La Razón Online 23 de noviembre de 2018
A
final de año, 18 por ciento de la población habrá abandonado el país, revela
análisis; el régimen eleva 28 veces el número de desplazados de Hugo Chávez
El
éxodo de venezolanos que huyen de la crisis política, económica y humanitaria
tocó cifras récord este año, al llegar a 4 millones de desplazados desde que el
presidente Nicolás Maduro llegó al poder, un incremento de 2,846 por ciento
respecto a la cifra registrada al inicio de la llamada Revolución Bolivariana,
que inició en 1999, con el gobierno de Hugo Chávez.
“Hablamos
de una tendencia por análisis teórico de acuerdo con lo que ha sido el flujo
hasta ahora. El éxodo es una crisis humanitaria por el incremento del flujo
descontrolado procedente de Venezuela que data desde 2016”, señala el estudio
de la empresa venezolana de mediciones sociales Consultores 21.
De
acuerdo con el análisis, se espera que para final de este año, la suma alcance
los 4.6 millones, es decir, 18 por ciento del total de la población venezolana,
estimada en poco más de 31 millones de personas, según el Instituto Nacional de
Estadística.
Antes
de la presidencia de Hugo Chávez, precisa el estudio, de Venezuela habían
emigrado 140 mil 520 ciudadanos, un número que alcanzó las 786 mil 916 personas
durante su gestión, que se extendió por 14 años (1999- 2013) y que significó el
inicio de la Revolución Bolivariana.
En
sólo cinco años, Venezuela pasó de ser un país receptor de inmigrantes a uno
expulsor de su población, en particular jóvenes: el reporte de Consultores 21
estima que 52 por ciento de los venezolanos que dejaron su ciudad natal tienen
entre 18 y 24 años.
En
otro ángulo de las estadísticas, casi toda mujer que trabaja por cuenta propia
o del sector privado (51 por ciento), abandonó Venezuela ante la imposibilidad
de sostenerse o de sostener a su familia.
La
casa de análisis detalló que aunque el flujo de salida disminuyó en los últimos
meses, ante las dificultades que los venezolanos tenían en los países
receptores, esto no significa una reversión de la tendencia.
“Aunque
el deseo de migrar disminuya (con respecto a la medición del trimestre
anterior), no significa que se detiene el proceso de diáspora”, aclara.
Del
total de venezolanos que externaron su deseo de abandonar el país, un 38 por
ciento de la población, 58 por ciento espera irse entre lo que queda de este
año y el próximo. Además, 63 por ciento son jóvenes entre 18 y 34 años y 69 por
ciento corresponden a un estrato social medio o bajo.
“Todo
(el aumento o no del flujo) está sujeto a la variable económica y política del
país”, explica el estudio.
Y
concluye que la mayoría de migrantes que pretenden salir próximamente
corresponde a una población muy vulnerable, pues no cuenta con suficientes
recursos para un viaje internacional.
De los
consultados que quieren marcharse, 39 por ciento aseguró que no sabía de dónde
sacará dinero para irse; 47 por ciento dijo que lo hará con ayuda de un
familiar radicado en el extranjero, y sólo 12 por ciento afirmó que se marchará
con el dinero que ha ahorrado.
La
mayoría de los migrantes venezolanos apuntan esencialmente a Colombia, Perú,
Ecuador, Estados Unidos, España, Argentina y Panamá, países donde se concentra
la diáspora hasta ahora y que, por ya contar con familiares y amigos,
representan los destinos donde los migrantes esperan comenzar una nueva vida.
El
estudio de Consultores 21 también refleja que la mitad del presupuesto de 61
por ciento de las familias venezolanas depende de las remesas que sus parientes
envían desde el exterior y 26 por ciento depende casi exclusivamente de estas
ayudas.
“Los
países de América Latina y el Caribe han mantenido en gran medida una
encomiable política de puertas abiertas para refugiados y migrantes de
Venezuela. Sin embargo, su capacidad de recepción es muy limitada”, advirtió Eduardo
Stein, representante de Naciones Unidas encargado de estudiar la diáspora
venezolana.
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