Corina Pons y Mayela Armas 29 de agosto de 2019
Un
fondo en Wall Street planteó al equipo del dirigente opositor venezolano Juan
Guaidó prestarle unos 900 millones de dólares para financiar el pago del bono
2020 de la estatal PDVSA a los acreedores, entre los que figura el propio
fondo, y así evitar un incumplimiento.
La
firma T. Rowe Price habló de la idea de financiar la cancelación de octubre en
charlas informales con el equipo de Guaidó, dijo un gerente de portafolio de la
firma, Mike Conelius, sin dar detalles de qué esquema se usaría para recuperar
el dinero a prestar ni bajo qué condiciones.
Sin
embargo, el fondo no avanzará con esa alternativa si antes no se levanta la
prohibición para inversionistas estadounidenses de negociar con bonos de
Venezuela impuesta por el gobierno de Donald Trump, parte de las sanciones aplicadas
para presionar por una salida del presidente venezolano Nicolás Maduro.
Con
esa medida de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), T. Rowe
Price y otros inversionistas pueden mantener bonos venezolanos pero no tienen
permitido venderlos en el mercado para hacer líquida su inversión.
Eso
resta atractivo a la propuesta porque el fondo no podría negociar ningún papel
que reciba a cambio por su préstamo.
“No
podemos ayudar a Guaidó, es imposible eso mientras se mantenga la prohibición
de la OFAC de negociar los bonos venezolanos”, apuntó Conelius. “Esa medida
tiene consecuencias negativas para Venezuela. Los bonos están cayendo en manos
de acreedores deshonestos, lo que complicará la reestructuración”.
Guaidó,
un joven legislador, se proclamó presidente interino de Venezuela por
considerar que la reelección de Maduro fue fraudulenta y luego fue reconocido
por Washington y decenas de países. Maduro lo acusa de ser un títere de Estados
Unidos y de buscar un golpe de Estado.
Una
solicitud de suspender la prohibición debería provenir de los representantes de
Guaidó, según acreedores. Dos integrantes del equipo de Guaidó aseguraron que
no han solicitado al gobierno de Estados Unidos levantar la prohibición de
negociar con los bonos venezolanos.
La
junta directiva temporal de PDVSA que designó Guaidó, el ministerio de
Información del gobierno de Maduro y la OFAC no respondieron a solicitudes de
información sobre el caso.
PROTECCIÓN
DE ACTIVOS
Cuando
apenas faltan 60 días para el pago, aún no queda claro si el equipo de Guaidó
discute otras opciones. Pero tampoco cuenta con muchos incentivos para ofrecer
a los inversionistas.
“Lo
ideal es no pagar (...) y se hará todo lo posible para no perder Citgo”, dijo
un miembro del equipo opositor pidiendo el anonimato.
“No
dudamos que el Gobierno de Estados Unidos hará valer la orden ejecutiva para
proteger los activos de Venezuela y facilitar un proceso de negociación”, dijo
otro asesor.
El
título PDVSA 2020 tiene como garantía cerca de la mitad de las acciones de una
de las filiales de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en Estados Unidos que
controla al refinador Citgo.
Esta
y otras filiales desde febrero están bajo control de ejecutivos designados por
Guaidó. Para evitar un embargo de los activos estadounidenses de PDVSA, el
equipo de Guaidó pidió al gobierno de Trump la medida de protección de activos
e inició una negociación con los tenedores para el pago de octubre.
Según
un documento visto por Reuters, abogados que asesoran a la mayoría de los
bonistas del PDVSA 2020 consideran que aún es posible embargar si no reciben el
pago de octubre.
El
equipo de Guaidó pagó este año intereses por 71 millones de dólares a los
tenedores del PDVSA 2020 buscando reducir el riesgo de embargo.
Para
el próximo pago, no está claro si Guaidó podrá transferir dinero desde cuentas
congeladas de PDVSA y del gobierno. Y para peor, hace unos días, directivos de
Citgo dijeron que la empresa no podía declarar en el corto plazo dividendos y
pagar a PDVSA, que podrían ayudar para octubre.
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