ROSALINDA HERNÁNDEZ C 15 de agosto de 2018
La
grave situación que enfrenta el país vecino hace que muchos de sus
conciudadanos se sientan atrapados en él, y a pesar de tener claras las
intenciones y haber juntado un poco de dinero para emigrar, lo más difícil, complicado
y costoso para consolidar el plan, resulta ser la obtención de un pasaporte, lo
que le corta las alas al propósito de buscar una mejor calidad de vida afuera.
“Mi
esposo viajó a Chile, era imposible mantenernos porque aquí no hay sueldo que
aguante la inflación. Estoy buscando la manera de irme con mi bebé, pero no ha
sido posible conseguir el pasaporte del niño a pesar de insistir todos los días
con el Servicio Administrativo de Identificación Migración y Extranjería
(Saime). Un funcionario me dijo que eso se soluciona pagando 1.500 dólares
(...) no tenemos tanta plata”, relató Isabel Ramírez, una joven docente
venezolana.
Ante
la imposibilidad de encontrar la salida legal de Venezuela y el ingreso a un
tercer país, miles de personas optan por alternativas poco convencionales y
además ilegales que ponen en riesgo no solo su estatus migratorio, también la
vida.
El
pasado 11 de julio, Migración Colombia implementó en los tres puentes
internacionales que unen a Venezuela con el departamento Norte de Santander, el
uso de un dispositivo electrónico para verificar la Tarjeta de Movilidad
Fronteriza (TMF), único documento válido, a parte del pasaporte, para que los
venezolanos ingresen al país.
El
resultado a pocas horas de la revisión: 21.000 tarjetas migratorias falsas,
informó el Director General de Migración, Cristian Krüger.
Controles no son suficientes
La
fiscalización y retención de las TMF fraudulentas no detiene la ola de
venezolanos que sin pasaporte buscan la salida del país, incluso “empresas
organizadas” ofrecen el servicio de traslado desde cualquier estado venezolano
hasta la frontera, incluyendo tickets para un tercer país.
“Por
cada pasajero que monte sin pasaporte en el autobús para la frontera, la
empresa me paga 3.000.000 de bolívares (unos 2.550 pesos). Hay días en que se
van hasta 10 personas sin pasaporte, otros día solo uno. Tratamos de ayudar a
la gente y así me ayudo yo. Es un trabajo informal pero gracias a esa
diligencia de captar clientes es que puedo llevar la comida a mi casa”, dijo
Enrique Carmona, quien trabaja en la terminal terrestre del estado Mérida a 243
kilómetros de la frontera.
A
pesar de los estrictos controles implementados por Colombia en los puentes
internacionales, la realidad es otra al margen del río Táchira, y en los
caminos verdes o trochas por donde a diario decenas de venezolanos cruzan en
busca de una salida a la crisis nacional.
“No
tenemos pasaporte y no ha sido posible la renovación ni obtener uno nuevo.
Gracias a Dios aquí en la frontera hay ángeles que lo ayudan a uno a llegar a
Colombia sin papeles. Mi hermana y yo vamos a Perú porque ya es insostenible
seguir aquí”, dijo Álvaro Machado, un joven ingeniero venezolano quien
acompañado de su hermana Cristina, se aventuraron a cruzar el río para llegar
desde Ureña a Cúcuta.
Autoridades en alerta
Al
pasar la aduana de San Antonio, entre la fila interminable de personas saliendo
del país y bajo la discreción de las autoridades fronterizas se oye el susurro:
“te llevamos a Colombia, Perú, Ecuador, con documentos y sin documentos”, son
los denominados “arrastradores” que cobran hasta 80.000 pesos o 30 dólares por
cruzar sin ningún tipo de documento la línea limítrofe entre Venezuela y
Colombia.
El
alcalde del municipio de Villa del Rosario, en el Norte de Santander, Pepe
Ruiz, hizo un llamado al Gobierno Nacional para que ayuden al control y la
seguridad ante la oleada de venezolanos que a diario llegan a esa localidad en
busca de un transporte que los lleve bien sea al interior o a otro país sin
pasaporte.
“Hay
poco control por parte de las autoridades, incluyéndome como alcalde, para
evitar que los buses carguen no solo sin los permisos correspondientes sino que
también llevan personas de manera ilegal”.
La
misma queja fue presentada por Diomar Velazco, secretaria de Tránsito de Norte
de Santander, quien precisó que “el Ministerio de Transporte está trabajando en
posibles sanciones a empresas que vienen expendiendo pasajes y movilizando
personas provenientes de Venezuela de manera ilegal”, agregó.
Las
empresas que operan en Colombia ya tienen sucursales en casi todos los estados
de Venezuela y ofrecen paquetes completos de traslado no solo hasta Cúcuta,
también a Ecuador, Perú (los más buscados), Argentina y Chile, con o sin
pasaporte en mano.
PARA SABER MÁS
TARJETA ANDINA, PARTE DE LA SOLUCIÓN
La
tarjeta andina, documento de control migratorio y estadístico, para el ingreso
y salida de personas del territorio de los países miembros de la Comunidad
Andina de Naciones (CAN) es aún válido para que los venezolanos puedan ingresar
a Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, esto a pesar de que Venezuela no hace
parte de la CAN desde 2006 cuando el ya desaparecido presidente Hugo Chávez
pidió el retiro. “Yo pasó indocumentados. Los traemos sin ningún inconveniente
hasta la frontera, les garantizamos la entrada con la tarjeta andina a Ecuador
o Perú”, dijo el representante de una empresa internacional de transporte,
instalada en La Parada (Venezuela), quien pidió reserva de su nombre.
La
tarjeta andina es vendida hasta en el portal “Mercado Libre Venezuela”, a un
costo de 350.000 bolívares.
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