Adriana Abramovits 27 de marzo de 2018
Crecen
las campañas para disminuir el rechazo o los actos de xenofobia contra los inmigrantes
de Venezuela. Esto fue lo que se vio en el Estéreo Picnic.
“Esas
son todas unas prostitutas, se venden por cualquier cosa”, “¿por qué tienen que
venir a nuestro país? Que se regresen al suyo”, “como su país está vuelto
mierda vienen aquí a tirarse el nuestro”, “malditos ladrones, sólo vienen a
robar”, “¿nos invaden y nadie dice nada?”, “lárguense, no es suficiente ni para
los que estamos”, “menos mal cerraron la frontera”, “regresen a su país,
venecos de mierda”.
Al
pasar al espacio contiguo, los asistentes del Estéreo Picnic se colocaban los
audífonos y escuchaban los siguientes diálogos contrastantes: “qué difícil es
empezar de cero, eres supervaliente”, “claro, te abrimos las puertas”, “hoy por
ti, mañana por mí”, “seguro extrañas mucho a tu familia, pero fresco, para eso
estamos los panas”, “antes eran ustedes los que nos recibían, ahora somos nosotros”,
“más allá de las fronteras, todos somos humanos”. Estas frases fueron extraídas
de venezolanos en Colombia.
En
pleno día del festival de música más famoso de Colombia se libraba otro tipo de
encuentro. La primera actividad interactiva que realizaba la Agencia de la ONU
para los Refugiados (Acnur), un llamado a que los jóvenes se conviertan en
agentes de cambio.
Las
reacciones eran inmediatas y la conclusión obvia: todos podemos construir un
ambiente mejor si establecemos empatía.
Esta
iniciativa forma parte de Somos Panas Colombia, una campaña de solidaridad que
invita a cambiar la perspectiva que existe sobre los venezolanos en el país.
Regina de la Portilla, oficial de información pública de la Acnur, explica que
detrás de cada rostro hay todo un camino de esfuerzo, y que debemos tender una
mano a quien dejó su país para buscar un mejor futuro. “Las palabras pueden
generar mucho odio, pero también pueden producir algo extraordinario”. La
xenofobia se puede superar, pero hay que dejar el miedo por el que luce
distinto, tiene un acento diferente o una cultura distinta, explica De la
Portilla.
Esta
búsqueda de un cambio de narrativas también se aplica en redes sociales, ya que
son espacios en donde se incuba el odio. Somos Panas busca cambiar la opinión
pública y crear un ambiente más positivo y receptivo para los venezolanos. Los
xenófobos generalizan, clasifican y etiquetan a todos los individuos de una
nacionalidad por el comportamiento de una sola persona. De la Portilla agrega
que podemos vivir mejor si nos conocemos e intercambiamos nuestras historias.
El
sentimiento xenófobo aparece en todos lados: en conversaciones familiares, en
la panadería, en el bus, en las noticias sobre venezolanos, en memes y en
campañas políticas. Estos focos de xenofobia se deben a factores como la
desinformación junto con la propagación de prejuicios y estereotipos. Por eso
la Acnur publicó gratuitamente “Panas contra la xenofobia”, una guía rápida
para reducir el odio y la discriminación, que se puede descargar en somospanascolombia.com.
Después
de vivir la experiencia, los participantes escribieron mensajes de solidaridad
en las paredes. Entre ellos se encontraba: “gracias por abrirnos los brazos, de
un agradecido venezolano”.
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