EFE 13 de diciembre de 2018
Más de 150 países firmaron este lunes en
la ciudad marroquí de Marrakech el denominado Pacto Mundial para una Migración
Segura, Ordenada
El
Gobierno de Panamá defendió hoy la reciente adhesión al pacto de la ONU por una
migración segura y ordenada y dijo que el tratado ni promueve la migración ni
socava la soberanía de los Estados que los suscriben, tal y como denuncian sus
críticos.
La
vicepresidenta y canciller panameña, Isabel de Saint Malo, reconoció en una
rueda de prensa que ha habido "desinformación" por parte de ciertos
sectores de la sociedad panameña sobre el alcance del pacto y afirmó que Panamá
no está obligado a "revisar" sus políticas migratorias tras adoptar
el tratado.
"Hay
el mal entendimiento de que el pacto promueve las migraciones (...) El pacto
establece como prioridad la búsqueda en los países de origen de un cambio en la
situación a fin de que, en efecto, las personas no se vean obligados a
huir", explicó.
Más de
150 países firmaron este lunes en la ciudad marroquí de Marrakech el denominado
Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular de Naciones Unidas
(ONU), que está compuesto de 23 objetivos generales no vinculantes y que fue
consensuado por la Asamblea General de la ONU en junio tras 18 meses de
negociaciones.
Países
sobre todo receptores de emigrantes como Australia, Italia, Israel y un
numeroso grupo de los centroeuropeos, además de latinoamericanos como República
Dominicana o Chile, se han retirado del pacto, mientras que Estados Unidos se
opuso desde el principio.
De
Saint Malo indicó que el pacto "es un logro de la comunidad
internacional", que consigue un "balance" entre la soberanía de los
Estados y el derecho de los migrantes y que "promueve el intercambio de
información" para regular los flujos migratorios.
"Hoy
en día ningún país escapa del fenómeno de la migración. Todos los países del
mundo son de una manera u otra país de origen, país de tránsito o país de
destino, y a veces los tres", apuntó.
Debido
a su pujanza económica y a su estabilidad sociopolítica, Panamá ha sido en los
últimos años uno de los destinos más elegidos por muchos migrantes de la
región, principalmente venezolanos, colombianos y centroamericanos.
La
vicepresidenta admitió que el Gobierno ha tenido que endurecer las medidas
migratorias en los últimos tiempos para paliar la "presión" que estos
flujos estaban generando en los servicios sociales panameños.
El año
pasado, Panamá redujo de 180 a 90 días el permiso de estadía en el país como
turistas de los ciudadanos de Colombia, Venezuela y Nicaragua; y empezó a
exigir visa estampada a los ciudadanos venezolanos que quieran ingresar al
país, entre otras medidas.
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