en todo su dramatismo, en los titulares de prensa de 2016: “Casi 16 mil médicos se han ido de Venezuela. No todos están dispuestos a volver si el Gobierno cambia. No por falta de amor nacional, sino por la estancia que ya construyeron en un país que les brindó oportunidades. Hay una marea de batas blancas inundando Maiquetía(*)”.

Hay que recordar el insólito episodio ocurrido el 17 de octubre de ese año, cuando dos médicos fueron despedidos del Hospital Central de Maracay (HCM). Su delito había sido permitir el ingreso de cajas de medicinas donadas, cuando incluso la Organización de Naciones Unidas (ONU) había pedido al Gobierno recibir los medicamentos como parte de una ayuda internacional.

Emigdio Balda, decano de la Facultad de Medicina de la UCV, considera que debido al aumento migratorio de venezolanos hacia el exterior afectados por la condición país Venezuela puede haber perdido ya 2 generaciones de profesionales de la salud en los últimos 10 años.

En la Facultad de Medicina de la UCV existen 156 postgrados clínicos con una matrícula de 1.200 alumnos aproximadamente. Solo en Ecuador hay más de 60 profesores e investigadores clínicos, cobrando entre 5 mil y 8 mil dólares. “No se puede competir con los 24 dólares que aquí se les ofrece. Es una doble pérdida, en el grado cuando formamos al médico y en postgrado cuando formamos al especialista”, se lamenta Balda.

El decano no pierde las esperanzas de que algún día estos profesionales regresen al país. “Los que se van dicen que su intención es poder regresar cuando las condiciones mejoren. El venezolano tiene arraigo por su país y todos así lo manifiestan. Si prosperamos desde el punto de vista económico y social, mucha gente va a regresar y eso nos va a permitir que ese talento que formamos regrese”.

Los médicos que permanecen en Venezuela no abandonan a sus pacientes que han emigrado. Han creado una plataforma a través de la cual atienden a los pacientes virtualmente mediante videoconferencias, llamadas telefónicas o en un chat con el médico escogido entre más de 20 especialidades. El doctor Ricardo Soto-Rosa Loges, cirujano urólogo y uno de los fundadores de la plataforma www.medicosvenezolanosonline.com., explica: “Los pacientes que residen en el exterior llaman constantemente a los médicos que están en Venezuela buscando que los asesoremos, que le demos ayuda. En la medida que han migrado más venezolanos, eso se ha ido intensificando”.

Por limitaciones de idioma, confianza de acudir a su especialista “de toda la vida”, costos y otras limitaciones, ha tomado auge la llamada “telemedicina”.  Los médicos que integran la plataforma están en Venezuela y en otros países. “Tenemos doctores en Chile, Panamá, Colombia, España e Italia”, precisan.

Desde octubre pasado pasan consultas on-line. “Los venezolanos muchas veces no se adaptan a los sistemas de salud que encuentran en otras latitudes adonde migran. Esa situación los lleva a que, con frecuencia, nos estén llamando para que les hagamos la consulta, les orientemos y disipemos las dudas que tengan”.

El equipo médico de esa plataforma también extiende su labor a “todas las personas de habla hispana que se puedan beneficiar de nuestro servicio”, comentan acerca de las posibilidades que ofrecen, sin fronteras ni restricciones.

Tomado de: https://es.aleteia.org/2018/02/27/america-latina-agradecida-con-el-servicio-de-medicos-venezolanos/

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