Telemetro.com 13 de diciembre de 2018
Colombia
pidió el miércoles a los estados miembros de la Organización de Estados
Americanos tomar conciencia de la crisis humanitaria generada por el éxodo
masivo de venezolanos, a la que calificó como “dramática y cruda”.
“Estamos
frente a un hecho que nos afecta a todos los países”, dijo el embajador
colombiano Alejandro Ordóñez durante una sesión del Consejo Permanente. “La
realidad humanitaria debe permear nuestras discusiones o las decisiones que
vayamos a tomar en el seno de nuestra organización”.
Ordoñez
señaló que su país recibe un promedio diario de 1.539 venezolanos con fines de
permanencia y que albergaba hasta octubre pasado a 1,3 millones de personas de
esa nación.
El
diplomático calificó como “alarmante” la situación de 342 mil venezolanos que
han recibido atención médica del gobierno colombiano, incluyendo hasta octubre
pasado a 1.191 casos de malaria, 387 de desnutrición aguda, 171 de sarampión, 8
de difteria y 132 de tuberculosis.
Ordóñez
apuntó que las autoridades sanitarias colombianas han aplicado 584 mil dosis de
vacunas a venezolanos, y que 30 mil menores de edad asisten a escuelas
públicas.
Colombia
expuso el impacto que le representa la recepción del éxodo masivo dos semanas
después de que recibiera a delegaciones de 16 estados miembros de la OEA para
valorar de primera mano el impacto del éxodo masivo de venezolanos.
Los 16
países que del 18 al 21 de noviembre enviaron delegaciones a las ciudades
fronterizas de Maicao y Cúcuta fueron Argentina, Belice, Chile, Costa Rica,
Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Panamá,
Paraguay, Perú, Santa Lucía y Uruguay.
El
embajador de Guyana, Riyad Insanally, dijo que su país actualmente acoge en una
zona remota de su territorio a tres mil venezolanos, lo que calificó como “un
desafío”.
La
representante paraguaya Elisa Ruiz señaló que el impacto de la crisis
migratoria requiere que sea “abordada con un enfoque regional. Hay que seguir
debatiendo en la OEA posibles soluciones”.
La sesión
del Consejo Permanente quedó interrumpida por un receso para el almuerzo antes
de que pudiera intervenir la delegación de Venezuela, que en abril de 2017
inició un proceso de dos años para abandonar al organismo.
La OEA
creó en octubre un grupo de trabajo para abordar la crisis migratoria
venezolana, coordinado por el exalcalde opositor David Smolansky y la directora
del Departamento de Inclusión Social de la OEA, Betilde Muñoz, ambos
venezolanos.
El
grupo de trabajo prevé emitir durante el primer trimestre de 2019 un informe
sobre las causas del éxodo, las condiciones en que se encuentran los
desplazados y recomendaciones de política migratoria y de seguridad para que
los países receptores puedan facilitar el asentamiento de los desplazados.
La ONU
estima que al menos 2,3 millones de venezolanos han abandonado su país desde el
2015.
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