EFE 22 de octubre de 2018
John
Bolton, el asesor de seguridad nacional del presidente estadounidense, Donald
Trump, planteará durante su visita de esta semana a Moscú la preocupación de
Washington por los lazos de Rusia con Venezuela, Cuba y Nicaragua, en un
intento de que el Kremlin relaje su apoyo a esos países.
Bolton,
que se reunió hoy con altos cargos del Gobierno ruso y se verá este martes con
el presidente de Rusia, Vladímir Putin, tenía la intención de conversar con
ellos sobre la situación en esos tres países de Latinoamérica, según un alto
funcionario estadounidense.
“Hablará
con Rusia sobre Nicaragua, Cuba y Venezuela. No vamos a hacer avances en este
continente mientras Rusia siga trabajando con regímenes como esos tres”, dijo
el funcionario que pidió el anonimato, en una conversación con un pequeño grupo
de medios, entre ellos Efe.
El
asesor de Trump se reunió hoy con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi
Lavrov, y con el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái
Pátrushev, en su segunda visita a la capital rusa en menos de seis meses.
Bolton
llevaba una agenda apretada y llegó a Moscú un día después de que Trump
anunciara su intención de abandonar el tratado con Rusia de eliminación de
misiles nucleares de mediano y corto alcance (INF, por su siglas en inglés),
por lo que ese asunto prometía acaparar buena parte de las conversaciones.
Sin
embargo, el nuevo asesor de seguridad nacional de EE.UU., que lleva apenas seis
meses en el cargo, ha dado señales de que quiere recrudecer el discurso de
Washington frente a Cuba, Venezuela y Nicaragua, sus principales antagonistas
en la región americana.
Bolton
tiene previsto dar detalles “pronto” sobre la estrategia de Estados Unidos ante
esos “tres países”, que considera que concentran los “movimientos
antidemocráticos” en el continente, adelantaron la semana pasada fuentes del
Gobierno estadounidense.
El
asesor de Trump también trató hoy con Pátrushev sobre el futuro del tratado
Nuevo START (o START III), que expira en 2021 y busca limitar el arsenal
nuclear de las dos potencias de forma paritaria.
Según
el citado funcionario estadounidense, la Casa Blanca “no tiene aún una posición
definitiva” sobre qué hacer con ese tratado.
“Pero
hay varias consideraciones, incluida la renegociación, volver al modelo del
‘Tratado de Moscú’ o una extensión, pero esa última opción es improbable”,
aseguró la fuente.
Esas
declaraciones rebajan las expectativas de que Estados Unidos prolongue durante
cinco años más el tratado firmado en 2010, que tanto Trump como Bolton han
criticado en varias ocasiones.
El
Tratado de Moscú de 2002 limitaba también el número de cabezas nucleares de
ambas potencias, pero el nuevo START rebajó ese tope aún más, en un 30 por
ciento.
El
citado funcionario aseguró que Bolton planeaba advertir también a Rusia que “no
facilite la evasión iraní de las sanciones estadounidenses”, dos semanas antes
de que entre en vigor una segunda ronda que afectará a las transacciones con el
Banco Central de Irán y al sector petrolero, vital para la economía del país.
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