Natalia Quiroga Sáez 04 de julio de 2018
Comenzaron
su vida en Buenos
Aires con presentaciones en el subte, con lo suficiente para
mantenerse por ocho meses en la ciudad. Él tocaba la percusión. Ella bailaba
danza tribal. Del arte pasaron a la gastronomía y participaron en ferias de
comida venezolana. Sus platos se expandieron luego al delivery y
a "cenas clandestinas" en sus propias casas. Por tres años, cada vez
tenían más comensales. Pasaron de atender a diez personas por turno hasta
llegar a 300 cada fin de semana.
Pero
al no ser un restaurante oficial, en septiembre de 2017 fueron clausurados y
multados por la municipalidad de la ciudad. Entonces, en diciembre y enero de
este año vendieron comida navideña venezolana para salir de una deuda de
160.000 pesos, llegar a cero, y enfrentarse a una disyuntiva: "'O abrimos
un local, o nos olvidamos de la gastronomía', pensamos. Habíamos tenido seis
meses muy difíciles", cuenta Cristóbal Mendoza, uno de los dueños de
" Cumaco",
a LA NACION.
Gracias
a la ayuda económica de sus familiares y amigos, el 11 de abril abrieron sus
puertas al público en Godoy
Cruz 1725 como " Cumaco ", un
restaurante cultural venezolano. "Al empezar teníamos deudas grandes pero
el local luego empezó a producir así que vamos 'palante'", dice Mendoza,
con el optimismo que caracteriza a muchos venezolanos emigrantes.
El
nombre que Cristóbal Mendoza e Ivamary Lozada le dieron a su local es el de un
tambor tradicional que se usa en la música de la costa central de Venezuela conocida
como los tambores de San Juan. "El cumaco significa para nosotros la
fuerza. Produce una música muy enérgica y poderosa. Además, simboliza la mezcla
de las culturas africana, indígena y europea en nuestro país", cuentan.
Pero
antes se hacían conocer como "Los 3 duendes", junto a Giovanni
Triuni, y a sus mesas no solo asistían coterráneos. "Nuestra clientela
empezó con un círculo cercano de venezolanos. Luego se fue regando la voz, de
boca en boca, y muchas veces atendimos a más argentinos que a venezolanos, quienes
venían por recomendación de amigos", cuenta Mendoza. Si bien las arepas
son lo que más conocen, "a los argentinos les encantan los patacones, los
tequeños y las cachapas", agrega Ivamary Lozada, también conocida como
"Wiwa".
De
cenas clandestinas a un restaurante cultural
"De
pronto hubo un boom y nos hicimos famosos por nuestros
'tenedores libres', lo que sería un all you can eat. En las casas
teníamos muy poca capacidad entonces hubo gente que esperó hasta tres meses
para hacer una reserva", dice Lozada. Pero fue esa intensidad de trabajo
lo que los motivó a seguir cocinando: "Aprendimos muchísimo. Después de
atender a toda esa gente los dos solos, sabíamos que podíamos hacer cualquier
cosa", agrega.
Cuando
inauguró "Cumaco", en abril, una banda en vivo de tambores de San
Juan, un grupo de bailarinas, otro de hip hop y uno de salsa, coronaron una
noche de arepas, empanadas, tequeños, patacones y cachapas para 300 comensales.
Es que
desde su concepción, "Cumaco" ha sido siempre más que un restaurante.
"Es un espacio cultural y un espacio temático, para que sientas que estás
en Venezuela", explica Mendoza al referirse a los platos que preparan y a
los aromas, las bebidas y el trato que brindan sus empleados a los clientes.
"Toda la propuesta busca profundizar la cultura venezolana para mostrarle
a la Argentina, y también a los venezolanos y extranjeros con quienes vivimos
acá, lo rica que es nuestra cultura y la variedad de manifestaciones artísticas
que existen", agrega.
Todos
los fines de semana se presentan bandas en vivo y de baile de ritmos caribeños
y venezolanos en "Cumaco". Una de las más recientes, fue la
"Fiesta de los tambores de San Juan" para dar inicio al Festival de Cine Venezolano de Buenos Aires (Fecive)
el pasado 20 de junio. Además, todos los martes, con el tema #CulturaCumaco,
proyectan películas venezolanas.
En las
paredes del restaurante cultural presentan exposiciones de arte dentro y fuera
del local. Una de las obras fijas es la exposición "Mi
querencia" del fotógrafo "Yiste", con la actriz venezolana
Norkys Batista, que representa varios elementos culturales típicos y
territorios del país caribeño en unos cinco cuadros con los emblemáticos
colores amarillo, azul y rojo de la bandera de Venezuela.
Otra
es la de arte cinético del venezolano-argentino, Rafael Parra Toro o
"ParraToro " que acompañan la entrada de "Cumaco", dentro y
fuera del local. Es una obra que se asemeja al mosaico del artista venezolano
Carlos Cruz-Diez en el piso del aeropuerto internacional del país caribeño
que se ha
vuelto un símbolo de la emigración de venezolanos, quienes antes de
"irse del país", se
toman una foto con sus pies sobre esta obra.
A su
vez, "Cumaco" también es un espacio que recibe a reconocidas bandas
de música venezolana. Recientemente, tuvieron a
"Los Amigos Invisibles", ganadores de un Grammy Latino en 2009;
así como a la banda
"Desorden Público", fundada en 1985, y que conserva un sonido
único de la fusión de elementos caribeños con un ritmo urbano caraqueño.
En
"Cumaco" tampoco se escapan del Mundial de Rusia 2018. En ciertos
partidos, realizan
"promociones mundialistas" y premios especiales a los que
acierten en sus predicciones de los resultados.
Respecto
de estos espacios artísticos y de entretenimiento, Mendoza profundiza:
"Nosotros empezamos con la gastronomía pero siempre fuimos artistas y
siempre tuvimos el sueño de abrir un espacio cultural. Quisimos mezclar el arte
y la gastronomía. Siempre le imprimimos arte a todo lo que hacemos".
En ese
sentido, el dueño y también músico recuerda que además de encargarse de la
comida en las cenas clandestinas, a veces salía de la cocina con una trompeta
para acompañar a la banda invitada o para improvisar alguna melodía. Algunos de
los asistentes también participaban con espontaneidad en las presentaciones, lo
que hacía de la experiencia algo más que "salir a comer" a la noche.
"Sin
duda una de las mejores opciones venezolanas en la capital: los chicos son muy
amables, las porciones son suficientes, el sabor es el que uno recuerda. El
lugar que pusieron está bien ubicado y está bien ambientado", dice
entusiasmada la cliente Anelí Cervantes Meneses.
La
buena vibra también la sienten sus empleados: ""Cumaco" es una
familia que te genera mucha confianza y respeto. Es una experiencia; así se
siente. Te da un sentido de pertenencia con todo lo que está y te mueve a
seguir viniendo", confiesa la chef del restaurante, Bárbara Meza.
Desde
que se presentaron día a día en el subte hasta que realizaron numerosas cenas
en sus casas, Mendoza y Lozada nunca imaginaron que llegarían a tener un local
sin tener que esconderse de la ley. Sin embargo, gracias a su constante
esfuerzo y la ayuda de sus familiares, amigos y clientes superaron las
adversidades para traer hoy, a territorio porteño, "un pedazo de
Venezuela".
Los
platos favoritos de los argentinos
Los
patacones
Un
patacón es una especie de hamburguesa hecha a base de dos capas de plátano
frito, entre las que hay repollo y zanahoria desmenuzados, junto a algún
relleno de carne, todo cubierto por salsas especiales.
Los
tequeños
Los
tequeños son deditos de masa frita rellenos de queso, que se comen usualmente
como entremés; también hay versiones dulces rellenos de chocolate.
Las
cachapas
Una
cachapa es una especie de crêpe salada de masa de maíz con distintos rellenos.
En la foto se ve la de porotos, plátano frito, carne desmenuzada y queso
blanco, conocida como "cachapa de pabellón".
Las
arepas
Las
arepas son de harina de maíz y vienen con distintos rellenos, entre ellos
porotos con queso blanco o pollo con palta.
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