María Traspaderne 22 de octubre de 2018
Portugal,
Andorra y España, además de Estados Unidos, investigan a decenas de ciudadanos
venezolanos por blanquear en estos países cientos de millones de euros
obtenidos de sobornos cuando ostentaban cargos en empresas públicas bajo la
presidencia de Hugo Chávez.
Solo
en España la justicia persigue a una veintena de ellos, como el exviceministro
de Energía de Chávez Nervis Villalobos, detenido de nuevo esta semana en Madrid
por lavar dinero que presuntamente desvió de la estatal Petróleos de Venezuela
S.A. (PDVSA).
Dos
jueces, uno de los juzgados de plaza de Castilla de Madrid y otro de la
Audiencia Nacional, andan tras la pista del dinero que estos investigados
introdujeron en España, nada fácil de rastrear porque para ello lo pasaron de
un país a otro, incluyendo paraísos fiscales, usando una maraña de sociedades.
"Son
repudiados por el régimen de Maduro o que han perdido los contactos con el
nuevo régimen para seguir enriqueciéndose a costa de Venezuela", explica a
Efe una fuente de la investigación a estos ciudadanos venezolanos, que se han
dedicado a invertir en inmuebles en España para lavar el dinero.
En el
caso de Villalobos y los otros tres detenidos junto a él -entre ellos, Luis
Fernando Vuteff, yerno del opositor venezolano y exalcalde de Caracas exiliado
en España Antonio Ledezma- blanquearon en la compra de 115 inmuebles valorados
en 60 millones de euros ubicados en Marbella (Málaga) y en Madrid, que han sido
bloqueados por la justicia española.
Entre
ellos 94 viviendas y garajes en la urbanización de lujo marbellí Azata
Montebello, así como 24 pisos en los céntricos barrios de Salamanca y Chamberí
de la capital española, donde se está detectando una gran actividad de compra
de pisos por parte de venezolanos, muchas veces a través de sociedades que
impiden reconocer al verdadero comprador.
Lo
hicieron en gran parte a través de la sociedad Columbus Properties One,
promotora de pisos embargados en la calle José Abascal 48 o en la citada
urbanización de Marbella, y que se nutría de capitales gestionados por la
sociedad Swiss Invest, entre cuyos clientes figuran ex altos cargos
venezolanos.
El
camino que, según los investigadores, seguía el dinero presuntamente ilegal de
estas personas -también se detuvo en España a la mujer y uno de los hijos del
magnate venezolano residente en EEUU Roberto Rincón- pasó por dos etapas
diferenciadas.
En términos
generales, primero se asentaban en Estados Unidos por proximidad, normalmente
en Miami, donde montaban un grupo empresarial para justificar su dinero ilegal
con una actividad que normalmente no existía.
Desde
Estados Unidos, algunos dieron el salto a Europa para acabar en España por
afinidad cultural e idiomática, si bien el dinero procedente de los sobornos de
empresas públicas venezolanas no aterrizaba directamente en este último país.
Los
fondos pasaban antes por Portugal, Andorra, Liechtenstein o Suiza, así como por
otros paraísos fiscales como Belice o Islas Mauricio, a través de
"estructuras empresariales complejas, sin justificación desde el punto de
vista fiscal o financiero", explican las fuentes consultadas.
Una
vez en España invertían el dinero en inmuebles, como es el caso de Villalobos,
a quien ya se le investigaba por haber usado fondos irregulares para comprar su
vivienda de la lujosa urbanización madrileña de La Moraleja, donde esta semana
fue detenido.
Debido
a este flujo del dinero, varios países investigan a estos ciudadanos que se
enriquecieron expoliando las arcas públicas venezolanas y que llegaron a usar
el sistema cambiario del bolívar y el dólar para sacar dinero de la petrolera.
Los
investigados suelen alegar que se dedicaron al sector público y que luego
hicieron dinero en el sector privado, sobre todo con labores de consultoría a
empresas públicas venezolanas difíciles de acreditar y por las que
supuestamente recibían los fondos expoliados.
En el
primer país donde aterrizaban, Estados Unidos, una veintena de personas, entre
exfuncionarios venezolanos y empresarios estadounidenses, se han declarado ya
culpables de sobornos relacionados con PDVSA en procesos seguidos por
tribunales de distintos estados.
En
Portugal se sigue otra investigación sobre fondos de PDVSA y otras empresas
públicas gestionados por el quebrado Banco Espirito Santo y que se desviaron en
parte a paraísos fiscales para pagar supuestos sobornos a funcionarios
venezolanos.
Otro
país que tiene bajo la lupa a estos funcionarios corruptos es Andorra, donde
una juez procesó hace algo más de un mes a Villalobos y a otro exviceministro
venezolano, Javier Alvarado, junto a otros antiguos altos cargos de PDVSA, por
un presunto expolio de 2.000 millones de dólares a la compañía.
Los
desvíos de PDVSA, que se considera el mayor caso de corrupción que se ha hecho
público durante el gobierno chavista, se investigan también en Venezuela y casi
un centenar de funcionarios de la empresa pública, entre ellos dos exministros
y directivos de varias filiales, han sido detenidos o están siendo buscados.
En
cuanto a España, se pretende que "no sea un sitio cómodo" para
blanquear dinero "a costa del sufrimiento del pueblo venezolano",
dicen los investigadores, que recuerdan que gran parte del dinero que se
consiga recuperar volverá a las arcas públicas de Venezuela de acuerdo a los
tratados internacionales de blanqueo.
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