Diálogo 06 de septiembre de 2019
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El
Arco Minero en Venezuela representa un crimen ecológico que pone en peligro la
cuenca hidroeléctrica más importante del país.
La
explotación de oro sin control en la región central de Venezuela amenaza la
fuente del 70 por ciento de la electricidad del país, en momentos en los cuales
el sistema ya está sobre exigido y los apagones son frecuentes, expertos en
medio ambiente y minería explicaron a Diálogo.
A
la amenaza para la flora y la fauna de la región debido al mercurio y el cianuro
utilizados en la minería de oro del Arco Minero del Orinoco –un área que
representa el 12 por ciento del territorio venezolano y que abarca la región
norte de los estados de Bolívar y de Amazonas, al sur del río Orinoco– se suma
un riesgo directo sobre la generación eléctrica. La explotación de oro amenaza
la principal fuente de electricidad de Venezuela: la represa de Guri, también
conocida como la central hidroeléctrica Simón Bolívar, un gigantesco complejo
que comenzó a operar en 1986.
El
ex presidente de Venezuela Hugo Chávez decretó una emergencia eléctrica en 2008
–que continúa una década después– debido a varias causas, así como una
prolongada sequía que ocasionó que el agua en la represa de Guri alcanzara
niveles bajos, indicó el gobierno en la época. Sin bien se tomaron diversas
medidas para superar la crisis, como la implementación de un programa de
racionamiento eléctrico, el problema continuó debido a la falta de seguimiento
a los proyectos de ampliación del sistema eléctrico, la falta de mantenimiento
de las turbinas de Guri y la escasa presencia de profesionales, afirma la
oposición.
En
marzo de 2019, casi todo el país acumuló 11 días sin luz tras un apagón masivo.
El 10 de abril se produjo otro apagón que afectó a Caracas. El 22 de julio, se
reportó otra interrupción del sistema eléctrico que afectó a la mitad del país
por el cual el régimen de Maduro dijo haber sido víctima de un ataque
electromagnético. Sin embargo, en varios estados, como en Trujillo, fronterizo
con Colombia, se reportan apagones a diario.
Alexander
Luzardo Nava, profesor de la Universidad Central de Venezuela, ex diputado y
experto en el medio ambiente, advirtió en 2016, cuando Maduro creó el Arco
Minero, que la actividad minera en la zona provocaría una reducción del caudal
del río Caroní, del cual depende el Guri, y que las actividades mineras que
incluyen la deforestación incrementarían los procesos de sedimentación.
Un
ex comandante militar que se desempeño en el área y pidió no ser nombrado por
razones de seguridad confirmó a Diálogo las predicciones de Luzardo: El
sedimento originado en explotaciones mineras río arriba termina entrando al
Guri. “Hay riesgo de que estos sedimentos dañen las turbinas”, dijo el ex
militar.
Para
Mónica Martiz Lizama, presidente del grupo de estudio Venezuela Minera, quien
ha escrito extensivamente sobre el oro y el Arco Minero, los sedimentos no
serían lo peor que le puede pasar al embalse venezolano, uno de los más grandes
del mundo.
“Ahora
me dicen que los de Maduro están hablando de explotar la minería de oro dentro
del Guri. Eso sí sería fatal para el embalse”, dijo la experta a Diálogo.
Además
del riesgo para el Guri, Martiz dice que los proyectos en el Arco Minero causan
muchos daños ambientales. “Es una rapiña minera y una explotación irracional”,
dice la experta.
Tomado
de: https://dialogo-americas.com/es/articles/orinoco-mining-arc-threatens-electricity-venezuela
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