Gaspar Ramírez 11 de agosto de 2018
El
experto uruguayo destaca el aporte que pueden hacer los haitianos a la sociedad
chilena.
Diego
Beltrand (Montevideo, 1963) viajó el miércoles a Tumbes, frontera entre Perú y
Ecuador que vive una actividad intensa debido a la crisis migratoria
venezolana. "Fue bastante impactante. Quizá no fue en un día de los de más
afluencia de los migrantes venezolanos, según nos indicaban, pero impresionaba
bastante ver la vulnerabilidad", dice Beltrand, director regional de la
Organización Internacional de las Migraciones (OIM), durante una pausa en la
Tercera Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de
América Latina y el Caribe, realizada esta semana en Lima.
En
entrevista con "El Mercurio", el abogado uruguayo destaca la labor
del Gobierno de Chile en la regularización de los migrantes y el foco especial
puesto en la migración haitiana y la venezolana, que representa el mayor
desafío en cuanto a desplazamiento de personas en la región.
Respecto
de su viaje a Tumbes, Beltrand dice que fue "muy alentador" ver la
asistencia que el Estado peruano está dando a los venezolanos, pero que le
preocupan las condiciones de los migrantes. "Tienen espacios especiales y
varias instituciones tratando de atenderlos. Pero el estado de vulnerabilidad
es serio, es grave. Es gente que viene caminando por 10, 11 o 12 días; atravesando
dos o tres países, con adultos mayores, mujeres embarazadas, gente bastante
joven, madres solteras con muchos niños. En fin, es un motivo de
preocupación", comenta el experto con 28 años de trabajo en organismos
multilaterales.
En
cuanto a las cifras de esta crisis, Beltrand dice que si bien las tendencias y
rutas migratorias son cambiantes, la OIM estima que más de 2,3 millones de
venezolanos han dejado su país en los últimos dos años y medio, de los cuales
1,5 millones están en la región. Más en detalle: Colombia es el país de mayor
recepción, con más de 800 mil venezolanos -más de 400 mil sin documentación-;
luego viene Perú con más de 300 mil, y después Ecuador, Chile, Argentina con
cerca de 100 mil venezolanos cada uno, "poco más, poco menos".
-¿La
crisis migratoria venezolana es el mayor desafío de la OIM a nivel regional?
"Sí,
efectivamente. Como OIM, hemos lanzado un plan de acción regional solicitando
fondos para asistir a los países que están recibiendo venezolanos en la región,
que son muchos. El secretario general de Naciones Unidas nos ha asignado al
Acnur (la agencia de refugiados) y a la OIM la tarea de atender y tratar de
colaborar con los países que están haciendo esfuerzos para recibir e integrar a
los migrantes y refugiados, así que en este momento es un tema de primordial
importancia".
-¿Con
qué criterios y prioridades distribuyen esta ayuda?
"Hay
distintos sistemas de recepción de fondos, y los países que donan en algunos
casos ponen algunas prioridades sobre la base del plan que hemos presentado. Un
plan que tiene cuatro componentes: análisis de estadísticas, de producción
estadística, de saber cuáles son los números, las rutas, las tendencias; apoyo
al fortalecimiento institucional para que los países no se vean desbordados por
la temática, por la recepción de venezolanos; asistencia a los venezolanos -en
Brasil y en Colombia hemos hecho unos reasentamientos voluntarios para que no
estén en zonas donde evidentemente no van a disponer de muchas oportunidades-;
y un componente de integración y apoyo al trabajo.
En
general, los fondos tienden a ir a países que reciben más (venezolanos). Hay
otros criterios, como vulnerabilidad. También, naturalmente, hay países que
puedan tener sistemas más débiles. Pero en general, los países de América del
Sur tienen buenos sistemas instalados de migración".
-¿Cómo
ve el trabajo que está haciendo Chile con la migración venezolana?
"Como
comentario general, creo que todos los países de la región están preocupándose
y respondiendo, tratando de asistir y recibir a venezolanos y venezolanas.
Chile no es la excepción. Sabemos que hay preocupación e intención de apoyar.
Cada
uno lo está haciendo con distintos mecanismos de acuerdo a sus marcos legales y
a sus disposiciones. Pero Chile es de los países que en el concierto de América
del Sur están apoyando la recepción de población venezolana".
-¿Cómo
ve la OIM la migración haitiana hacia Chile?
"Vemos
que hace rato está llegando población haitiana. Que es una población que si
bien ha sufrido mucho y viene de una situación muy compleja en su país, Chile
tiene mucho que aportar. Me parece que como migrantes los haitianos tienen una
fama bien ganada de ser trabajadores y disciplinados en el trabajo.
Entendemos
que en Chile los números son importantes, y desde nuestra posición como
organismo internacional y de migraciones hemos hecho un acuerdo con el Gobierno
de Chile para apoyar la reunificación familiar. Existe también un sistema de
visa especial que se ha establecido en Puerto Príncipe. La OIM ha establecido,
con acuerdo y apoyo del gobierno de Chile, una oficina para procesamiento de
estas visas que en definitiva quien las otorga es el Estado chileno. La OIM
ayuda al migrante y lo conecta con los consulados.
Es una
experiencia exitosa que venimos de hacer con los haitianos que van para Brasil
-que también tiene una visa humanitaria que estableció hace años-, y ahora
empezamos recientemente con Chile. Nosotros creemos que la población haitiana
puede ser un muy buen aporte para la sociedad chilena y otras sociedades de
recepción".
-¿El
tema de las visas especiales lo trabajaron en conjunto con el Gobierno chileno?
"El
Gobierno de Chile estableció sus medidas. Usted sabe que, tempranamente, cuando
asumió el Presidente Sebastián Piñera, le dio una importancia especial a este
tema con algunas medidas de distinta índole. Con el establecimiento de visas
para los haitianos y venezolanos, y también con una regularización que nosotros
consideramos muy importante. La regularización de migrantes nos parece una
buena medida que adoptó el Gobierno de Chile y que en la medida de las
posibilidades, estamos tratando de apoyar".
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