Daniel Gómez 23 de noviembre de 2018
Pareciera
que en Venezuela hay más sefardíes que en Israel. ¿Por qué? El milagro lo obró
una ley de 2015. Y es que ser sefardí da acceso a un pasaporte español en
condiciones muy favorables. En tres años, 1.478 venezolanos lograron la
nacionalidad por esta vía, y como pudo saber ALnavío, otros miles más están
probando suerte. Sin embargo, como advierte el abogado Alexandre Rangel, esta
opción “no es para todo el mundo”.
¿Quiere
huir del régimen de Nicolás Maduro con un pasaporte español
sin que ni usted, ni sus padres, ni sus abuelos, hayan pisado nunca España?
Existe una forma de hacerlo. La fórmula, además, ofrece condiciones muy
favorables. Pero sólo está al alcance de personas muy especiales: los
venezolanos de raíces sefardíes.
Los
sefardíes son los judíos que vivieron en España antes de 1492, fecha en la que
los Reyes Católicos los expulsaron del país por considerarlos
una amenaza para el cristianismo. La medida fue controvertida. Tanto que la
polémica se prolongó hasta la actualidad.
500
años después el gobierno de Mariano Rajoy puso punto final a
todo eso. Se redimió con una ley de 2015 que permite a los judíos expulsados
recuperar la nacionalidad española. Para ello tienen que acreditar raíces
sefardíes con un estudio genealógico y demostrar su vocación por España ante la
comunidad judía. Hecho esto, reciben directamente la nacionalidad. Sin
necesidad de tener ningún otro vínculo con el país. Ni bienes, ni residencias,
ni abuelos, ni pareja, ni nada relacionado.
“Es
una gran ventaja. Una persona puede obtener el pasaporte sin ni siquiera pisar
España salvo para venir a la notaría a firmar. Permite tener un pasaporte
español sin tener que mudarse al país”, explica a ALnavío el
abogado Alexandre Rangel, director del Grupo SIEspaña,
una firma especializada en asuntos de migración.
Fuentes
conocedoras del asunto confirmaron a este diario que hay “miles de venezolanos”
optando por esta vía. Personas que nunca se plantearon que tener un pasado
judío les iba a resolver un problema. Y es que ahora se lanzan, casi a la
desesperada, a encontrar una raíz, una vinculación, por mínima que sea, con
esos judíos expulsados.
Es una
derivada más del éxodo de venezolanos que afecta a Latinoamérica, y también a
España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, la
inmigración venezolana se ha disparado 80% en dos años, hasta contabilizar un
total de 244.671 personas en el país en enero de 2018.
Por
qué hay más sefardíes en Venezuela que en Israel
Datos
del Parlamento español demuestran lo que advierte la fuente. En los tres años
que se lleva aplicando la ley, 1.487 venezolanos obtuvieron la nacionalidad
española gracias a que acreditaron un pasado sefardí.
Sólo Turquía supera
en número de sefardíes nacionalizados a Venezuela. Y es que el país
latinoamericano está hasta por encima de Israel, cuya comunidad
judía supera los ocho millones de personas, de las cuales 860 se han acreditado
como sefardíes para obtener el pasaporte español.
En América
Latina, Argentina es el país con la comunidad judía más
importante. Cuenta con más de 200.000 judíos, por los 10.000 que contabiliza el
censo de Venezuela. Pese a ello, sólo 597 argentinos lograron la nacionalidad
española gracias a esta ley.
Hace
falta más que un apellido
Apunta
Rangel que lo que ofrece España “es una excelente vía migratoria, pero no es
para todo el mundo”. Es una ley pensada para los sefardíes de verdad. No para
aquellos que piensan que por tener un apellido judío les basta. Y es que existe
esta confusión a raíz de la lista del libro Sangre Judía. Españoles de
ascendencia hebrea y antisemitismo cristiano, de Pere Bonnín.
Este
periodista, nacido en Baleares, recopiló un listado de apellidos
judíos investigando las listas de presos por el Santo Oficio, los
censos de las juderías y otras fuentes de la época que supuestamente indican
que la persona portadora de esos apellidos es judía, judioconversa o incluso,
sefardí.
Sin
embargo, para considerarse tal cosa no basta con figurar en ese listado. “No
hay que dejarse llevar sólo por el hecho de que un apellido califique en una
lista”, apunta el abogado refiriéndose a lo que está ocurriendo con los
venezolanos y esta ley. Y
es que en esa lista hay miles de apellidos. Algunos tan comunes
como Acosta, Hernández y Rodríguez.
Por eso hay que tener cuidado.
Rangel
detalla que el hecho de compartir un apellido judío no garantiza un pasado
sefardí. “Hace falta un estudio genealógico hecho por un experto, el cual tiene
un porcentaje de acierto bastante certero”.
Hecho
el árbol genealógico, y acreditadas las raíces sefardíes, toca aplicar ante la
comunidad judía del país, además de realizar un examen de español, una prueba
de conocimiento de la realidad cultural y política de España, así como acudir
ante el notario. Un trámite cuyo costo supera los 5.000 euros.
Sobre
la ley, el abogado explica que, “en la mayoría de los casos”, para obtener el
pasaporte español se exige residir en España. “Hasta el cónyuge de un ciudadano
español necesita vivir un año en España para conseguir la nacionalidad”.
Pero
advierte que no hay que dejarse llevar. “Conseguir un pasaporte español no es
tan difícil. Existen otras vías, como la residencia no lucrativa, y la
residencia por inversión”. Y en ambas opciones, el gabinete de SIEspaña es un
experto.
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