El Día Online 20 de agosto de 2018
La
descomposición económica, política y social de Venezuela viene generando un
éxodo imparable de población, convirtiéndose en un verdadero drama humanitario.
El gobierno de
Nicolás Maduro dice que son unos pocos miles los que se van del país, tratando
de minimizar el fenómeno. Algunos reportes afirman que se trata de entre 3 y 4
millones de personas.
Pero para el
presidente de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, aun cuando es
grave lo que ha ocurrido, es mucho peor lo que va a suceder. En dos o tres
años, calcula León, se habrá ido el 20% de la población, es decir, unos 6
millones de venezolanos.
León se refirió
además al impacto que ha generado la escasez de efectivo, de alimentos y
medicinas en medio de una inflación exorbitante que ha llevado a muchos jóvenes
a buscar oportunidades fuera del país.
“Y entonces
entiendes a los que se fueron y a los que se van. Primero lo hicieron muchos de
los que más tenían. Llevaron sus familias y patrimonios lejos para protegerlos
de lo que temían que pasaría y pasó. La pulverización del valor de sus
inversiones en Venezuela. Después se fueron muchos de los más educados y
formados”, opinó.
Desde luego, los
países preferidos por los que huyen de Venezuela son los más cercanos por vía
terrestre y aquellos donde el idioma los favorece, como por ejemplo los
fronterizos Colombia y Ecuador, donde los gobiernos han tenido que desarrollar
un plan de contingencia para la atención humanitaria de los recién llegados.
Para muchos
analistas internacionales la diáspora venezolana es ya la crisis de refugiados
más importantes del continente y se está convirtiendo en una de las más
importantes del mundo junto con la de Siria, lo que requiere de ayuda inmediata
de la comunidad internacional.
La buena noticia
es que el éxodo masivo de venezolanos ha traído la solidaridad de buena parte
de los países americanos. Conocedores de las puertas abiertas de los países de
acogida, quienes se exilian eligen sus destinos de acuerdo con las ventajas
laborales y jurídicas.
Argentina seguirá
dando asilo a venezolanos y ya llegan a 100.000 los que arribaron al país, dijo
en mayo de este año el canciller Jorge Faurie, quien comparó esta situación con
el exilio de argentinos en Venezuela durante la última dictadura militar.
La ola inmigratoria
de venezolanos en la Argentina creció 1.600% en los últimos cinco años y hoy se
ubica en el tercer puesto de inmigrantes extranjeros que ingresan al país
después de los paraguayos y los bolivianos.
En los últimos
dos años llegaron a estas pampas 7.000 profesionales venezolanos, de los cuales
4.000 son ingenieros vinculados a la industria petrolera. El gobierno argentino
avanzó con YPF y con algunos mandatarios provinciales para que se pueda absorber
esa mano de obra calificada.
“Vemos que esta
mano calificada de ingenieros venezolanos puede ser de un gran aporte a la
producción del país sin perjuicio de darle trabajo a los ingenieros de la
Argentina”, explicó Horacio García, titular de la Dirección Nacional de
Migraciones, en diálogo con la prensa.
La mayoría de
los inmigrantes de Venezuela que llega a la Argentina se suma a la PEA
(Población Económicamente Activa) por tratarse de gente joven. En general son
profesionales, tienen estudios universitarios o estudian en alguna facultad
local o se integran al mercado laboral formal.
Los venezolanos
de la diáspora ayudan a sostener a sus familiares que quedan en su país, a
través del envío de remesas de dinero que en 2017 totalizaron 1.500 millones de
dólares.
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