sábado, 12 de mayo de 2018

Venezuela: la historia del bróker francés que llevó a Suiza el dinero de dirigentes chavistas, por @alfredomeza ‏ y @garcirrey




ALFREDO MEZA y MARCOS GARCÍA REY 11 de mayo de 2018

“Nosotros no queremos ser ricos, ¡ser rico es malo! Es inhumano, así lo digo, y condeno a los ricos”, declamó el malogrado Hugo Chávez en un programa ‘Aló Presidente’ de junio de 2009.

El espíritu de los discursos revolucionarios y socialistas del presidente que gobernó Venezuela durante 14 años no caló del todo entre muchos de sus hombres de confianza. Entretanto, sus palabras eran motivo de mofa para intermediarios financieros internacionales, bancos suizos o bufetes de abogados que operan en paraísos fiscales. Esta historia va sobre uno de esos tiburones del mundo de las finanzas opacas, un francés que sí paga sus suntuosos gastos con una auténtica tarjeta 'black'. Veamos.

Los contratos de obras en el sector energético y las comisiones logradas en el mercado cambiario bolívar-dólar hicieron multimillonarios a muchos de los altos funcionarios del chavismo. Se hicieron de oro de manera fulgurante participando en esquemas de soborno y de explotación de brechas del sistema, como mínimo alegales, para su provecho personal, según narran varias sentencias ya emitidas y los muchos procesos judiciales en marcha en países como Estados Unidos, España o la propia Venezuela.

La investigación denominada Venezuela Leaks desvela que una parte del patrimonio de muchos exdirigentes chavistas y empresarios enriquecidos bien relacionados con el Gobierno ha sido gestionado a través de sociedades en 'offshore' y entidades financieras de banca privada en varios países, principalmente en Suiza y de manera particular en Compagnie Bancaire Helvétique (CBH).

Los documentos internos del CBH que investigan El Confidencial y los medios venezolanos ‘Armando.info’, ‘El Pitazo’ y ‘Runrun.es’ muestran que esos dirigentes e inversores tuvieron a un asesor financiero favorito, Charles Henry du Bosq de Beaumont, nacido en Francia en 1976. Su localidad de origen, Saint-Julien-en-Genevois, está a menos de diez kilómetros de Ginebra.

Trabajó en plantilla del CBH entre el 27 de junio de 2011 y el 13 de marzo de 2013, de acuerdo con la 'Gaceta Oficial de Comercio Suiza". En esa fecha consta que le revocaron los poderes como director de la sede del CBH de Ginebra. Los archivos bancarios exponen cómo captó a clientes venezolanos hacendados y gestionó decenas de millones de dólares de sus fortunas a través de CBH y una red de sociedades registradas en jurisdicciones opacas como Panamá.

De Beaumont es lo que en el argot financiero internacional se llama ‘external asset manager’ (EAM) o gestor externo de activos. En CBH, sus cometidos consistían en atraer clientes en mercados emergentes como Venezuela, Brasil y Oriente Medio para luego venderles los productos del banco de Ginebra. Así lo explica su currículo, que está entre los documentos de la filtración a la que tuvieron acceso los periodistas. Estos intermediarios en Suiza están registrados ante la Autoridad Federal Supervisora del Mercado Bancario Suizo (Finma).

Un bróker bien formado y acaudalado

Entre 1994 y 1998, el francés hizo su carrera universitaria de grado y posgrado en finanzas y 'marketing' en la prestigiosa European Business School de París. En el entretanto pasó algunas temporadas en las también escuelas de negocios EBA de Múnich y Regent’s College de Londres.

A partir de 2000, se desempeñó como asesor y bróker de grandes fortunas en firmas de consultoría de Londres, hasta que fue contratado como director de captación de activos en el BNP Paribas de Ginebra. Ocupó ese mismo cargo en CBH para mercados emergentes desde enero de 2010 hasta mediados de 2013, periodo en el que gestionó el patrimonio de los dirigentes chavistas, según muestra su CV.

El intermediario vivió en Suiza hasta que a finales de 2013 traslada su residencia a otro lugar donde las operaciones financieras también brillan por su opacidad: Gibraltar. Ahora vive en República Dominicana, según varios testimonios recogidos de su entorno y su perfil de LinkedIn.

De Beaumont urdió una red de sociedades en jurisdicciones poco transparentes y paraísos fiscales para gestionar sus propios activos y canalizar también los de sus clientes. Lo hizo junto a su esposa, la suiza Alessandra Gherardi, quien es también propietaria al 50% de algunas de sus empresas. Ambos registraron sociedades y abrieron cuentas en Panamá, San Vicente y las Granadinas, Suiza o el archipiélago portugués de Madeira. Algunas de sus compañías son Amblia Limited, Upson Columbus Corp. o Novopax Consulting INC.

Entre sus clientes, en un documento de apertura de una cuenta en el Banco Espirito Santo portugués en 2013, describe De Beaumont de su puño y letra, están la misma petrolera estatal venezolana PDVSA o Greenhill International Ltd (San Vicente y las Granadinas), cuyo director general era por entonces el banquero y empresario venezolano Danilo Díazgranados.

Los documentos de Venezuela Leaks revelan que los movimientos en las cuentas de Charles-Henry de Beaumont son millonarios, además de llevar un alto tren de vida. No en vano, era poseedor de la exclusiva tarjeta de crédito American Express Centurion Card, conocida como ‘black card’. No es fácil llevar una tarjeta 'black' en la cartera, ya que los clientes no pueden solicitarla 'motu proprio', sino que son los bancos los que la suministran a una élite de multimillonarios finamente seleccionados. Se entrega en un lujoso estuche de cuero. En España, la tienen unos 300 potentados.

Los archivos filtrados muestran varios gastos y saldos del asesor financiero con su tarjeta ‘black’. Por ejemplo, sabemos que en el verano de 2013 viajó bastante. Entre otros lugares, estuvo en Irlanda, en Reggello, localidad de la Toscana, y en Estepona y Marbella.

“Conoce a tu cliente”

Entre sus funciones, De Beaumont se encargaba de verificar si el origen de los fondos de sus clientes tenía un carácter lícito. A pesar de que gran parte de su cartera de clientes venezolanos está inmersa hoy en procesos judiciales, casi siempre él acababa sus memorias para el consumo de los directivos del CBH con la siguiente frase: “Es un cliente de calidad que no representa mayor riesgo para el banco y tiene un gran potencial de crecimiento”.

Entre algunos de los que aplicó esos filtros de calidad, están dos viceministros de Energía de la era Chávez, Nervis Villalobos y Javier Alvarado Ochoa, ambos acusados de delitos de corrupción internacional y blanqueo de capitales. El primero es investigado en España y Estados Unidos; el último, solo en España.

“Los bancos están obligados a realizar algún tipo de investigación sobre los dueños de la riqueza que ellos gestionan, pero se muestran muy flexibles cuando se trata de decidir si abren o cierran una cuenta”, explica Gabriel Zucman, uno de los grandes expertos en el mundo financiero 'offshore'.

Agrega el autor del libro ‘The Hidden Wealth of Nations’ (2017): “Muchas cuentas permanecen en una zona gris sobre las que recaen muchas sospechas de que sus fondos hayan podido ser adquiridos de forma ilegal, pero los bancos no tienen demasiado interés en actuar contra esto porque, en definitiva, su mayor interés es aceptar

Los contratos de obras en el sector energético y las comisiones logradas en el mercado cambiario bolívar-dólar hicieron multimillonarios a muchos de los altos funcionarios del chavismo. Se hicieron de oro de manera fulgurante participando en esquemas de soborno y de explotación de brechas del sistema, como mínimo alegales, para su provecho personal, según narran varias sentencias ya emitidas y los muchos procesos judiciales en marcha en países como Estados Unidos, España o la propia Venezuela.

La investigación denominada Venezuela Leaks desvela que una parte del patrimonio de muchos exdirigentes chavistas y empresarios enriquecidos bien relacionados con el Gobierno ha sido gestionado a través de sociedades en 'offshore' y entidades financieras de banca privada en varios países, principalmente en Suiza y de manera particular en Compagnie Bancaire Helvétique (CBH).

Los documentos internos del CBH que investigan El Confidencial y los medios venezolanos ‘Armando.info’, ‘El Pitazo’ y ‘Runrun.es’ muestran que esos dirigentes e inversores tuvieron a un asesor financiero favorito, Charles Henry du Bosq de Beaumont, nacido en Francia en 1976. Su localidad de origen, Saint-Julien-en-Genevois, está a menos de diez kilómetros de Ginebra.

Trabajó en plantilla del CBH entre el 27 de junio de 2011 y el 13 de marzo de 2013, de acuerdo con la 'Gaceta Oficial de Comercio Suiza". En esa fecha consta que le revocaron los poderes como director de la sede del CBH de Ginebra. Los archivos bancarios exponen cómo captó a clientes venezolanos hacendados y gestionó decenas de millones de dólares de sus fortunas a través de CBH y una red de sociedades registradas en jurisdicciones opacas como Panamá.

De Beaumont es lo que en el argot financiero internacional se llama ‘external asset manager’ (EAM) o gestor externo de activos. En CBH, sus cometidos consistían en atraer clientes en mercados emergentes como Venezuela, Brasil y Oriente Medio para luego venderles los productos del banco de Ginebra. Así lo explica su currículo, que está entre los documentos de la filtración a la que tuvieron acceso los periodistas. Estos intermediarios en Suiza están registrados ante la Autoridad Federal Supervisora del Mercado Bancario Suizo (Finma).

Periodo propicio para los negocios

Fruto de la sequía y la deficiente gestión del Gobierno de Hugo Chávez, Venezuela sufrió un gran crisis energética a partir de los años 2009 y 2010. Ante la necesidad de construir nuevas plantas de generación de energía eléctrica para paliar los continuos apagones en las ciudades del país, algunos empresarios y funcionarios aprovecharon para pescar en río revuelto y generar comisiones en su beneficio fuera de los registros contables oficiales.

Asimismo, empresarios perspicaces de los gobiernos de Chávez hicieron fortuna en el negocio de la permuta de bolívares y dólares. Básicamente, la estatal petrolera del país que más reservas de crudo tiene del mundo, PDVSA, vendía fuera su producción y ingresaba cantidades ingentes de dólares, pero le hacían falta liquidez en bolívares para gestionar la compañía en Venezuela. Ahí surgieron intermediarios del mercado de divisas internacional que vendían bolívares por dólares llevándose una plusvalía en la permuta. No era una actividad ilegal, en principio, pero se “ubicaría en la frontera de la alegalidad y la falta de ética”, explica un experto que prefiere preservar su identidad.

De ese modo, los negocios originados en el modelo económico chavista, se sabría después de la salida de De Beaumont del CBH, engordaron los beneficios de la banca asentada en paraísos fiscales y en países donde reina el secreto bancario, también en Suiza.

Gracias a la investigación de la lista Falciani se supo en 2015 que el Gobierno de Chávez había colocado entre 2005 y 2007 unos 12.000 millones de dólares en la filial suiza del HSBC.

Las certezas crecieron en marzo de 2016, cuando Bloomberg aseguraba que Suiza había acordado con Estados Unidos la entrega de los registros de al menos 18 instituciones financieras cuyas transacciones salpicaban a la estatal PDVSA. Entre esos bancos, estaba nuestro protagonista: CBH.

Una vez que De Beaumont salió del banco suizo, fundó junto a su esposa una empresa denominada Continuum TH 7 LLC, que tiene como domicilio fiscal una dirección en una exclusiva zona del sur del estado de Florida, en Estados Unidos.

Hoy sigue relacionado con los empresarios venezolanos que lo conocieron como director de gestión de activos en CBH. Con Alejandro Castillo, exdirector de la Fiscalía contra la Delincuencia Organizada, De Beaumont está asociado en la compañía Umvar Limited SA, registrada en Panamá.

En ese país también comparte una sociedad con Carlos Aguilera Borjas, durante dos años jefe de la policía política de Chávez, la DISIP. Se trata de Río Arriba 6 SA.

Y con Rafael Reiter, exjefe de Seguridad de PDVSA mantiene Inversiones RC 58 Inc desde octubre de 2015. Reiter fue recientemente extraditado a Estados Unidos desde España tras ser acusado de blanqueo de capitales y corrupción internacional durante su labor en las oficinas comerciales de PDVSA en Panamá.

Toda una teleraña tejida por el astuto bróker francés Charles-Henry de Beaumont a favor de exdirigentes chavistas y empresarios venezolanos que expatrian su patrimonio.


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