La Vanguardia 25 de abril de 2018
Panamá
y Venezuela se quedarán sin conexión aérea a partir de la medianoche de hoy,
cuando se haga efectiva la suspensión de las aerolíneas venezolanas radicadas
en el país centroamericano y pese a la disposición que han mostrado ambos
gobiernos para tratar de solucionar la reciente crisis bilateral.
El
último vuelo regular en conectar ambos países fue el QL1983 de la aerolínea
venezolana Laser, que partió este martes a las 14.45 hora local (19.45 GMT) del
Aeropuerto Internacional de Tocumen, el más grande de Panamá, con destino a
Maracaibo, en el noroeste de Venezuela.
La
aerolínea panameña Copa Airlines ya dejó de volar al país andino el pasado 6 de
abril y a partir de las 00.00 hora local de este miércoles (05.00 GMT) le toca
el turno a las compañías venezolanas que operan en Panamá, entre las que se
encuentran Laser, Avior, Turpial o Santa Bárbara Airlines.
La
desconexión aérea entre Panamá y Venezuela, que en principio durará 90 días que
pueden ser prorrogados, es una de las principales consecuencias del conflicto
que ambos países mantienen desde hace un mes y que incluye la retirada de sus
respectivos embajadores.
El
presidente panameño, Juan Carlos Varela, reiteró el lunes que la suspensión del
tráfico aéreo entre ambos países no solo afecta a los venezolanos que viven en
Panamá, sino también a la comunidad venezolana residente en otros países porque
Panamá es una importante terminal de conexiones en la región.
Tanto
Varela como su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, se han mostrado los últimos
días dispuestos a solucionar la crisis, que se remonta al 28 de marzo cuando
Panamá pidió a los bancos del país intensificar la supervisión financiera sobre
55 venezolanos políticamente expuestos, entre ellos el propio Maduro, por ser
considerados de "alto riesgo" en materia de blanqueo de capitales.
Maduro
dijo este martes en una rueda de prensa que está esperando la llamada de Varela
y que "Venezuela actúa con reciprocidad ante unas medidas ilegales y de
agresión contra nuestro país".
Varela
ha reiterado que la lista publicada en marzo por su país no implica sanciones,
mientras que la Cancillería ha sostenido que nunca entendió la reacción
"desproporcionada" de Caracas.
En un
comunicado de la semana pasada, la Cancillería panameña reconoció que tiene
interés en normalizar las relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela,
y confirmó que altos representantes de ambos países mantuvieron en días pasados
una reunión en República Dominicana que concluyó sin acuerdo.
En ese
fracasado encuentro participaron la vicepresidenta y canciller panameña, Isabel
de Saint Malo, y el vicepresidente venezolano de Economía, Wilmar Castro, entre
otras autoridades, apuntó el ministerio del país centroamericano.
Tras
la publicación de la lista por parte de Panamá, el Gobierno venezolano anunció
como represalia la ruptura de relaciones comerciales por 90 días prorrogables
con un centenar de empresas panameñas, entre ellas Copa Airlines, una de las
pocas aerolíneas internacionales que seguía operando en Venezuela.
Panamá,
por su parte, respondió anunciando la suspensión, a partir de este 25 de abril
y por 90 días prorrogables, de las actividades de transporte de pasajeros y
carga de las aerolíneas venezolanas en territorio panameño.
Varela
ha criticado la actitud de Maduro de suspender las operaciones de Copa, con el
argumento de que muchos venezolanos usan la "conectividad aérea" de
Panamá para abastecerse de medicinas, alimentos y de otros productos de primera
necesidad "que en Venezuela no hay".
Panamá
forma parte del denominado Grupo de Lima, integrado por una docena de naciones
del continente que desconoce la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela y
la convocatoria anticipada de comicios presidenciales.
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